martes, 14 de marzo de 2017

Capitalismo Global en China

Capitalismo Global en China



Ren, el edificio del pueblo" diseñado por la firma danesa
Plot para la Expo 2010 en Shanghái.
Por Crisis Capitalista



La parábola de los 6 náufragos

Supongamos 6 náufragos en una isla desierta, 5 asiáticos y un norteamericano. Deciden repartirse el trabajo de la siguiente manera: un asiático se encargará de cazar, otro de pescar, otro de recolectar, otro del aprovisionamiento de leña y otro de la preparación de la comida. El americano se encargará de comer y pasará el resto del día tomando el sol. Los asiáticos subsistirán con las sobras. Los economistas dirían que el americano es el único motor del crecimiento económico de la isla y que sin su excelente apetito los asiáticos serían desempleados.

Tigre o elefante amaestrado

Las reformas pro-capitalistas emprendidas a partir de la muerte de Mao hasta la restauración del capitalismo en China se han presentado como una especie de cuento de hadas. China se encaminaría rápidamente hacia una sociedad moderna y avanzada, (como en los casos japonés o coreano) con consumidores de clase media, que incluso podría superar a los EEUU o Europa en unas pocas décadas.

La realidad es más prosaica. Desde luego, las reformas han transformado la economía china de pies a cabeza. El sector empresarial estatal ha disminuido del 100% en 1978 a menos del 40% en la actualidad y su contribución al PIB chino ha caído hasta menos del 20%. El estado sigue controlando los sectores subsidiarios (petromquímica, electricidad, carbón y metales) pero el crecimiento chino depende en grado extremo de las exportaciones de las multinacionales instaladas en el país. En 1990 las exportaciones representaban el 16% del PIB. En 2006 superaban el 40%.

Se ha producido una especie de gran división del trabajo. Las empresas transnacionales han convertido a China en una economía orientada por completo a la exportación en tanto que el sector estatal se ha especializado, sumisamente, en ampliar las bases, suministros e infraestructuras de esa plataforma exportadora.

Tigres asiáticos

Asia estuvo en situación de emergencia permanente durante la guerra fría. Japón y los "tigres" asiáticos, aliados de EEUU, fueron proveídos de abundante ayuda militar y financiera y, sobre todo, de la apertura de los mercados occidentales a sus productos. El "milagro" económico tubo mucho que ver con el miedo a la expansión comunista el temor capitalista se manifest{o con 1 mill. de indonesios asesinados por sus ideas políticas). Japón se especializó en la producción con alto valor añadido, los 4 tigres en productos intermedios y los aspirantes a tigre en la producción intensiva en mano de obra. Fue un capitalismo con rostro humano, sindicatos, sueldos decentes y clases medias consumidoras.

Bajo el antiguo orden industrial asiático, cada “tigre” se especializaba en la exportación de un grupo específico de productos acabados. Pero el sistema se basaba en un desequilibrio que se fue haciendo mayor. Asia exportaba mucho más de lo que importaba. La diferencia se invertía en bonos del tesoro norteamericano, lo cual permitía Reagan reducir impuestos y estimular así el consumo occidental. Pronto las economías asiáticas se convertirían en los principales acreedores de los EEUU.

Pero, como decía Keynes, si debes mil dólares a un banco el problema es tuyo pero si debes un millón, el problema es del banco. Por más que los países asiáticos quisieran desprenderse unos títulos en dólares que se desvalorizaban por momentos, tenían que seguir adquiriéndolos si querían seguir exportando. Así pues Japón y los tigres asiáticos tuvieron que seguir financiando los dos déficits (fiscal y comercial) crecientes de su gigantesco cliente.

El nuevo modelo del pacífico

Tras el acuerdo del Plaza de 1985, los EEUU forzaron una drástica revalorización del Yen con respecto al $ para corregir el enorme desequilibrio comercial con Japón. La respuesta del capital japonés (los keiretsu en connivencia con el gobierno) fue la de crear una gran plataforma exportadora en el continente. Entre 1985 y 1990 más de 15.000 millones de $ en inversión directa desembarcaron en el Sudeste de Asia. A la carrera lanzada por Japón se sumarían pronto Corea de Sur y Taiwan.


En este nuevo modelo los antiguos tigres deslocalizaban los procesos intensivos en mano de obra a los países del continente con salarios más bajos instalando factorías, llave en mano, en Malasia, Indonesia, Filipinas, Vietnam, ..., para ensamblar los componentes procedentes de los antiguos tigres asiáticos.

Fue en estas circunstancias cuando la burocracia china se incorporó al sistema ofreciendo mano de obra barata, educada, rígidamente encuadrada y dócil y un enorme espacio ecológico para destruir.

A partir de 1990, no solamente las multinacionales de los antiguos tigres asiáticos operaban desde China sino que la gran mayoría de las multinacionales del planeta se sumaron al sistema, deslocalizando buena parte de sus plantas productivas a China convirtiéndose ésta en la plataforma de exportación de productos de consumo a todo el mundo.

China en venta

La corrupta burocracia china contaba con mucho que ofrecer al capitalismo. Las tres décadas de Maoísmo (1949-1976) habían puesto en pié un país destrozado por el imperialismo. China experimentó un rápido crecimiento en sus infraestructuras que impulsaron el desarrollo del sector agrícola e industrial. A mediados de los años 70 ocupaba el 6º lugar entre los países más industrializados y disponía de un avanzado sector de investigación y desarrollo (desde los años 50 habían desarrollado varias generaciones de ordenadores, en muchos casos sin nada que envidiar a las potencias capitalistas). No había grandes desigualdades sociales y el nivel educativo y sanitario era envidiable para una población que rondaba los 1.000 millones.

Tras el giro neoliberal y la apertura de China al capitalismo global, los dirigentes chinos no cejaron de difamar los métodos de Mao y devaluar los logros del Gran Salto Adelante (1958-61) y la Revolución Cultural (1966-1976) para justificar la necesidad de sus "reformas".

Inicialmente los "reformistas", para granjearse el apoyo de las masas chinas, elevaron los precios que el estado pagaba a los agricultores y promovieron el reparto igualitario de las comunas entre las familias, lo cual redundaría en un aumento del porcentaje de la renta agrícola respecto a la Renta Nacional desde el 30% al 44% entre los años 1978-1984.

Una vez asegurada la senda reformista, el sector agrícola fue saqueado en favor del sector capitalista exportador. Se registró una sostenida transferencia neta de recursos desde el campo a la ciudad (vía impuestos, gasto público, transferencias de depósitos bancarios y concesión de préstamos) con el resultado de un rápido deterioro de la renta agrícola y una crisis social que empezó a expulsar población a un ritmo exponencial.




Los "sin papeles" chinos (nongmingong)

Una de las claves del "milagro" económico chino ha sido la inmigración interna que representa el 70% del empleo manufacturero y más del 80% del empleo en la construcción. Se calcula entre 150 y 200 millones la población rural que ha emigrado a las ciudades. Aun cuando permanezcan años en las ciudades, ellos e incluso sus hijos nacidos en la ciudad, siguen clasificados como "rurales" y deben pagar considerables sumas por sus "permisos" temporales de residencia urbana, permisos que no dan derecho a educación, sanidad, alojamiento o pensiones estatales. Se trata pues del equivalente chino a los inmigrantes "sin papeles" en Europa y Norteamérica (el esclavismo barato del siglo XXI). Los campesinos expulsados del campo son mantenidos permanentemente en situación irregular, sin derechos de ninguna clase, y en muchos casos, ni siquiera contrato, para ser explotados impunemente por legiones de subcontratistas trabajando para las grandes multinacionales.

Las fallas del modelo

Con una demanda interna bajo mínimos el funcionamiento del modelo depende del consumo de los EEUU y Europa. Japón, Korea y Taiwan exporta bienes de equipo e intermedios a China que también atrae importaciones de Filipinas, Malasia y Australia. Pero los bienes montados y ensamblados por la industria china se exportan casi en su totalidad hacia EEUU y Europa.

Pero además, el modelo está condenado a la implosión dado que implica la progresiva deslocalización industrial y el empobrecimiento de los teóricos consumidores occidentales. Desde finales de los 90 la "globalización" ya sólo resistía a base de las crecientes dosis de crédito que se iban añadiendo en sucesivas burbujas especulativas.

Con el colapso financiero, todo el tinglado "global" creado tras el acuerdo del Plaza se ha venido a bajo.

La reacción china frente al descalabro de sus clientes occidentales ha sido lanzarse a una carrera infernal para aumentar su capacidad industrial y exportadora (¿a quien van a exportar?), una especie de burbuja oriental con crédito barato, inversión pública desaforada y burbuja inmobiliaria al puro estilo japonés de los 90 o español de los 2000 que ha disparado los precios de las materias primas del planeta.

Locomotora china?

China compra deuda pública a largo plazo USA como colocación a sus enormes excedentes comerciales. Si dejara de hacerlo las montañas de divisas acumuladas forzarían la subida del tipo de cambio del yuan respecto al dólar. Así pues comprando deuda pública USA, China está subvencionando a su sector exportador y con ello los beneficios de las multinacionales instaladas en su territorio (muchas de capital USA).

