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Empresas fantasmas, chequeras vacías y un blog para bajar de peso: la increíble historia del reclutador de testaferros
Por Martín Angulo 17 de septiembre de 2017
María del Carmen Nieva creía que firmaba la garantía para que su sobrino alquile una casa.
Pero en realidad se estaba convirtiendo en presidenta de una empresa
que transfirió al exterior más de un millón de dólares en pagos
anticipados de importaciones que nunca se hicieron.
Nieva y otras personas prestaban sus nombres para ser presidentes,
directores, accionistas y representantes ante bancos de empresas
fantasmas creadas por una organización criminal liderada por Sung Ku
Hwang, conocido como "Mister Korea", y que sacó del país 300 millones de dólares en la época del cepo cambiario usando las ex declaraciones juradas anticipadas de importaciones (DJAI).
A cambio de firmar para ser grandes empresarios, estás personas recibían entre mil y 1.500 pesos o promesas de trabajo que nunca se concretaron. El encargado de conseguir a esas personas era Juan Gabriel Palacios, el reclutador de testaferros. Esta es su historia.
Palacios tiene 35 años y es empleado administrativo de la obra social
de empleados de comercio, OSECAC. Fue detenido a principio de mes y
cuando declaró ante el juez en lo Penal Económico Gustavo Meirovich
reconoció los hechos. "Lo único que hacía era mover la gente, no sabía qué hacían las empresas", declaró.
Palacios contó que en 2013 conoció a Mario Vega a través de un blog de venta de productos para adelgazar. "Mario me ofreció trabajar de testaferro.
Yo le iba a prestar ni nombre y le di ni número de DNI. Para mí eso era
un trabajo pero me dijo que no califiqué porque estaba en el VERAZ",
sostuvo Palacios.
Vega y Palacios se encargaron de reclutar a los primeros testaferros.
Trabajaron juntos hasta que Vega falleció en 2015. Así, Palacios se
quedó a cargo de la tarea.
El nexo de Palacios con la organización comenzó a ser Martín Ricardo
Park, un coreano de 31 años, que se lo presentó Vega en unas canchas de
fútbol de Puerto Madero. "Martín era el que tenía los trabajos
para representar a las firmas. Cuando fallece Mario, Martín se contacta
conmigo para que lo empiece a ayudar. Me pidió los contactos de la gente
y me ofreció por cada vez que la gente iba a firmar que me pagaba algo,
que no llegaba a mil pesos", dijo Palacios en su indagatoria a la que accedió Infobae junto con otras constancias de la causa penal que tiene
19 procesados por asociación ilícita y lavado de dinero y tres
prófugos, entre ellos el empresario Juan Mariano Martínez Rojas, que
está en Estados Unidos.
La organización comenzó a operar en 2012. En ese momento había cepo
cambiario y no era fácil conseguir dólares a precio oficial. Pero
encontraron una manera: crear empresas y presentar una declaración
jurada de importaciones (DEJAI). De esa manera obtenían dólares
oficiales para traer importaciones que, en realidad, nunca llegaron al
país.
Con el trámite aprobado y los dólares acreditados en las cuentas de las
empresas los dólares eran transferidos a Estados Unidos o Hong Kong, en
China. Otra forma era traer la importación al país pero los montos que
se giraban al exterior eran superiores a los declarados en las DJAI.
El titular de la Aduana, Juan José Gómez Centurión, denunció que 53 empresas realizaban esa maniobra. La
investigación judicial determinó hasta que momento que 14 de esas
empresas obtuvieron ilícitamente 306.862.000 de dólares utilizando DEJAI
falsas entre 2012 agosto de 2016. El jefe de esa asociación ilícita es Mister Korea, preso en la cárcel de Ezeiza junto con otros integrantes de la organización.
"Personas jurídicas ´de cartón´ que servían de estructura a la organización criminal", definió el juez a las empresas.
María Luján Calisesi tiene 42 años y es cocinera de la basílica San José, en el barrio de Flores. Ella
figura como presidente, directora, accionista, socia y apoderada
bancaria de las empresas Gomelba SA, Corifer SA, Brandom SA, ISSEL SA.
Llegó a esos cargos a través de Vega por su empresa de productos
naturales "Forever Living". "Yo firmaba todo esto a título de
colaboración y en su momento nos daban un dinero por hacer todo esto. Yo sabía que firmaba los contratos sabiendo que era cabeza de una empresa, éramos como figuritas", contó Calisesi ante la justicia.
