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Los EE.UU están ejecutando un plan de guerra global
Estados Unidos se está
embarcando en un plan de guerra global, como se puede discernir a partir de los
graves acontecimientos que se desarrollan en Siria, la Península de Corea y
Ucrania. Cada escenario se puede entender como un punto de presión sobre Moscú
o China para, que de alguna manera, accedan a las ambiciones estadounidenses de
dominio global.
LOS EE.UU ESTÁN EJECUTANDO
UN PLAN DE GUERRA GLOBAL
Por Finian Cunningham
Washington, está avanzando de manera inevitable en un plan de guerra
global. Esa es la sombría conclusión a la que uno tiene que llegar como
resultado de lo que viene aconteciendo en tres escenarios de guerra.
Al fin y al cabo, se trata del imperialismo
estadounidense intentando imponer su hegemonía sobre el orden internacional en
beneficio del capitalismo estadounidense. Rusia y China son los principales
objetivos de este asalto global.
Los tres escenarios de guerra en curso corresponden a Siria, Corea del
Norte y Ucrania. Estos no son conflictos diferentes, desvinculados. Son
expresiones interrelacionadas de los planes de guerra estadounidenses. Planes
de guerra que implican el despliegue del poderío militar estratégico en la
posición requerida.
La masacre de la semana pasada de más de 100 miembros de las fuerzas del
gobierno sirio por parte de aviones de guerra estadounidenses cerca de Deir ez-Zor
fue un audaz y explicito asalto de los Estados Unidos contra el Estado sirio.
Estados Unidos, junto con otros aliados de la OTAN, han estado hasta ahora
librando una guerra de terceros de siete años (cambio de régimen) contra el aliado de Rusia, el presidente
Assad. La masacre de la semana pasada ciertamente no fue la primera vez que las
fuerzas estadounidenses, presentes ilegalmente en Siria, han atacado al
ejército sirio. Pero ahora parece más claro que nunca que las fuerzas
estadounidenses están operando explícitamente en la agenda del cambio de
régimen. Las tropas estadounidenses actúan sin tapujos como un ejército de
ocupación, desafiando a Rusia y su apoyo al Estado sirio que cuenta con
autorización legal.
Incrementando las preocupaciones internacionales, hay múltiples informes de
que contratistas militares rusos estuvieron entre las víctimas del ataque aéreo
liderado por Estados Unidos cerca de Deir ez-Zor la semana pasada.
En cuanto a Corea del Norte, Washington está saboteando descaradamente los
esfuerzos diplomáticos en curso entre los respectivos liderazgos coreanos en
Pyongyang y Seúl. Mientras que este diálogo intercoreano ha estado ganando impulso,
Estados Unidos ha estado posicionando durante todo este tiempo bombarderos B-52
y B-2 con capacidad nuclear en la región, junto con al menos tres portaaviones.
Según los informes, los B-2 también están armados con bombas anti-búnker de 14
toneladas, la ojiva no-nuclear más grande del arsenal estadounidense, diseñada
para destruir los silos de misiles subterráneos de Corea del Norte y
"decapitar" la cúpula de Kim Jong-un en Pyongyang.
El vicepresidente estadounidense Mike Pence, mientras asistía a la
inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno en Corea del Sur, dirigió un contundente
mensaje de guerra. Dijo que la reciente distensión entre Corea del Norte y el
aliado de los Estados Unidos, Corea del Sur, llegará a su fin "tan pronto
como se apague la llama olímpica", cuando los juegos finalicen a finales
de este mes. Esta política beligerante de los Estados Unidos anula por completo
los esfuerzos de Rusia y China para facilitar la diplomacia de paz intercoreana.
Mientras tanto, la situación en el este de Ucrania luce del todo
desalentadora debido a lo que se percibe como una inminente invasión liderada
por Estados Unidos de la región separatista de Donbas. Según los informes, los
inspectores militares del Pentágono arribaron a la Zona de Contacto que separa
las fuerzas del régimen de Kiev respaldadas por Estados Unidos y los
separatistas pro-rusos de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk. El
comandante militar de Donetsk, Eduard Basurin, advirtió que la llegada de
asesores militares del Pentágono y de otros países miembro de la OTAN, como
Gran Bretaña y Canadá indica que las fuerzas armadas de Kiev se preparan para
un nuevo ataque contra la población rusa de Donbas.