Un tópico habitual de las revistas de negocios es el de la "locomotora china". La recuperación de la economía occidental se conseguiría presionando al gobierno chino para que implemente una política de liberalización del mercado en orden a reequilibrar el comercio con occidente (elevando el tipo de cambio del Yuan y abriendo su mercado interno a los productos occidentales).


El razonamiento supone que los trabajadores chinos acaben cobrando salarios decentes para poder actuar como consumidores globales. Pero salarios decentes hundirían la competitividad de la plataforma exportadora multinacional china. De hecho el consumo privado en relación al PIB había caído del 47% en 1992 al 36% en 2006 (en EEUU es superior al 70%). La caída de la componente salarial en el conjunto de la renta china ha sido una de las más pronunciadas del orbe.

China se ha subido al podium mundial en cuanto a desigualdad y polarización social (2º después de Nepal). En la actualidad China puede alardear figurar en segundo lugar (sólo tras los EEUU) en cuanto a mil-millonarios en dólares. Yates, jets privados, deportivos de superlujo, residencias y clubes exclusivos, caza mayor, LVMH, Moët, Hennessy, Louis Vuitton, … son los únicos sectores con perspectivas ciertas en China.


Costes laborales en China (en % respecto a EEUU)

El problema es que a las grandes compañías multinacionales no les interesa esta hoja de ruta. Han diseñado una compleja red transnacional en la cual las potencias industriales asiáticas exportan partes y componentes a China donde son ensamblados y exportados a occidente. China se ha convertido en la pieza central del esquema aumentando su cuota en productos del sector de la tecnología de la información y la comunicación de menos del 3% del total de las exportaciones mundiales en 1992, al 24% en 2006.

En la actualidad más del 60% de las importaciones norteamericanas procedentes de China provienen de las factorías instaladas en aquel país por las multinacionales USA. A las "naciones" occidentales, a sus trabajadores en paro, les conviene la apreciación del yuan pero a las multinacionales, incluidas las norteamericanas, no.

La amenaza a la actividad industrial y a los puestos de trabajo occidentales no depende de las relaciones entre estados o naciones sino que obedece a la operatoria actual de los oligopolios transnacionales que han convertido a China en el taller de ensamblaje del mundo. La locomotora, en todo caso, tira de las grandes corporaciones multinacionales.

LA PENETRACION DEL CAPITALISMO GLOBAL EN CHINA

Pueden distinguirse dos fases en este proceso.

El pequeño salto hacia el capitalismo

En los años 80 el PIB per cápita chino era 14 veces inferior al de la URSS. Más del 70% de la fuerza labora eran agricultores (14% en la URSS). La planificación china había sido siempre mucho menos rígida y más descentralizada que la soviética. Las autoridades de las provincias y municipios gozaban de cierta autonomía (que la Revolución Cultural había aumentado) desconocida en la centralizada URSS.

Después de la muerte de Mao, entre 1976 y 1992 se sucedieron una serie de reformas encaminadas, en teoría, a la introducción paulatina de las relaciones de mercado en el socialismo. En este proceso demostró la falsedad de la supuesta incompatibilidad entre burocracia y mercado capitalista. Por el contrario, las prerrogativas de la burocracia no sólo no son antagonistas con el mercado sino perfectamente compatibles, coexistiendo y reforzándose mutuamente, facilitando el proceso de privatización y reparto de los activos y medios de producción.

Se elevaron los precios del grano. Después se inició una fase de reforma experimental en las provincias de Anhui y Sichuan en las cuales las comunas fueron disueltas y el usufructo de las tierras repartido equitativamente entre los campesinos permitiéndoles cultivar lo que quisieran una vez efectuados los suministros obligatorios al estado (sistema de responsabilidad familiar). Tras la generalización de la experiencia a todo el país, el resultado fue un aumento notable de la producción y la renta agrícola.

En esta primera fase, la China urbana continuó dominada por el sector público aunque se permitió la aparición de pequeñas empresas privadas de de carácter familiar con la opción de contratar un máximo de 7 empleados como fuerza laboral extra. A partir de 1984 las relaciones de mercado reemplazaron gradualmente a la planificación para la asignación de los recursos. Se permitió a las empresas públicas retener una parte de los beneficios que en general se usaba para mejorar las condiciones de vida de los empleados o se invertían en una amplia colección de unidades de producción y servicios anexos, incluidos complejos de apartamentos, clínicas, escuelas, tiendas, cafeterías, instalaciones deportivas y de ocio.