Por firmar cobraba entre 1000 y 1.500 pesos por mes por empresa y en cada trámite que hacía la acompañaban por Vega y Palacios.
Calisesi no tenía capacidad económica para ocupar esos cargos y la
Administración Federal de Ingresos Públicos se lo hizo saber. "Desconocí
todo. La chica quería saber si yo conocía los nombres de las
empresas y me informó que habían facturado 1.500.000 pesos en los años
2014/2015 por cinco meses", contó la mujer.
José María Tiseira era la pareja de Calisesi y también fue testaferro
en tres empresas. "Yo conocía a un señor Mario Vega quien me presentó a
un señor llamado Gabriel Palacios y él me pagaba tres mil pesos
mensuales. Yo lo veía en la galería Güemes. El señor Palacio me pagaba solamente para hacerme firmar unos papeles, pero no sé de qué se trataban esos papeles", declaró Tiseira, de 50 años, en tribunales.
Tiseira contó que una oportunidad Palacios lo acompañó a un banco para
sacar dos chequeras: "Yo salí hasta la vereda con las chequeras y se las
di al señor vacías, no firmé ningún cheque".
El reclutamiento de Palacios llegó hasta su propia familia. Su tia, María del Carmen Nieva, estuvo al frente de TELFS SA. "Firmó
las solicitudes de cambio y transferencias de 1.0449.030 dólares al
exterior, abrió cuentas bancarias a nombre de la sociedad y a través del
banco ICBC se transfirieron las divisas señaladas al exterior", describió el juez Meirovich en su procesamiento. La mujer realizó 12 transferencias a cuentas bancarias en Hong Kong.
Pero la tía creía otra cosa. "Jamás fui presidente, siempre trabajé, nunca tuve cuentas bancarias. Mi sobrino me llevó para firmar unos papeles para alquilar una casa. Firmé porque confiaba en él", declaró la mujer.
Después de los testimonios, la justicia intervino los teléfonos de
Palacios y ordenó tareas de inteligencia. Así se llegó hasta él y su
detención.
Palacios se desligó de cualquier responsabilidad sobre lo que hacían las empresas. "Yo no ordenada, a mi me lo transmitían. Para
mí lo que yo hacía era una gestión, trámites y nunca hubiese
involucrado a mis familiares si sabía qué iban a hacer los chinos. Lo único que hacía era mover la gente, no sabía que hacían las empresas", señaló en su indagatoria.
El reclutador de testaferros señaló que quien le decía lo que tenía que hacer con los prestanombres era Martín Park. "Yo
los encontraba una vez por mes, me mandaba una moto con los sobres, con
todo ya dividido, cada sobre tenía el nombre con el dinero", contó.
Pero el juez no le creyó. Entendió que Palacios cumplía una función
vital: era el nexo entre los organizadores de las empresas y las
personas que le daban apariencia legal con sus firmas.
"No solamente reclutaba a personas físicas sino que,
también, los controlaba mensualmente, abonando por la tarea
convenida, la de prestar su nombre a sociedades y firmar papeles de las
mismas a cambio de una remuneración, encontrando en aquella labor una
segunda etapa de su función, tan importante como la primera. Es
decir, lograba así dar confiabilidad a su gestión, la cual no
solamente era "reclutar" sino luego mantener vigente el
formato para aparentar consistencia a las personas
jurídicas inconsistentes", describió Meirovich el rol de Palacios.
La capacidad económica de Palacios también fue clave en su procesamiento.
Ganaba 20 mil pesos por mes como empleado de la obra social y ese
sueldo era el único ingreso de una familia numerosa. Pero tenía una casa
construida en varios lotes en el partido bonaerense de Ituzaingó muy
superior a la de sus vecinos. "La sola apreciación de tomas
fotográficas del allanamiento realizado en su domicilio se observa que
residía en aquél con comodidades acordes a un nivel de ingresos bastante
al superior al que declara", sostiene la acusación.
Para el juez ese nivel de vida "no podría llevarlo a adelante sino
cuenta con otra actividad, la que claramente adquiere relevancia
–entonces- el trabajo de reclutador/intermediario de la asociación
ilícita a cambio de dinero que le proporciona mantener el estándar alto
de vida con sus escasos recursos lícitos".
Palacios fue detenido pero después de su indagatoria fue excarcelado. Para eso el juez, a pedido del fiscal Germán Bincaz, le
puso una fianza alta: debía pagar 800 mil pesos para recuperar la
libertad. Ese dinero fue apartado por distintas personas y en efectivo.
"Claramente tiene apoyo de la organización", sostienen en tribunales.
