La República de
Yemen es un país del oriente medio, situado entre Oriente Próximo
y África, que limita con Omán y Arabia Saudita. Desde el 26 de marzo de
2015 a la fecha, está sumido en un conflicto armado iniciado por la
coalición del Golfo Pérsico y África del Norte, encabezada por Arabia
Saudita, la que -a favor del actual mandatario Abd Rabbuh Mansur
al-Hadi- bombardea regiones controladas por los hutíes y las tropas
leales al expresidente Alí Abdullah Saleh.
Arabia Saudita, ayudada por Estados Unidos e Israel, asedia, bloquea y ataca al pueblo yemení. Esto, sumado a la epidemia de cólera que se ha ido profundizando en el país desde octubre del año 2016, ha causado un profundo daño en la nación.
La zona geográfica y de navegación de Yemen, es estratégica. Allí se transporta el 40 por ciento de todo el petróleo que consume el mundo europeo. Por esto, el país ha estado sometido a una guerra de agresión, cuyas consecuencias podemos comprender de manera más palpable y cruda, a través de las cifras publicadas por el medio Al-Mayadeen. Esta es la devastación del pueblo yamaní:
7 millones enfrentan la hambruna y necesitan ayuda alimentaria y médica
La destrucción de parte importante de la infraestructura sanitaria, industrial, vial, de miles de viviendas, sumado a una situación de crisis humanitaria y el bloqueo aéreo, naval y terrestre, pone en peligro la vida de los 27 millones de habitantes de Yemen, a través de la hambruna y de enfermedades que se propagan rápidamente.
4.125 civiles muertos, entre ellos más de 1.200 niños, además de 7.000 heridos
Los incesantes bombardeos aéreos realizados por la triada de Arabia Saudita,Israel y Estados Unidos son una de las principales causas de los homicidios en Yemen. Asimismo, la batalla de los hutíes en defensa de la nación contra los ataques de los partidarios de la coalición Saudita, también ha dejado víctimas civiles.
14.8 millones carecen de atención médica
Además del cerco que impide la llegada de productos y medicina, Arabia Saudita impuso el 6 de noviembre un bloqueo temporal de puertos aéreos, marítimos y terrestres, negando la entrada, incluso, de ayuda humanitaria. Pese a las exigencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), recién este miércoles la coalición decidió levantar el acceso. "Lanzamos otro llamamiento urgente para que permitan la entrada de suministros de primera necesidad en respuesta a la que es ya la peor crisis humanitaria del planeta" decía un desesperado comunicado firmado por la Unicef, el Programa Mundial de Alimentos y la Organización Mundial de la Salud (OMS), dirigido a la coalición, el 16 de noviembre pasado.
2.2 millones de niños sufren desnutrición aguda
"El país más pobre del mundo está viviendo el colapso de su sistema de salud debido al constante conflicto", afirma la Unicef. De los 2,2 millones de niños yemeníes tienen desnutrición aguda, 462.000 sufren desnutrición aguda grave; casi 3 veces más que los niveles registrados en el país en 2014. Si no reciben tratamiento, la probabilidad de que estos menores mueran, se multiplica por 11 respecto a la de los niños sanos. Incluso, si sobreviven, es posible que no desarrollen todo su potencial, lo que supone una amenaza para toda una generación en Yemen y que podría atrapar a este país en un círculo de pobreza profundo, asegura la organización.
Más de 900 mil sospechosos de padecer el cólera
La epidemia de cólera en Yemen -en estos momentos la más extensa del mundo según la OMS-, se ha propagado rápidamente debido al deterioro de las condiciones higiénicas y de saneamiento, y por el difícil acceso al agua, que afecta a millones de habitantes, producto de los ataques que sufre el país. "Los profesionales de la salud de Yemen trabajan en condiciones imposibles", asegura el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.
3.27 millones de desplazados, la mitad de ellos son niños
Ante los horrores del conflicto, y pese a la inseguridad y el riesgo, los yemeníes huyen de la violencia, desplazándose tanto dentro como fuera del país. "Algunos se han refugiado en espacios comunitarios y públicos, como escuelas y centros de salud, mientras que otros viven en edificios sin terminar o a la intemperie. Muchos de los desplazados, numerosos niños entre ellos, sufren desnutrición y otros padecen angustia y requieren asistencia psicosocial", dijo en marzo de este año, el portavoz de Acnur, William Spindler.
