Como en otros años, me gusta escribir durante
mis vacaciones sobre lo que veo en las economías de los países que
visito. Este año, el reto será no dar una visión emocional sesgada por
aspectos religiosos o de raza. Esto debido a que fui a una región del
mundo que es muy compleja: Israel.
Lo primero que se ve cuando uno llega a Israel es una economía moderna. Tel Aviv es una ciudad con menos de 100 años que, además de tener atractivos turísticos, es moderna, bien planeada, cosmopolita y con mucha vida. Se ve mucha construcción y muy buena parte en edificios.
Al moverse por el país sorprende la buena calidad de su infraestructura. En general buenas carreteras, puertos y el aeropuerto mucho mejor que el que hoy tenemos en la Ciudad de México.
Me llamó la atención cómo hablan de lo que se ha hecho en Israel de desarrollo de nuevas tecnologías en diversas áreas. Se han vendido muchas empresas en sectores de tecnología y de salud. Este fenómeno ha generado nuevos millonarios y algunos billonarios en ese país.
Una de las razones por las que hoy Israel tiene las condiciones para generar este tipo de empresas es la calidad de su educación superior. El país tiene la capacidad de educar ingenieros y otros científicos de clase mundial que luego generan innovaciones. La educación de alto nivel es una buena política pública que paga en el largo plazo.
En la parte turística, es muy interesante cómo tienen una oferta amplia alrededor de diversos intereses para sus visitantes. El país hoy ofrece mucho más que el turismo religioso a las distintas religiones monoteístas del mundo. Hay playas que son atractivas. También hay sitios históricos a visitar, como puede ser Cesárea y Masada. Tienen maravillas naturales como el mar Muerto y el Desierto. A todo lo anterior se suman la parte cultural, de galerías de arte y la gastronómica.
En ese país no invierten para tener lugares atractivos a visitar. Me llamó la atención el dato que nos dio Bena (nuestro guía) de que invirtieron 100 millones de dólares para modernizar el Museo de Israel que está en Jerusalén. Nos dijo que ya necesitaba una ampliación y una renovación.
Es un museo impresionante, que tiene una maqueta para entender el Jerusalén histórico, una parte arqueológica, una sobre judaísmo, en la que destacan varias sinagogas que se trajeron de otras partes del mundo, una de arte y un espacio escultórico.
Mientras visitaba el museo pensaba en nuestro Museo de Antropología, que es muy bonito, pero no le han invertido durante años. Dado que una de las industrias que les genera crecimiento es el turismo, desde el gobierno definieron una serie de políticas públicas para incentivarlo y buscar calidad.
Dos ejemplos sobre lo anterior. La primera es la capacitación de los guías. Hay un proceso, en el cual, al final obtienen una licencia para trabajar como tal y para ello se requiere de muchos estudios.
La segunda es darle un incentivo fiscal al turista. Si se visita Israel, por menos de tres meses, hay una exención del pago del IVA del hotel que es del 17 por ciento. La mecánica es directa. En el hotel piden pasaporte, el permiso de entrada y con eso no lo cobran.
En síntesis, Israel es una economía que tiene un buen modelo, que funciona de forma adecuada, que es moderna y con buenas políticas públicas. Lo anterior no quiere decir que está libre de problemas y retos. La semana que viene voy a comentar sobre lo que vi en la parte económica y que se deferencia con el territorio palestino.
*Director General del FUNDEF
guillermozamarripa@itam.mx
Lo primero que se ve cuando uno llega a Israel es una economía moderna. Tel Aviv es una ciudad con menos de 100 años que, además de tener atractivos turísticos, es moderna, bien planeada, cosmopolita y con mucha vida. Se ve mucha construcción y muy buena parte en edificios.
Al moverse por el país sorprende la buena calidad de su infraestructura. En general buenas carreteras, puertos y el aeropuerto mucho mejor que el que hoy tenemos en la Ciudad de México.
Me llamó la atención cómo hablan de lo que se ha hecho en Israel de desarrollo de nuevas tecnologías en diversas áreas. Se han vendido muchas empresas en sectores de tecnología y de salud. Este fenómeno ha generado nuevos millonarios y algunos billonarios en ese país.
Una de las razones por las que hoy Israel tiene las condiciones para generar este tipo de empresas es la calidad de su educación superior. El país tiene la capacidad de educar ingenieros y otros científicos de clase mundial que luego generan innovaciones. La educación de alto nivel es una buena política pública que paga en el largo plazo.
En la parte turística, es muy interesante cómo tienen una oferta amplia alrededor de diversos intereses para sus visitantes. El país hoy ofrece mucho más que el turismo religioso a las distintas religiones monoteístas del mundo. Hay playas que son atractivas. También hay sitios históricos a visitar, como puede ser Cesárea y Masada. Tienen maravillas naturales como el mar Muerto y el Desierto. A todo lo anterior se suman la parte cultural, de galerías de arte y la gastronómica.
En ese país no invierten para tener lugares atractivos a visitar. Me llamó la atención el dato que nos dio Bena (nuestro guía) de que invirtieron 100 millones de dólares para modernizar el Museo de Israel que está en Jerusalén. Nos dijo que ya necesitaba una ampliación y una renovación.
Es un museo impresionante, que tiene una maqueta para entender el Jerusalén histórico, una parte arqueológica, una sobre judaísmo, en la que destacan varias sinagogas que se trajeron de otras partes del mundo, una de arte y un espacio escultórico.
Mientras visitaba el museo pensaba en nuestro Museo de Antropología, que es muy bonito, pero no le han invertido durante años. Dado que una de las industrias que les genera crecimiento es el turismo, desde el gobierno definieron una serie de políticas públicas para incentivarlo y buscar calidad.
Dos ejemplos sobre lo anterior. La primera es la capacitación de los guías. Hay un proceso, en el cual, al final obtienen una licencia para trabajar como tal y para ello se requiere de muchos estudios.
La segunda es darle un incentivo fiscal al turista. Si se visita Israel, por menos de tres meses, hay una exención del pago del IVA del hotel que es del 17 por ciento. La mecánica es directa. En el hotel piden pasaporte, el permiso de entrada y con eso no lo cobran.
En síntesis, Israel es una economía que tiene un buen modelo, que funciona de forma adecuada, que es moderna y con buenas políticas públicas. Lo anterior no quiere decir que está libre de problemas y retos. La semana que viene voy a comentar sobre lo que vi en la parte económica y que se deferencia con el territorio palestino.
*Director General del FUNDEF
guillermozamarripa@itam.mx
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