Incluso los normalmente complacientes observadores de la Organización para
la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), encargada de monitorear el alto
al fuego nominal a lo largo de la Zona de Contacto, recientemente han comenzado
a reportar sobre peligrosos desplazamientos de armas pesadas por parte de las fuerzas
de Kiev, en violación de los Acuerdos de
Paz en Minsk de 2015.
Si las fuerzas de Kiev lideradas por los EE. UU proceden con la ofensiva
anticipada el próximo mes en Donbas, existen temores reales de que haya un gran
número de víctimas civiles. Esa "limpieza étnica" del pueblo ruso por
parte de las fuerzas del régimen de Kiev que abrazan abiertamente la ideología
neonazi probablemente precipitaría una intervención a gran escala por parte de
Moscú como una cuestión de defensa humanitaria. Tal vez eso es lo que los
estrategas estadounidenses están apostando y que luego podrá ser presentado por
los complacientes medios de comunicación occidentales como "otra agresión
rusa".
El analista político estadounidense Randy Martin dice: "Es innegable
que Washington está en pie de guerra en tres escenarios mundiales. La
preparación para la guerra es, de hecho, la guerra”.
Añadió: "También debe considerarse la última Revisión de la Postura Nuclear
publicada por el Pentágono a principios de este mes. El Pentágono declara
abiertamente que ve a Rusia y China como objetivos, y que está dispuesto a usar
la fuerza nuclear para hacer frente a las guerras convencionales y lo que el
Pentágono considera una agresión asimétrica”.
Martin dice que no está claro en este momento que es lo que Washington
quiere exactamente.
"Por supuesto, todo tiene que ver con la búsqueda de la dominación
global que sea consistente con el imperialismo estadounidense como se expresa,
por ejemplo, en la Doctrina Wolfowitz después del final de la Guerra
Fría", dice el analista.
"Pero que es lo que Washington quiere específicamente de Rusia y China
es la pregunta. Evidentemente está utilizando como recurso la amenaza de la
guerra y la agresión. Pero no está claro qué es lo que apaciguaría a
Washington. Quizás un cambio de régimen en Rusia, donde el presidente Putin es
remplazado por una figura obediente y pro-occidental. Quizás que Rusia y China
renuncien a sus planes de integración económica euroasiática y abandonen sus
planes de abandonar el dólar estadounidense en las relaciones comerciales”.
Una cosa, sin embargo, parece muy clara. Estados Unidos se está embarcando
en un plan de guerra global, como se puede discernir a partir de los graves
acontecimientos que se desarrollan en Siria, la Península de Corea y Ucrania.
Cada escenario se puede entender como un punto de presión sobre Moscú o China
para, que de alguna manera, accedan a las ambiciones estadounidenses de dominio
global.
Sin duda alguna, Washington se está comportando de manera imprudente y
criminal en su conducta, violando la Carta de la ONU y un sinnúmero de otras
leyes internacionales. Actúa descaradamente como un régimen deshonesto sin la
menor insinuación de vergüenza.
Sin embargo, Rusia y China difícilmente capitularán. Simplemente porque la
ambición estadounidense de la hegemonía unipolar es imposible de lograr. El
orden posterior a la Segunda Guerra Mundial, que Washington pudo dominar
durante casi siete décadas, se está volviendo obsoleto a medida que el orden
internacional se transforma naturalmente en una configuración multipolar.
Cuando Washington acusa a Moscú y Beijing de "tratar de alterar el
orden internacional para su beneficio", lo que los gobernantes estadounidenses
están admitiendo tácitamente es su ansiedad de que la hegemonía estadounidense
está en decadencia. Rusia y China no están haciendo nada ilegítimo. Es
simplemente un hecho de evolución histórica.
Así que, en última instancia, los planes de guerra de Washington resultan
inútiles en lo que están tratando de lograr mediante la coacción criminal. Esos
planes no pueden revertir la historia. Pero, demoníacamente, esos planes
podrían destruir el futuro del planeta.
El mundo está otra vez al borde de un precipicio como lo estaba antes en la
víspera de la Primera y la Segunda Guerra Mundial. El capitalismo, el
imperialismo y el fascismo vuelven a ser protagonistas.
Como opina el analista Randy Martin: "Los gobernantes estadounidenses
están saliendo del armario para mostrar de manera brutal su verdadera
naturaleza de querer librar una guerra contra el mundo. Su ideología
supremacista y militarista es, incontrovertiblemente, el fascismo en acción”.
USA
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