De esta forma el predominio de las grandes unidades del sector público se complementaba con un sector marginal privado.

La descolectivización del campo se culminó en 1984, dando paso a una agricultura organizada por unidades familiares de campesinos que no eran propietarios de la tierra pero que obtenían una cesión de las mismas en buenas condiciones. Al mismo tiempo, dado que la industria rural quedaba al margen de la planificación centralizada, se empezaron a crear fábricas en el entorno rural, promovidas y dirigidas por las autoridades locales, y basadas principalmente en fuerza laboral de la zona.

Sin embargo, en las zonas rurales anexas a las "zonas económicas especiales" (sudoeste de Guangdong y Fujian) se desarrolló un proceso de contaminación capitalista a partir de empresarios venidos de Hong Kong y Taiwán. Aunque se registraban oficialmente como empresas "colectivas" se comportaban según parámetros capitalistas.

Así pues, en el período entre 1978 y 1992, a excepción de las "zonas económicas especiales", la economía china se dividía entre dos sectores: un amplio sector público industrial, y un creciente sector privado en el que prevalecían las relaciones de producción familiares. Se trataba aún de una economía de mercado coexistiendo con un poderoso sector planificado.


El gran salto hacia el capitalismo globalizado (1992-2000)

El capitalismo privado no es algo nuevo en China. Aunque existían empresas capitalistas antes de 1949, constituían sólo una pequeña parte de la economía. Entre estas dos fechas (1992-2000) toda la economía china se ha reconvertido a los parámetros capitalistas.

Después del célebre "Tour del Sur" de Deng Xiaoping en 1992 - "hacerse rico es glorioso"-, la dirección del Partido Comunista Chino adoptó oficialmente el objetivo de una "economía "socialista" de mercado", que, en el contexto chino, significaba una acelerada marcha hacia el capitalismo a partir de un proceso brutal de acumulación primitiva del capital, en el que los activos públicos son sistemáticamente convertidos en capital privado y apropiados por la clase burocrática capitalista, utilizando mecanismos de coerción estatal.

En la década de 1990, la mayor parte de las empresas estatales y de propiedad colectiva en China fueron privatizadas. Entre 1996 y 2004 el número de empresas estatales se redujo en un 40% y 36 millones de trabajadores del sector estatal o colectivo fueron despedidos. La proporción de de trabajadores urbanos en el sector público bajó del 82% al 26%. Sólo entre 2005 y 2006, seis millones más resultaron redundantes, según fuentes oficiales chinas. El resto de trabajadores del sector público perdieron la seguridad en el empleo, atención médica, cuidado infantil, las pensiones y la vivienda protegida y fueron reducidos a pura y simple fuerza de trabajo explotados por los capitalistas nacionales y extranjeros.

Las normas que limitaban el tamaño de las empresas privadas y restringían las inversiones extranjeras fueron levantadas. Mientras que los pequeños empresarios chinos de Hong Kong, Taiwan y Singapur encontraban colaboradores locales para instalar sus negocios en las aldeas y villas del continente, las multinacionales coreanas y japonesas y muy pronto también las norteamericanas y europeas, los encontraban en el más alto nivel de la corrupta burocracia. En el 2000 casi 1/3 de la industria china estaba intervenida por el capital extranjero. En 2007 más de los 2/3 del sector industrial estaba en manos de multinacionales extranjeras.


"Mantener lo grande y soltar lo pequeño"

Bajo esta consigna se procedió a una reestructuración a fondo de las grandes empresas públicas que quedaban, bajo el patrón "corporativo" de las grandes multinacionales. Sus activos fueron convertidos en acciones que cotizan bolsa. El estado se reservaba una participación de control en los sectores estratégicos (banca, petróleo, acero, energía, telecomunicaciones y armamento). La estructura de dichas empresas ha sido rediseñada para que respondan a la obtención de beneficios como fin primordial, despidiendo en el proceso a más de 50 millones de empleados.

Las nuevas multinacionales - CNPC, CNOOC, Sinopec, SINOCHEM, , Lenovo, ... - , funcionan ya según los procedimientos y código de conducta criminal y sin escrúpulos de sus homólogos occidentales, cotizan en las bolsas internacionales, participan en fusiones y adquisiciones y adquieren reservas estratégicas de combustibles fósiles y minerales en competencia con Shell, Exon, ... en Níger, Nigeria, Angola, Congo, ect.), contratan altos ejecutivos - sin que haya constancia de los sueldos que cobran - , corrompen y sobornan gobiernos y tiene la suficiente envergadura para participar en los mercados oligopolísticos internacionales.

