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Bolivia demuestra su vocación pacifista
Por Carmen Esquivel Sarría
La Paz, 10 jul (PL) Con la devolución a Chile de dos carabineros que violaron el territorio nacional, Bolivia ratificó su vocación pacifista y la defensa del diálogo como una vía posible hoy para resolver antiguos diferendos entre ambos países. (PLRadio)
'El odio y la venganza se vencen con clemencia y tolerancia', fue la frase que escribió el presidente, Evo Morales, en su cuenta de Twitter tras dar a conocer la decisión de liberar, sanos y salvos, al suboficial Jaime Rubén Díaz y al cabo segundo Nicolás Antonio Morales.
Los policías fueron aprehendidos luego de penetrar 7,5 kilómetros en suelo nacional, con armas de fuego, para supuestamente perseguir a un auto robado que nunca se encontró.
A pesar de que intentaron darse a la fuga, las autoridades trataron con todo respeto y dignidad a los arrestados y en 48 horas los restituyeron a su patria.
'No los estamos expulsando y ellos siempre serán bienvenidos cuando nos visiten y cuando quieran hacer alguna actividad oficial', afirmó el ministro de Gobierno Carlos Romero, luego de entregar a los uniformados a sus autoridades.
El director de Carabineros de Chile, Bruno Villalobos, agradeció el gesto de Bolivia y lo consideró como 'la mejor decisión'.
El hecho contrasta con el trato dado a siete aduaneros y dos militares de este país detenidos el 19 de marzo por carabineros en un confuso incidente fronterizo.
Los nueve bolivianos, quienes participaban en el enfrentamiento al contrabando, debieron permanecer 101 días en una cárcel de Iquique, acusados de porte de armas, robo y otros delitos.
Al término de un proceso considerado injusto aquí, la jueza de Pozo Almonte Isabel Peña los condenó a tres años de prisión, aunque sustituyó esa pena por su expulsión del territorio y una multa de casi 50 mil dólares.
'Hay una abismal diferencia de comportamiento entre el gobierno de Chile y nuestro gobierno', advirtió el ministro de la Presidencia, René Martínez.
En opinión de Martínez, la devolución de los dos detenidos es un reflejo de la cultura del diálogo y de paz de Bolivia.
'Ojalá este sea un punto de inflexión para que las relaciones entre los dos países finalmente tomen el rumbo que deben tomar', afirmó, por su parte, el ministro de Justicia, Héctor Arce, quien abogó por la vía pacífica para la solución de las controversias.
Ambas naciones están enemistadas desde hace más de un siglo, cuando en 1879 una invasión del país vecino le arrebató a Bolivia 400 kilómetros de litoral y 120 mil kilómetros cuadrados de territorios ricos en minerales.
En 2013 el presidente, Evo Morales, decidió llevar el caso a la Corte Internacional de Justicia de La Haya y el 24 de septiembre de 2015 ese tribunal se declaró competente para atender la reivindicación.
Pero la salida marítima no es el único tema pendiente entre La Paz y Santiago. A él se suman el desvío del río Lauca, que provocó una ruptura de relaciones en 1962; el de los afluentes Caquena y Uchusuma, y el de los manantiales del Silala.
El Gobierno boliviano ha insistido en numerosas ocasiones en el diálogo como el camino para solucionar las antiguas diferencias y ahora llamó al país vecino a crear una comisión de trabajo conjunta y permanente para resolver incidentes fronterizos.
Los dos países comparten una frontera de alrededor de 900 kilómetros y se estima que el 70 por ciento del contrabando que ingresa a esta nación lo hace desde Chile.
'Invito a Chile a trabajar en un diálogo fructífero para acuerdos y protocolos bilaterales, a fin de dar solución a casos como éstos y fortalecer el combate al contrabando, sin discriminación entre nuestros pueblos y a favor de la paz', dijo el jefe de Estado.
El documento constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) aboga por construir en la región un espacio de hermandad y diálogo.
