jueves, 15 de febrero de 2018

En 2018 ya se cuentan 17 incidentes con armas en escuelas en Estados Unidos


elsaltodiario.com

 En 2018 ya se cuentan 17 incidentes con armas en escuelas en Estados Unidos

 


La primera reacción en público del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tras el tiroteo en un instituto en Parkland (Florida) el miércoles 14 de febrero en el que un exalumno asesinó a 17 personas y dejó heridas a otras 15 ha llegado a través de una de sus vías habituales para comunicar, su cuenta de Twitter.
En un tuit, Trump ha dicho que sus “oraciones y condolencias están con las familias de las víctimas del terrible tiroteo en Florida. Nadie, ningún niño o profesor, debería sentirse inseguro en una escuela estadounidense”.

Sin embargo, la realidad del día a día en colegios e institutos está muy lejos de esa pretendida seguridad a la que alude el magnate y presidente de EE UU.
Solo desde el 1 de enero ya se han registrado 17 incidentes con armas en escuelas en el país, como recoge Everytown, una organización dedicada a analizar las causas de la violencia por armas en EE UU y cómo reducirla.
Desde 2013, cuando empezó a registrar los incidentes con armas en escuelas, Everytown ha contabilizado 290, una media de uno a la semana, teniendo en cuenta todos aquellos casos en los que un arma de fuego fue disparada en el interior de un colegio o en el recinto, ya resultasen suicidios, tiroteos intencionados o accidentales.
El mapa de la violencia con armas en EE UU, según las cifras recogidas por Gun Violence Archive (GVA), otra organización sin ánimo de lucro que ofrece información sobre este tema, arroja los siguientes resultados: en lo que llevamos de año se han producido 6.572 incidentes con armas en el país, que han dejado 1.826 muertes y 3.142 personas heridas. 30 de estos incidentes han sido tiroteos en masa, como el del instituto en Parkland.

“Un problema de salud mental, no de armas”

El control de armas es una de las reivindicaciones que desde amplios sectores sociales estadounidenses se propone como una de las vías para poner fin a esta violencia, que cada año provoca miles de muertes en EE UU. Según el archivo de GVA, en 2017 fueron 15.590 las personas asesinadas por disparos de armas de fuego.
Esa propuesta de controlar el armamento choca con la Segunda Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos de América, que protege el derecho del pueblo estadounidense a poseer y portar armas y establece que ni el gobierno federal ni los gobiernos estatales o locales pueden restringir el derecho a portar armas.
Mientras el anterior presidente, Barack Obama, sugirió en alguna ocasión, tras tiroteos como el sucedido el miércoles en Parkland, la necesidad de revisar y controlar la posesión de armamento, su sucesor en el cargo no ha seguido esa línea y parece poco probable que pueda plantear algún cambio en la legislación.
En noviembre de 2017, tras la matanza de 26 personas en un templo baptista en Sutherland Springs, la mayor ocurrida en el estado de Texas, Trump afirmó que “afortunadamente alguien más portaba un arma que apuntaba en la dirección opuesta, si no hubiera sido mucho peor”, en referencia a un vecino armado que respondió con disparos al agresor tras el ataque.
“Está claro que nos encontramos ante un problema de salud mental de alto nivel. Tenemos muchos problemas de salud mental en nuestro país. Es algo que hay que abordar de manera seria, pero no es un problema de armas”, aseguró Trump en una rueda de prensa en Tokio al ser preguntado por las medidas que deberían ser adoptadas para evitar este tipo de sucesos.
En mayo de 2016, en plena campaña antes de ser elegido presidente, Trump participó en Kentucky en la convención anual de la Asociación Nacional del Rifle (ANR), el poderoso grupo de presión que defiende la posesión de armas tanto para la defensa personal como para las actividades recreativas, donde recibió el apoyo de partes significativas de la organización.
“Hillary Clinton quiere quitaros vuestras armas y abolir la Segunda Enmienda —afirmó el entonces candidato ese mismo mes durante un mitin en Washington—, nosotros vamos a protegerla”.
Un año después, siendo ya presidente, el multimillonario volvió a asistir a la convención de la ANR, celebrada en 2017 en Atlanta.
En su libro publicado en el año 2000 The America we deserve (La América que merecemos), Trump aseguraba que él “generalmente se opone al control de armas”, pero se mostraba partidario de prohibir las llamadas armas de asalto y de establecer un periodo “ligeramente más largo” para poder ser titular de una licencia de armas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario