Para
que tengan, para que guarden y para que archiven. Trump tiene misiles y
bombas de todos los gustos y colores para todos. Incluso para sus
socios. Pero también ha demostrado que con un bidón de gasolina y una
cerilla igualmente puede hacer estragos. Y ahora ha dejado bien servida a
la OTAN.
El Dr. Armando Fernández Steinko opina que continúa el
desconcierto con el jefe de Estado nortemericano. Advierte que "hay una
necesidad de tener cuidado con Trump porque uno no sabe lo que va a
decir. Por un lado hace unas declaraciones positivas que apuntan a una
colaboración internacional en la guerra contar Daesh, pero luego
alimenta a sectores que alimentan a fundamentalistas".Casi como marcando territorio, en su discurso la canciller alemana Angela Merkel se sitinó con fe para darle una cátedra a Trump, en lo que fue casi una injerencia en las decisiones de un presidente de un país soberano: "no es el aislacionismo y el levantar muros los que nos lleva el éxito, sino las sociedades abiertas", casi como buscándole las cosquillas al inquilino de la Casa Blanca.
A renglón seguido, llegó el contragolpe de Trump. Dio una respuesta cargada de demandas a sus socios, a las que la prensa de Europa recibió hasta casi con cierto complejo de inferioridad al calificarlas como una humillación pública. Al inquilino de la Casa Blanca no le tembló la voz cuando hizo un reclamo al que supo justificar:
"Los miembros de la OTAN deben aportar su parte. 23 de los 28 Estados no lo hacen. Y esto no es justo para los contribuyentes estadounidenses", dijo Trump. Parece que en la Unión Europea, donde levantan la bandera de la moral y la defensa los derechos de las personas, no se ve con buenos ojos que un presidente de un país que no pertenece al bloque, defienda los derechos de sus contribuyentes.
En
este sentido, Fernández Steinko opina que "Merkel representa dentro de
Europa una orientación muy particular. Es la cabeza de un país
beneficiado por unas políticas comerciales expansionistas enormemente
agresivas, que no solamente van a costa de otras economías no europeas
como EEUU, sino también de otros países europeos, como toda la periferia
sur, incluso Francia".
El experto explica que "a Merkel le
preocupa mucho que un país influyente tras otro le critique su política
comercial agresiva, y claro, desde el punto de vista de la Alianza
Atlántica y de la cooperación que se espera de socios estratégicos", (…)
las palabras de Trump "no sintomatizan un espíritu cooperativo, y una
alianza muy ceñida y estratégica entre los socios, sino más bien,
fracturas".Fernández Steinko desgrana el momento actual que vive la Alianza: "No es el mejor momento de la OTAN por tres razones: primero, no se ha definido claramente y de forma unívoca el enemigo común, aunque la palabra 'terrorismo' lo admite todo; en segundo lugar, hay unas diferencias crecientes en el tema presupuestario. Europa no tiene capacidad política para aumentar su presupuesto militar. Y en tercer lugar hay una contradicción que emana de que Alemania está practicando una política comercial extremadamente agresiva que amenaza con el proyecto europeo mucho más que Trump y su crítica a la UE", señala el experto.
"La
política económica alemana es el origen del posible fracaso del proceso
de integración europea. Y si Alemania no cambia esa política (el
presidente de Francia, Emmanuel) Macron va a perder muy rápidamente el
apoyo electoral que tiene y vamos a volver en poco tiempo a un escenario
muy parecido al de hace dos meses, en que las fuerzas anti
neoliberales, de izquierdas y de derechas, se pueden imponer en muchos
países de Europa", sentencia el Dr. Armando Fernández Steinko.
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