"Soltar lo pequeño" significó la privatización de todo lo demás según el patrón ruso. Pequeñas y medianas empresas de ámbito urbano, local o aldeano, pasaron a manos privadas en un proceso de expropiación y privatización de bienes y recursos comunes a una escala y velocidad como nunca se había registrado en la historia (a excepción del caso ruso).

El capitalismo precisa de capitalistas y como siempre los procesos de acumulación son turbios e inconfesables. Como en Rusia, esta primera generación de "capitalistas" está llevando a cabo su particular "acumulación primitiva de capital" a base de la apropiación y el robo sistemático de todos los recursos del país. Prevaricación, desfalco, comisiones, sobornos, fraude monetario, manipulación de divisas, expropiaciones forzosas de tierras y granjas, ... con la colaboración inestimable de joint ventures industriales, empresas hoteleras, inmobiliarias, .. occidentales convertidas en verdaderas cheerleaders de las autoridades "comunistas" chinas.

En las zonas rurales, devastadas y empobrecidas por la polución, los desahucios y los abusos de las autoridades locales, el desmantelamiento de las comunas ha significado la desaparición de la atención médica y la educación pública. Más de cien millones han emigrado a las "zonas especiales" y a las grandes ciudades, formando el ejército más grande del mundo de mano de obra barata.
¿Clases medias chinas?

El salario de un trabajador chino representaba el 4% del de un norteamericano en 2004 y seguramente era más bajo dada la poca fiabilidad de las estadísticas chinas. Así que el consumo chino ha crecido mucho menos que su producción total. La enorme expansión china ha sido estimulada por las inversiones y las exportaciones. El porcentaje de los salarios en el PIB chino pasó del 51-52% en los años 80 a menos del 38% a principies del nuevo milenio con lo que el consumo cayó del 50-52% al 36% en el mismo período.

Pero el modelo dista mucho del seguido por Japón y Corea en la posguerra. No han aparecido unas "clases medias" equivalentes a las existentes en los países desarrollados. El capitalismo chino, como el ruso, ha renacido con un enorme y creciente grado de polarización social. Lo que para unos ha significado la explotación del petróleo y las materias primas, para el otro han sido la explotación de las masas de campesinos emigrados a las ciudades y a los enclaves y factorías de la costa, al servicio de las grandes corporaciones transnacionales.

Entre los cleptócratas millonarios y los trabajadores sólo se ha desarrollado una tenue capa integrada básicamente por capataces, tratantes de mano de obra, funcionarios corruptos, gángsters y mafiosos de segunda, pequeños negociantes (amenazados ya por Wal Mart y las demás cadenas de grandes superficies) y profesionales o técnicos. En total los "beneficiados" no llegarían ni a 70 millones aupados sobre la miseria creciente de 1.000 millones, la explotación inmisericorde de 200 millones de obreros y la destrucción ecológica de todo el país.

El partido comunista chino se ha metaforseado en una cleptocracia mafiosa al estilo ruso con la particularidad de una transición "más ordenada" y el mantenimiento de una estructura de estado dictatorial con la función de canalizar y controlar la explotación capitalista del mayor ejército de mano de obra del planeta en beneficio de las multinacionales.

Los hijos y nietos de los líderes del PCC ocupan la mayoría (entre el 85 y el 90%) de los altos puestos ejecutivos en los sectores de las finanzas y seguros, exportación, inmobiliario y alta ingeniería. Un tercio de los 800 chinos más ricos (2007) son miembros del PCC, 38 de los cuales son delegados del Congreso Nacional del Pueblo. El resto tienen conexiones familiares con miembros del partido o altos funcionarios.

La reconversión capitalista de la burocracia china se ha hecho bajo la batuta y los intereses de las multinacionales que a cambio de primas, participaciones y sobornos, han encuadrado un ejército de mano de obra dócil y barata y todo un continente de recursos para robar, explotar, agotar y destruir.

La falacia del crecimiento de las rentas

Los defensores del sistema afirman que el enorme crecimiento se ha traducido en aumentos sustanciales de la renta, incluso para los más desfavorecidos.



Aunque según las estadísticas oficiales los sueldos fabriles se doblaron entre 2002 y 2008 (de 2 $/h a 4 $/h), lo cierto es que el porcentaje de los salarios respecto al PIB no ha hecho más que disminuir durante todo el período (56,5% en 1983, 53% en 1992, 36,7% en 2005) mientras que el de los beneficios no ha hecho más que subir.

