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Los que llevaron a Temer al poder en Brasil ahora buscan reemplazo. Lula alertó sobre el reciclaje
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Advertencia
de Luiz Inácio Lula da Silva: ante el desgaste de Michel Temer los
mismos grupos de interés que lo llevaron al poder, con la cadena Globo como guía, planean quitarlo del medio para que el régimen pueda reciclarse sin convocar a elecciones.
“La razón por la cual nosotros queremos la salida de Temer no es la misma razón por la cual Globo quiere la salida de Temer. Por eso les digo que tenemos que estar atentos ante lo que está pasando en estas horas” dijo Lula frente al rumor de que Rodrigo Maia, presidente de la Cámara de Diputados, asuma el control del Palacio del Planalto.
Maia, que este viernes se reunía con legisladores argentinos en Buenos Aires, pertenece al partido Demócratas que en los años 70 (cuando se llamaba Arena) dio su apoyo a la dictadura y en 2016 integró la tropa de choque que derrocó a Dilma Rousseff. “Se está especulando mucho sobre la posibilidad de que saquen a Temer para poner a Rodrigo Maia, Maia es tan desastroso como Temer (...) los dos están comprometidos con el golpe y el retroceso nacional” dijo ayer Gleisi Hoffmann, la flamante titular del Partido de los Trabajadores (PT).
Lula, Dilma, Hoffmann y la dirigencia del PT se reunieron para definir la línea de acción contra el gobierno “usurpador” además de renovar el llamado a elecciones directas para restablecer la democracia plena a lo que se opone el bloque conservador aparentemente inclinado por el ascenso de Maia como pieza de recambio de un régimen reprobado por ocho de cada diez brasileños.
En paralelo el presidente, apoyado por uno de cada diez ciudadanos, comienza a ser abandonar sus socios en la Cámara de Diputados donde ingresó la denuncia de corrupción formulada por la Procuraduría con base en las evidencias sobre la existencia de una gavilla que recibió millones de dólares del frigorífico JBS, cuyo titular confesó todo ante el Supremo Tribunal Federal. Si la Cámara baja aprueba, por mayoría especial, el parecer de la Procuraduría y autoriza el juicio a Temer, éste dejará automáticamente el cargo por 180 días. Será su fin.
Ayer el diputado a cargo de la instrucción del caso, el oficialista Sergio Zveiter, se alió a la oposición cuando recomendó que el procurador Janot exponga ante los legisladores. Junto a Zveiter otros congresistas del bloque del gobierno demostraron su disposición de traicionar al mandatario que se aprestaba a viajar a Alemania para participar en la Cumbre de los 20, donde corría el riesgo de ser ninguneado : hasta el jueves por la noche no había sido confirmada ninguna reunión bilateral con alguno de los otros 19 jefes de Estado.
La piedra de toque de esa acusación que está triturando a Temer, es una grabación entre éste y el dueño JBS, Joesley Batista, en la que tratan de temas “republicanos” como el pago de sobornos, la presión a los jueces y acuerdan establecer como enlace entre ambos a Rodrigo Rocha Loures.
Días después de esa conversación ocurrida en marzo pasado el “maletero” Rocha Loures fue filmado cuando cargaba el equivalente a unos 150 mil dólares de coimas. “Es casi un milagro un milagro que temer siga donde está (...) porque las pruebas son incontestables (..) sólo las urnas pueden restablecer la legitimidad (..) y en todos los sondeos Lula es el favorito” dijo Gleisi Hoffmann.
En Brasilia, al hablar frente a la dirección del PT y algunos periodistas, entre ellos el de PáginaI12, Lula formuló un análisis seco, sin adjetivaciones, sobre el estado de la nación. Temer y los suyos “están desmontando la industria, desmontando la soberanía, desmontando nuestro control sobre nuestro territorio, sobre nuestro mar “ planteó Lula, observado por Marco Aurelio García, el ex asesor internacional de los gobiernos petistas, y el embajador Samuel Pinheiro Guimaraes, ex secretario general de la Cancillería.
Lula reivindicó un “Estado fuerte” y aseguró que muchos dentro y fuera del país desaprobaron la legislación petrolera que dio preeminencia a Petrobras y a la construcción de submarinos, uno nuclear, con una empresa francesa.
Antes de arribar a la reunión petista el ex mandatario hizo un comentario sobre la posible injerencia de Estados Unidos en la asonada que derrocó a Rousseff, un tema que ha tratado pocas veces.
Refirió a las masivas, a la vez que eclécticas, protestas de 2013 de las que salió muy debilitado el gobierno dilmista, y del sospechado, aunque no demostrado, apoyo nortemaericano a la estrategia desestabilizadora. “Siempre tuve muchas dudas respecto del movimiento de 2013, eran manifestaciones en las que había muchos intereses en juego y el principal de ellos era sacar al PT del gobierno, creo que hay mucha gente importante interesada en desestabilizar a Brasil”.
En aquellos años “Brasil se había convertido en un protagonista internacional, era el país que había incluido a los pobres en el presupuesto del Estado, el país que experimentó el ascenso más importante en el mundo durante la primera década del siglo XXI, ningún país logró hacer lo que Brasil hizo en apenas 12 años”.