La posición de Bolivia de devolver este domingo a Chile a los dos carabineros, en el punto fronterizo de Tambo Quemado-Chungará, está en consonancia con ese objetivo.
agp/car
La Paz, 10 jul (PL) Con la devolución a Chile de dos carabineros que violaron el territorio nacional, Bolivia ratificó su vocación pacifista y la defensa del diálogo como una vía posible hoy para resolver antiguos diferendos entre ambos países. (PLRadio)
'El odio y la venganza se vencen con clemencia y tolerancia', fue la frase que escribió el presidente, Evo Morales, en su cuenta de Twitter tras dar a conocer la decisión de liberar, sanos y salvos, al suboficial Jaime Rubén Díaz y al cabo segundo Nicolás Antonio Morales.
Los policías fueron aprehendidos luego de penetrar 7,5 kilómetros en suelo nacional, con armas de fuego, para supuestamente perseguir a un auto robado que nunca se encontró.
A pesar de que intentaron darse a la fuga, las autoridades trataron con todo respeto y dignidad a los arrestados y en 48 horas los restituyeron a su patria.
'No los estamos expulsando y ellos siempre serán bienvenidos cuando nos visiten y cuando quieran hacer alguna actividad oficial', afirmó el ministro de Gobierno Carlos Romero, luego de entregar a los uniformados a sus autoridades.
El director de Carabineros de Chile, Bruno Villalobos, agradeció el gesto de Bolivia y lo consideró como 'la mejor decisión'.
El hecho contrasta con el trato dado a siete aduaneros y dos militares de este país detenidos el 19 de marzo por carabineros en un confuso incidente fronterizo.
Los nueve bolivianos, quienes participaban en el enfrentamiento al contrabando, debieron permanecer 101 días en una cárcel de Iquique, acusados de porte de armas, robo y otros delitos.
Al término de un proceso considerado injusto aquí, la jueza de Pozo Almonte Isabel Peña los condenó a tres años de prisión, aunque sustituyó esa pena por su expulsión del territorio y una multa de casi 50 mil dólares.
'Hay una abismal diferencia de comportamiento entre el gobierno de Chile y nuestro gobierno', advirtió el ministro de la Presidencia, René Martínez.
En opinión de Martínez, la devolución de los dos detenidos es un reflejo de la cultura del diálogo y de paz de Bolivia.
'Ojalá este sea un punto de inflexión para que las relaciones entre los dos países finalmente tomen el rumbo que deben tomar', afirmó, por su parte, el ministro de Justicia, Héctor Arce, quien abogó por la vía pacífica para la solución de las controversias.
Ambas naciones están enemistadas desde hace más de un siglo, cuando en 1879 una invasión del país vecino le arrebató a Bolivia 400 kilómetros de litoral y 120 mil kilómetros cuadrados de territorios ricos en minerales.
En 2013 el presidente, Evo Morales, decidió llevar el caso a la Corte Internacional de Justicia de La Haya y el 24 de septiembre de 2015 ese tribunal se declaró competente para atender la reivindicación.
Pero la salida marítima no es el único tema pendiente entre La Paz y Santiago. A él se suman el desvío del río Lauca, que provocó una ruptura de relaciones en 1962; el de los afluentes Caquena y Uchusuma, y el de los manantiales del Silala.
El Gobierno boliviano ha insistido en numerosas ocasiones en el diálogo como el camino para solucionar las antiguas diferencias y ahora llamó al país vecino a crear una comisión de trabajo conjunta y permanente para resolver incidentes fronterizos.
Los dos países comparten una frontera de alrededor de 900 kilómetros y se estima que el 70 por ciento del contrabando que ingresa a esta nación lo hace desde Chile.
'Invito a Chile a trabajar en un diálogo fructífero para acuerdos y protocolos bilaterales, a fin de dar solución a casos como éstos y fortalecer el combate al contrabando, sin discriminación entre nuestros pueblos y a favor de la paz', dijo el jefe de Estado.
El documento constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) aboga por construir en la región un espacio de hermandad y diálogo.
La posición de Bolivia de devolver este domingo a Chile a los dos carabineros, en el punto fronterizo de Tambo Quemado-Chungará, está en consonancia con ese objetivo.
agp/car
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