Las engañosas "rentas per cápita" podrían indicar que los afortunados residentes urbanos gozan de rentas muy superiores a las de la década anterior. Pero las comparaciones en rentas ocultan la pérdida en bienes y servicios subsidiados anteriormente como casa, transporte, alimentos, energía, salud y educación. La renta anual del restringido grupo de los cuadros profesionales y dirigentes mejor pagados de los años 80 no pasaba de los 1.400 yuanes de media y sin embargo vivían en condiciones semejantes a las clases medias occidentales. En 2006, la renta anual media de la gran mayoría urbana supera los 3.800 yuanes, y sin embargo, viven en apartamentos deteriorados, sin poder permitirse acudir al médico y con problemas para llegar a fin de mes.

También es falso que hayan crecido los puestos de trabajo bien remunerados. El empleo fabril es incluso inferior al de la época maoísta. Según la OIT, la población fabril urbana disminuyó entre 1990-2002 desde 53,9 millones a 37,3 millones. Casi todo el crecimiento del empleo urbano se ha producido en el sector de los servicios, limpieza, construcción, servicio doméstico, venta callejera, autoempleo, reparaciones, ... que constituyen en la actualidad la categoría más importante del empleo urbano en China.

El vertedero "multinacional" chino

Todas las infraestructuras creadas y por crear, como en la época colonial, obedecen a este modelo destructivo y desigual en el que las masas chinas solo cuentan en cuanto que espectadores atónitos de la codicia suicida de las multinacionales y sus nuevos sponsors con carnet rojo.

Descentralización, laxa normativa medioambiental y laboral han sido el acicate para la instalación de enclaves industriales en los márgenes de los grandes ríos chinos. El boom económico chino ha producido un colapso medioambiental descomunal. Hasta el Banco Mundial ha advertido de "catastróficas consecuencias para las futuras generaciones".

China construye una media de 2 plantas energéticas a base de carbón a la semana añadiendo cada año una capacidad energética - carbón equivalente a toda la capacidad energética de Gran Bretaña, levanta centenares de presas hidroeléctricas cada año, mientras centenares de nuevos centros urbanos van mermando terreno al agua y los cultivos (National geografic, mayo 2008. p. 114).

Cada año las factorías chinas descargan unas 40.000 millones de toneladas se residuos no tratados a los ríos, lagos y zonas costeras, un volumen que equivale al caudal del rio Amarillo, arruinando tierras antes fértiles y disminuyendo exponencialmente los recursos hídricos potables. El Gran Canal tiene cada vez más tramos que asemejan una cloaca al aire libre.

En un país que no conocía los vertederos, donde casi todo se reciclaba, se están instalando miles de nuevos vertederos cada año que ocupan ya cerca de 1200 Km2 de suelo.

Toda la provincia de Guandong se ha convertido en un inmenso vertedero "multinacional" al aceptar el "negocio" los residuos industriales de otros países.

Crisis de sobrecapacidad

Ha sido sobre todo la exportación la que ha tirado de la demanda en China. El superávit chino en 2007 era ya de 378.000 millones de $ (12% del PIB). Desde una perspectiva global estos superávits han sido absorbidos por los déficits comerciales de EEUU (La Unión Europea y Japón mantienen equilibrada su Balanza de Pagos)

El consumo de carbón se ha más que duplicado desde 1990 a base construir una media de dos plantas carboníferas a la semana con lo que ya ha superado a EEUU en emisiones de CO2. El boom inmobiliario y en infraestructuras está consumiendo el 54% de la producción mundial de cemento y el 36% de la de acero.

Pero si el actual nivel de inversión se mantiene y la demanda de EEUU ya no responde como hasta hace poco, esto dejará a China con un enorme exceso de capacidad de producción que la demanda final del mercado mundial no podrá absorber. China experimentará una crisis de sobreproducción que dejará inutilizada buena parte de la capacidad instalada.

Los edificios monstruosos construidos a un ritmo "olímpico" en Pekin y otros centros urbanos por los más afamados arquitectos occidentales seguramente van a quedar vacíos, las factorías abandonadas, los altos hornos, astilleros, centrales térmicas e hidroeléctricas, ... sin pedidos y sin demanda, dejando una estela de millones de obreros sin trabajo y sin posibilidad de volver a sus zonas de origen destruidas por la polución y/o expoliadas de sus recursos hídricos.

Movilizaciones y protestas

La alocada carrera capitalista conlleva protestas en aumento. Según datos oficiales las "quntixing shijian" (término que incluye todo tipo de manifestaciones, sentadas, huelgas, marchas, bloqueo del tráfico, toma de edificios, etc.) han pasado de unos 8.700 casos en 1993 a 32.000 en 1999, 50.000 en 2002, 58.000 en 2003, 74.000 en 2004 y 90.000 en 2005. Grupos de derechos laborales radicados en Hong Kong estiman en 300.000 los casos acaecidos en 2003. En diciembre de 2005 enfrentamientos entre campesinos y la Policía Armada del Pueblo (especie de paramilitares) en la aldea de Dongzou, provincia de Guandong, provocaron decenas de víctimas.