Arabia Saudita, ayudada por Estados Unidos e Israel, asedia, bloquea y ataca al pueblo yemení. Esto, sumado a la epidemia de cólera que se ha ido profundizando en el país desde octubre del año 2016, ha causado un profundo daño en la nación.
La zona geográfica y de navegación de Yemen, es estratégica. Allí se transporta el 40 por ciento de todo el petróleo que consume el mundo europeo. Por esto, el país ha estado sometido a una guerra de agresión, cuyas consecuencias podemos comprender de manera más palpable y cruda, a través de las cifras publicadas por el medio Al-Mayadeen. Esta es la devastación del pueblo yamaní:
7 millones enfrentan la hambruna y necesitan ayuda alimentaria y médica
La destrucción de parte importante de la infraestructura sanitaria, industrial, vial, de miles de viviendas, sumado a una situación de crisis humanitaria y el bloqueo aéreo, naval y terrestre, pone en peligro la vida de los 27 millones de habitantes de Yemen, a través de la hambruna y de enfermedades que se propagan rápidamente.
4.125 civiles muertos, entre ellos más de 1.200 niños, además de 7.000 heridos
Los incesantes bombardeos aéreos realizados por la triada de Arabia Saudita,Israel y Estados Unidos son una de las principales causas de los homicidios en Yemen. Asimismo, la batalla de los hutíes en defensa de la nación contra los ataques de los partidarios de la coalición Saudita, también ha dejado víctimas civiles.
14.8 millones carecen de atención médica
Además del cerco que impide la llegada de productos y medicina, Arabia Saudita impuso el 6 de noviembre un bloqueo temporal de puertos aéreos, marítimos y terrestres, negando la entrada, incluso, de ayuda humanitaria. Pese a las exigencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), recién este miércoles la coalición decidió levantar el acceso. "Lanzamos otro llamamiento urgente para que permitan la entrada de suministros de primera necesidad en respuesta a la que es ya la peor crisis humanitaria del planeta" decía un desesperado comunicado firmado por la Unicef, el Programa Mundial de Alimentos y la Organización Mundial de la Salud (OMS), dirigido a la coalición, el 16 de noviembre pasado.
"El país más pobre del mundo está viviendo el colapso de su sistema de salud debido al constante conflicto", afirma la Unicef. De los 2,2 millones de niños yemeníes tienen desnutrición aguda, 462.000 sufren desnutrición aguda grave; casi 3 veces más que los niveles registrados en el país en 2014. Si no reciben tratamiento, la probabilidad de que estos menores mueran, se multiplica por 11 respecto a la de los niños sanos. Incluso, si sobreviven, es posible que no desarrollen todo su potencial, lo que supone una amenaza para toda una generación en Yemen y que podría atrapar a este país en un círculo de pobreza profundo, asegura la organización.
Más de 900 mil sospechosos de padecer el cólera
La epidemia de cólera en Yemen -en estos momentos la más extensa del mundo según la OMS-, se ha propagado rápidamente debido al deterioro de las condiciones higiénicas y de saneamiento, y por el difícil acceso al agua, que afecta a millones de habitantes, producto de los ataques que sufre el país. "Los profesionales de la salud de Yemen trabajan en condiciones imposibles", asegura el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.
3.27 millones de desplazados, la mitad de ellos son niños
Ante los horrores del conflicto, y pese a la inseguridad y el riesgo, los yemeníes huyen de la violencia, desplazándose tanto dentro como fuera del país. "Algunos se han refugiado en espacios comunitarios y públicos, como escuelas y centros de salud, mientras que otros viven en edificios sin terminar o a la intemperie. Muchos de los desplazados, numerosos niños entre ellos, sufren desnutrición y otros padecen angustia y requieren asistencia psicosocial", dijo en marzo de este año, el portavoz de Acnur, William Spindler.
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