I. Casi todos los escogidos por Andrés Manuel López Obrador como
secretarios del despacho presidencial son de clase media alta, ricos,
millonarios y jubilados y pensionados. Entre ellos sobresale el
sonorense Alfonso Durazo Montaño (nada que ver con el nefasto
lópezportillista Arturo Durazo): expriísta, expanista y hoy morenista es
senador electo y algunos suponen que siempre se está burlando, por el
tic sonriente que tiene en su rostro. Prematuramente calvo, es socio con
su familia de una empresa gasera radicada en la capital sonorense.
Carlos Salinas lo puso a las órdenes de Manuel Camacho y fue secretario
particular de Vicente Fox (Marta Sahagún lo trataba como sirviente, por
lo que Durazo renunció para vivir de su colosismo e irse vinculando con
López Obrador). Y deberá solicitar licencia si es nombrado secretario de
Seguridad, confesando en privado que no tiene idea de la materia (como
publicó Raymundo Riva-Palacio en El Financiero), para lo cual
prepara a sus colaboradores y asesores o regresará al Senado. Es todavía
pasante de ingeniería civil y dice ser abogado. Y viaja en una súper
camioneta blanca con chofer.
II. Así que mientras López Obrador predica con el ejemplo, con su Jetta, Durazo llega a las reuniones con su camioneta con cupo familiar, perfumado para demostrar que la austeridad pregonada por el tabasqueño se la pasa por el “arco del triunfo” y se da lujos de funcionario a quien le tiene sin cuidado el salario que reciba. En ese ambiente es que Durazo Montaño se prepara para restablecer la máxima seguridad del país. Otro de los elegidos es el exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México Juan Ramón de la Fuente, como embajador del gobierno mexicano ante la Organización de las Naciones Unidas. Y es que Andrés Manuel le había “echado el ojo” a la secretaria ejecutiva de la Cepal Alicia Bárcenas, quien no aceptó ya que –dijo– prefería concluir con su comisión para la que le faltan 2 años. Entonces López Obrador decidió que De la Fuente entrara al relevo, aceptando rápidamente quien estuvo en los rumores de ser candidato presidencial para suceder a Ernesto Zedillo.
III. Juan Ramón es un intelectual con presencia después de su rectorado (1999-2004), tras ser director de la Facultad de Medicina y pos-graduado en psiquiatría, lo que le permitió atender de su alcoholismo a la esposa de Zedillo: Nilda Patricia. Ha publicado 15 libros y le ha dado por el periodismo. Ahora regresa a la actividad política con López Obrador y se irá a la ONU, ganando no más de 120 mil pesos mensuales más gastos diplomáticos, transporte en aviones comerciales y pago de hotel en Nueva York. Será empleado de Marcelo Ebrard si éste se hace cargo de Relaciones Exteriores, a donde también llegará todos los días manejando su lujoso automóvil. De la Fuente es otro expriísta a las filas del lópezobradorismo, un arma más para fastidiar al próximo presidente de la República. Ha recibido los premios Miguel Alemán Valdés y Eduardo Liceaga. Y ahora se prepara para un cargo diplomático que desempeñará bien, pues tiene cultura, habilidad para las relaciones y es un académico serio para ayudar al nuevo presidente de nuestro país.
cepedaneri@prodigy.net.mx
II. Así que mientras López Obrador predica con el ejemplo, con su Jetta, Durazo llega a las reuniones con su camioneta con cupo familiar, perfumado para demostrar que la austeridad pregonada por el tabasqueño se la pasa por el “arco del triunfo” y se da lujos de funcionario a quien le tiene sin cuidado el salario que reciba. En ese ambiente es que Durazo Montaño se prepara para restablecer la máxima seguridad del país. Otro de los elegidos es el exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México Juan Ramón de la Fuente, como embajador del gobierno mexicano ante la Organización de las Naciones Unidas. Y es que Andrés Manuel le había “echado el ojo” a la secretaria ejecutiva de la Cepal Alicia Bárcenas, quien no aceptó ya que –dijo– prefería concluir con su comisión para la que le faltan 2 años. Entonces López Obrador decidió que De la Fuente entrara al relevo, aceptando rápidamente quien estuvo en los rumores de ser candidato presidencial para suceder a Ernesto Zedillo.
III. Juan Ramón es un intelectual con presencia después de su rectorado (1999-2004), tras ser director de la Facultad de Medicina y pos-graduado en psiquiatría, lo que le permitió atender de su alcoholismo a la esposa de Zedillo: Nilda Patricia. Ha publicado 15 libros y le ha dado por el periodismo. Ahora regresa a la actividad política con López Obrador y se irá a la ONU, ganando no más de 120 mil pesos mensuales más gastos diplomáticos, transporte en aviones comerciales y pago de hotel en Nueva York. Será empleado de Marcelo Ebrard si éste se hace cargo de Relaciones Exteriores, a donde también llegará todos los días manejando su lujoso automóvil. De la Fuente es otro expriísta a las filas del lópezobradorismo, un arma más para fastidiar al próximo presidente de la República. Ha recibido los premios Miguel Alemán Valdés y Eduardo Liceaga. Y ahora se prepara para un cargo diplomático que desempeñará bien, pues tiene cultura, habilidad para las relaciones y es un académico serio para ayudar al nuevo presidente de nuestro país.
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