Los motivos de los disturbios son variados: confiscación de tierras (los campesinos no poseen la tierra sino que tienen contratos de uso por 30 años) sin compensación y reasentamientos en tierras peores, evicciones, corrupción, prohibición de sindicatos libres (excepto el sindicato único oficial), polución y contaminación de acuíferos, ríos, lagos. Lluvia ácida, etc.

Las protestas lograron una reforma impositiva en 2002 que redujo significativamente la carga fiscal campesina y ciertas mejoras en gasto social, educación y sanidad.

En general la respuesta de las autoridades ha sido la de aislar, en lo posible, los disturbios, permitiendo algunos y reprimiendo otros. Utilización de fuerzas paramilitares y provocadores. Detenciones "a posteriori" de dirigentes... Pero lo que más importa es el estricto control de la información. El apagón informativo. El control de los reportajes y filmaciones o fotos (la policía, en cambio, hace uso de las cámaras para actuar luego contra los dirigentes). Internet, a pesar de los esfuerzos policíacos para controlar la información, se ha convertido en un medio eficaz para filtrar la información. Lo que más temen las autoridades es la conexión entre sí de las protestas y sobre todo la participación de la intelectualidad (estudiantes, licenciados, técnicos, ... )

¿Capitalismo keynesiano en China?

Se ha dicho que la economía capitalista china habría de ser reestructurada de una manera más "sostenible" reorientándola hacia la demanda interna y el consumo.

Supongamos que la globalización neoliberal no es lo que atestigua la experiencia cotidiana y que al Partido Comunista Chino le quedara algo de las motivaciones de sus fundadores y tuviera la visión suficiente para comprender que, en aras de los intereses a largo plazo, es necesario hacer algunas concesiones a los trabajadores chinos y los campesinos con el fin de crear un mercado y una demanda interior.

Podría corroborarlo la entrada en vigor en enero de 2008 de la nueva ley del Contrato de Trabajo - exigencia de contrato escrito, indemnización por despido de un mes por año trabajado, regulación de la jornada laboral y paga extra por horas extraordinarias, contribución obligatoria de un 13 al 15% del salario al fondo social y de pensiones, negociación colectiva en el marco del sindicato oficial... - . Pero se busca más el efecto propagandístico que su implementación real. Si la ley se desarrolla como se han venido respetando las leyes medioambientales en China pueden estar tranquilos capitales y capitalistas al respecto.

El partido no tiene intención ni dispone de los medios para imponer dicha redistribución a las empresas transnacionales, a los ricos capitalistas chino (muchos de los cuales con íntimas conexiones dentro del partido y el gobierno) y a los corruptos gobiernos provinciales y locales integrantes de estructuras mafiosas descentralizadas en alianza con capitalistas nacionales y extranjeros.

La aplicación de la nueva ley laboral implicaría un aumento de los costes laborales de entre el 15 y el 20% en la mayoría de las industrias lo cual significaría en las condiciones actuales el cierre de al menos 1/3 de las plantas operando en el territorio.

En que queda pues espejismo de un capitalismo chino a la keynesiana con demanda interna de peso y en la senda de la estabilidad y el crecimiento como desean muchos sponsors de los Juegos Olímpicos, una locomotora industrial que conduciría a la economía mundial capitalista a otra "edad de oro" o por lo menos substituiría a la hueca economía norteamericana.

Se trata de una contradicción inherente al modelo capitalista neoliberal depredador basado en la hiperexplotación de los recursos. Desea más y más consumidores para vender lo producido por trabajadores no consumidores. Cuando agota un territorio, sus recursos y su población, se va a otra zona para mantener o incrementar la tasa de explotación.

El problema es que ya no hay más espacio ecológico para una nueva expansión "a la manera capitalista". La deriva capitalista actual de China, sin necesidad de llegar a la utopía de los chinos viviendo la "american way of life", está precipitando el colapso ecológico del planeta.

China consume en la actualidad el 15% de toda la energía mundial y si se mantiene la actual tasa de crecimiento superará el consumo energético de EEUU muy pronto. Pero el consumo energético chino se obtiene en un 70% del carbón con lo que en 7 años se habrá más duplicado el carbón que queman los chinos para producir energía. Las centrales nucleares proyectadas en nada van a sustituir el ritmo frenético de construcción de nuevas centrales térmicas.