Los investigadores creen que Palacios reclutó a más personas para ser
testaferros y trabajan sobre eso. "Pero con lo que tenemos nos alcanza
para mandarlo a juicio oral", confían.
Palacios no fue el único que se encargaba de conseguir prestanombres
para la organización. Esa tarea también estuvo a cargo de Martín Park.
Park tiene 31 años y con un amigo de la infancia, Hui Kuy Lee crearon
dos sociedades, Interbridge SRL y LM Unión SRL. Ambos entraron en
relación con "Mister Korea" que les dijo que había iniciado un negocio
de importaciones y necesitaba gente de confianza para crear empresas.
Los dos comenzaron a trabajar para "Mister Korea" y otros testimonios de
la causa dan cuenta que eran sus subalternos.
Esa tarea la tomó Park entre los empleados del negocio textil que su
padre tiene en el barrio de Flores, según el mismo reconoció en la
justicia. "Nosotros no nos encargamos de hacer trámites, sino únicamente
conseguimos personas de mucha confianza que se necesitaban", sostuvo
sobre lo que hacían con Lee.
Una de esas personas fue Ramón Nazareno Galarza, 42 años, que era
cuñado de una de las empleadas del negocio y quien le presentó a Park.
Galarza fue testaferro en dos empresas y le prometieron trabajo. "Martín me ofrecía un trabajo que si salía todo bien me iba a ir mejor. Nunca me ofrecieron nada de plata", declaró el hombre.
Lo llevaron a firmar documentos en dos oportunidades. "Las dos veces me
vinieron a buscar en auto y me llevaron a firmar a la capital", contó
el hombre de 42 años que vive en Villa Fiorito. Una sola vez le dieron
800 pesos y el trabajo prometido nunca llegó.
Una situación similar vivió una joven de 26 años, Nancy Solange Encina.
"Yo ya estaba como auxiliar de enfermera, trabajaba dos veces por
semana en internación domiciliaria y me pagaban poco. Yo quería tener un
trabajo y ganar lo mismo por menos horas", contó la mujer. Su hermana
trabaja en el negocio de Park y se lo presentó.
"Martín
me propuso trabajar como encargada de un depósito que iba a abrirse y
le firmé unos papeles. Me pidió un curriculum, fotocopia de mi
documento, y me dijo que no era necesario que lea los papeles, que no
pasa nada. Desconozco totalmente el contenido de los papeles pero yo
pensé que para estar en blanco y le pregunté si iba a trabajar y él me
dijo que todavía no había salido el negocio", contó Encina en su indagatoria.
Con su firma se convirtió en presidente, accionista y directora de dos
empresas. Cuando la policía la detuvo Encina no relacionó el hecho con
la firma de los documentos. "Yo soy monotributista y pensé que me habían detenido porque hace tres años que no pago el monotributo", contó. Nunca cobró nada por firmar ni tampoco trabajó como encargada del depósito.
El último caso es el Karina Monzón. Ella fue presidente, accionista,
empleada y vinculada a las cuentas bancarias de la empresa Vinkem SA. Se
lo propuso Mister Korea que le pagaba dos mil por mes. "A mi me
ofrecieron en mi barrio que firme para la empresa. Hice más de veinte
veces viajes a escribanías, trámites para ir al banco, retirar
chequeras y otras cosas", relató en la justicia la mujer.
También esperaba tener un trabajo. "Me prometieron que iba a trabajar llevando papeles pero nunca pasó nada", contó.
Todos los testaferros declararon que no sabían lo que hacían las empresas. También que algunas de sus firmas habían sido falsificadas. Solo aceptaron firmar por la necesidad de dinero o de un trabajo. Pero el juez Meirovich consideró que no podían desconocer que eran parte de una organización criminal.
"Algunos
por confianza y otros por mero interés en la retribución, pero siempre
con conocimiento de que no ocupaban ningún rol o eran titulares de
cuentas en empresas etc., y que ello lo hacían para
favorecer a terceros que ni siquiera podían recordar sus nombres", sostuvo el magistrado.
Los seis prestanombres fueron procesados por los delitos de asociación
ilícita, contrabando y lavado de dinero y tras ser detenidos recuperaron
la libertad.
Por los mismos delitos también están procesadas otras 13 personas,
entre ellas Palacios, Park y Mister Korea. Además de integrantes de un
estudio contable.
La Cámara Penal Económico confirmó los procesamientos de Mister Korea,
de Park, de la la mayoría de los testaferros y de otros acusados, por lo
que quedaron en condiciones de ser enviados a juicio oral.
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