Y luego remató: “creo que había intereses norteamericanos para que Brasil no tuviera éxito. Lo que digo es un pálpito porque no tengo ninguna prueba”.
www.pagina12.com.ar
“La razón por la cual nosotros queremos la salida de Temer no es la misma razón por la cual Globo quiere la salida de Temer. Por eso les digo que tenemos que estar atentos ante lo que está pasando en estas horas” dijo Lula frente al rumor de que Rodrigo Maia, presidente de la Cámara de Diputados, asuma el control del Palacio del Planalto.
Maia, que este viernes se reunía con legisladores argentinos en Buenos Aires, pertenece al partido Demócratas que en los años 70 (cuando se llamaba Arena) dio su apoyo a la dictadura y en 2016 integró la tropa de choque que derrocó a Dilma Rousseff. “Se está especulando mucho sobre la posibilidad de que saquen a Temer para poner a Rodrigo Maia, Maia es tan desastroso como Temer (...) los dos están comprometidos con el golpe y el retroceso nacional” dijo ayer Gleisi Hoffmann, la flamante titular del Partido de los Trabajadores (PT).
Lula, Dilma, Hoffmann y la dirigencia del PT se reunieron para definir la línea de acción contra el gobierno “usurpador” además de renovar el llamado a elecciones directas para restablecer la democracia plena a lo que se opone el bloque conservador aparentemente inclinado por el ascenso de Maia como pieza de recambio de un régimen reprobado por ocho de cada diez brasileños.
En paralelo el presidente, apoyado por uno de cada diez ciudadanos, comienza a ser abandonar sus socios en la Cámara de Diputados donde ingresó la denuncia de corrupción formulada por la Procuraduría con base en las evidencias sobre la existencia de una gavilla que recibió millones de dólares del frigorífico JBS, cuyo titular confesó todo ante el Supremo Tribunal Federal. Si la Cámara baja aprueba, por mayoría especial, el parecer de la Procuraduría y autoriza el juicio a Temer, éste dejará automáticamente el cargo por 180 días. Será su fin.
Ayer el diputado a cargo de la instrucción del caso, el oficialista Sergio Zveiter, se alió a la oposición cuando recomendó que el procurador Janot exponga ante los legisladores. Junto a Zveiter otros congresistas del bloque del gobierno demostraron su disposición de traicionar al mandatario que se aprestaba a viajar a Alemania para participar en la Cumbre de los 20, donde corría el riesgo de ser ninguneado : hasta el jueves por la noche no había sido confirmada ninguna reunión bilateral con alguno de los otros 19 jefes de Estado.
La piedra de toque de esa acusación que está triturando a Temer, es una grabación entre éste y el dueño JBS, Joesley Batista, en la que tratan de temas “republicanos” como el pago de sobornos, la presión a los jueces y acuerdan establecer como enlace entre ambos a Rodrigo Rocha Loures.
Días después de esa conversación ocurrida en marzo pasado el “maletero” Rocha Loures fue filmado cuando cargaba el equivalente a unos 150 mil dólares de coimas. “Es casi un milagro un milagro que temer siga donde está (...) porque las pruebas son incontestables (..) sólo las urnas pueden restablecer la legitimidad (..) y en todos los sondeos Lula es el favorito” dijo Gleisi Hoffmann.
En Brasilia, al hablar frente a la dirección del PT y algunos periodistas, entre ellos el de PáginaI12, Lula formuló un análisis seco, sin adjetivaciones, sobre el estado de la nación. Temer y los suyos “están desmontando la industria, desmontando la soberanía, desmontando nuestro control sobre nuestro territorio, sobre nuestro mar “ planteó Lula, observado por Marco Aurelio García, el ex asesor internacional de los gobiernos petistas, y el embajador Samuel Pinheiro Guimaraes, ex secretario general de la Cancillería.
Lula reivindicó un “Estado fuerte” y aseguró que muchos dentro y fuera del país desaprobaron la legislación petrolera que dio preeminencia a Petrobras y a la construcción de submarinos, uno nuclear, con una empresa francesa.
Antes de arribar a la reunión petista el ex mandatario hizo un comentario sobre la posible injerencia de Estados Unidos en la asonada que derrocó a Rousseff, un tema que ha tratado pocas veces.
Refirió a las masivas, a la vez que eclécticas, protestas de 2013 de las que salió muy debilitado el gobierno dilmista, y del sospechado, aunque no demostrado, apoyo nortemaericano a la estrategia desestabilizadora. “Siempre tuve muchas dudas respecto del movimiento de 2013, eran manifestaciones en las que había muchos intereses en juego y el principal de ellos era sacar al PT del gobierno, creo que hay mucha gente importante interesada en desestabilizar a Brasil”.
En aquellos años “Brasil se había convertido en un protagonista internacional, era el país que había incluido a los pobres en el presupuesto del Estado, el país que experimentó el ascenso más importante en el mundo durante la primera década del siglo XXI, ningún país logró hacer lo que Brasil hizo en apenas 12 años”.
Y luego remató: “creo que había intereses norteamericanos para que Brasil no tuviera éxito. Lo que digo es un pálpito porque no tengo ninguna prueba”.
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