El consumo de petróleo chino, si se mantiene la senda actual de crecimiento, se doblará en 9 años. Si eso es así, en la próxima década superaría el consumo actual de EEUU en 1,5 veces.

Con el Peak Oil en ciernes y el poco margen que queda para evitar el hipercalentamiento climático ¿es esta la perspectiva a seguir en condiciones de capitalismo?

Cifras

. El 80% del PIB chino está directamente relacionado con el sector exportador

. El Consumo doméstico ha pasado del 50% del PIB en 1980 a menos del 33% en la actualidad.

. China se ha convertido en el 2º país asiático con más desigualdades sociales (después de Nepal). En 2005, de acuerdo con el Boston Consulting Group, China contaba con 250.000 millonarios en dólares (excluyendo el valor de su primera residencia). El grupo, que representa menos del 0.4% de la población, detenta más del 70% de la riqueza y entre ellos unos centenares disponen de más de mil millones de dólares cada uno y la desproporción sigue aumentando. El 90% de los 20.000 más ricos son vástagos de altos cargos del PC chino. Wen Jibao, es uno de los primeros ministros más ricos del mundo. Su hijo es el propietario de la mayor private equity de China y su mujer controla el negocio de la joyería chino. Jiang Zemin, secretario general del partido, posee un riqueza estimada en más de 1.500 millones de dólares mientras que la de Zhu Rongii, antiguo primer ministro, rondaría los 1.000 millones.

. China es el país donde más Rolls Royce se venden (397.000 $/unidad). LVMH, Moët Henessy Louis Vuitton, primera firma mundial en productos de lujo, planea abrir 2 o tres sucursales al año en China.

. "Orange County es un enclave residencial fuertemente custodiado al norte de Pekín y con casas de un millón de $ al estilo Beverly Hills, diseñado por un arquitecto de Newport Beach y decorado por Martha Stewart.

. China construye una media de 2 plantas energéticas de carbón a la semana añadiendo cada año una capacidad energética equivalente a toda la capacidad de Gran Bretaña (National geografic, mayo 2008. p. 114) , tiene 11 plantas nucleares en funcionamiento y planea construir más de trescientas en las próximas décadas.

. 1000 coches más cada día en Pekín

. Importaciones de petróleo: 1996, 166 millones de barriles; 2006, 1.065 millones de barriles.

. 1978, 172 millones vivían en ciudades. 2007, 577 millones (40% del total). Cada año 10 millones abandonan el campo y aparecen cientos de ciudades industriales.

. De las 660 ciudades chinas, 400 sufren escasez de agua (más de 100 con escasez severa).

. Cada año 4.000 millones de toneladas de aguas residuales contaminadas se arrojan al rio Amarillo. El 50% del rio Amarillo - que en buena parte es de otros variados colores - está biológicamente muerto y a menudo el agua se agota en el último tramo al pasar por las "aldeas del cáncer" antes de llegar al mar. Para "remediarlo" el gobierno aprobó en 2007 una inversión de 52.000 millones de $ en industrias químicas a instalar en sus orillas al norte de Yinchuan (la parte menos dañada)

. Entre 1987 y 1992 se reconvirtieron una media de 1.000.000 de Ha de tierras agrícolas a usos urbanos. Por toda China los campesinos pierden sus tierras frente a la marea urbana sin compensación y a menudo con represión por parte de los funcionarios corruptos. La especulación en tierras de la periferia urbana se ha convertido en la principal forma de corrupción oficial en el país.

. 350.000 personas fueron reasentadas sólo para dejar espacio para la construcción del estadio olímpico mientras que para que los visitantes y periodistas no vean la pobreza miserable se demolieron miles de casas reubicando forzosamente a sus moradores en la periferia. Por su parte Shanghai forzó la relocalización de 1.5 millones de personas entre 1991 y 1997 para dejar espacio a rascacielos, apartamentos de lujo y centros comerciales. Pekín por los mismos motivos expulsó a 1 millón durante el mismo período.

. Inversión procedente del exterior: 50.000 millones/año (2000 - 2005)

. El 9% de las exportaciones chinas a EEUU van a parar a la cadena Wal-Mart. Un obrero chino que fabrica un juguete muy popular en USA (Thomas the Tank Engine) habría de trabajar 6 meses para poder comprarlo.

. Déficit comercial USA/China: 6.000 millones en 1985, 266.000 millones en 2008.


Andy Xie: "China superará a EEUU como primera potencia en 15 años"

-------------

No hay comentarios.:

Publicar un comentario