sábado, 27 de mayo de 2017

La falsificación de los informes sobre el empleo de armas químicas por el ejército sirio


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La falsificación de los informes sobre el empleo de armas químicas por el ejército sirio

 

 


El 4 de abril se produjo un ataque con armas químicas en Jay Sheyjun que, al ser imputado falsamente al gobierno de Bashar Al-Assad, sirvió como excusa perfecta para desencadenar un ataque de la aviación estadounidense contra un aeródromo militar sirio.
La situación es típica para unos ejércitos imperialistas metidos en faenas propias de la policía: primero le detenemos y luego ya veremos de qué le acusamos.
En efecto, fue después de la agresión de Estados Unidos contra Siria, no antes, cuando los imperialistas se volcaron en tratar de mostrar algunas pruebas para justificar lo que no fue otra cosa que una declaración de guerra, o sea, otra más.
En auxilio de Estados Unidos acudieron los demás países satélites que recurren a informes del espionaje y demás servicios que ya no son tan “secretos” como antes. Ahora los espías son los mejores periodistas: trabajan para los medios de comunicación y, además, lo hacen gratis. Es el periodismo de “filtración” (que en todos los países es un delito).
Uno de esos servicios “secretos” son los franceses, cuyo informe lo publicaron medios como Huffington Post (1) y, lo mismo que las armas de destrucción masiva en Irak, no deja lugar a ningún género de dudas: el ataque fue dirigido por el ejército regular sirio que, por lo visto, no destruyó sus arsenales químicos, como se certificó en su momento.
El gobierno sirio reaccionó airadamente (2), como es lógico, pero el desmentido no trascendió a nadie; los comunicados de los imperialistas nos los tenemos que tragar uno por uno, pero los del gobierno sirio no tienen credibilidad... ¿Por qué? Entre otras cosas porque el comunicado oficial del Ministerio francés de Asuntos Exteriores se emitía poco antes de la primera vuelta de las elecciones presidenciales.
En 2014 se publicó un libro en Francia, titulado “Los caminos de Damasco”, sobre la manera en la que los servicios “secretos” redactan sus informes sobre Siria sin haber podido verificar ningún extremo sobre aquello acerca de lo que se pronuncian. Dada la fecha de la publicación, la obra no puede aludir a ataque a Jay Sheyjun, pero expone una forma de funcionamiento que, en esencia, se reduce simplmente a respaldar una decisión política ya adoptada de antemano por los responsables políticos y diplomáticos: Siria siempre es culpable.
Los documentos de la inteligencia militar no son otra cosa que borradores, cuyos textos originales son tuneados para la ocasión, antes de que los jefes los firmen oficialmente para respaldar a los ministros y miembros del gobierno que deben dar la cara ante los periodistas. Por lo tanto, ningún gobierno se apoya en informes de inteligencia, sino al revés: los informes de inteligencia se redactan de manera tal que apoyen las decisiones tomadas por el gobierno.
En 2013 los informes sobre armas químicas se apañaron para derrocar a Al-Assad y los de 2017 para justificar una agresión militar previa. Todos ellos, tanto los franceses, como los británicos, como los israelíes, fueron elaborados en comandita y colectivamente, como ya explicó el diario Le Monde en marzo de este año en referencia a la Operación Ratafia. Todos ellos son igual y absolutamente falsos.
En su momento, la falsedad de los informes del espionaje estadounidense de 2013 sobre el ataque químico en la Ghouta oriental ya fue puesta de manifiesto por Theodore Postol, profesor del MIT (3). En 2014 ocurrió algo parecido con motivo de otro ataque de la misma naturaleza (4) y lo mismo ha ocurrido con el informe del espionaje francés (5).
Los de la OIAC, como todos los organismos internacionales, es punto y aparte. Sometido a una fuerte presión (por parte de quien puede presionar, los imperialistas) hizo lo mismo que quienes le presionan: sin enviar a ningún delegado sobre el tereno, publicó un informe en el que no informaba de nada: un arma química ha explotado en Jay Sheyjun y es posible que se trate de gas sarín.
En contra de lo que dijo la prensa, la OIAC no imputaba el hecho al gobierno de Siria. A fecha de hoy, a pesar de las insistentes peticiones de Rusia, aún no ha enviado a nadie a Siria a inspeccionar los restos y para cuando lo envíe a alguien, el viaje será en vano; no servirá para nada; no habrá nada que investigar y ya nadie se acordará del fraude.
(1) http://www.huffingtonpost.fr/2017/04/26/ayrault-presente-les-preuves-de-la-responsabilite-de-damas-dans_a_22056118/
(2) http://www.lexpress.fr/actualite/monde/proche-moyen-orient/attaque-chimique-le-regime-syrien-rejette-les-accusations-de-la-france_1902949.html
(3) http://www.globalresearch.ca/assessment-of-white-house-intelligence-report-about-nerve-agent-attack-in-khan-shaykhun-syria/5584867
(4) http://www.voltairenet.org/IMG/pdf/possible-implications-of-bad-intelligence.pdf
(5) http://www.washingtonsblog.com/2017/05/flawed-chemical-analysis-french-intelligence-report-april-26-2017-alleging-syrian-government-sarin-nerve-agent-attack-khan-sheikhoun-april-4-2017.html

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