lunes, 10 de septiembre de 2018

Sobre Trump, la izquierda radical y por qué la masculinidad tóxica es absurda


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Sobre Trump, la izquierda radical y por qué la masculinidad tóxica es absurda


Traducido por el equipo de SOTT.net en español.
¿Qué hace un psicólogo canadiense en la lista de 50 personas que están remodelando Estados Unidos? Jordan Peterson insiste en que él no es tanto un líder de pensamiento político sino más bien un guía personal y filosófico, cuyo libro más vendido ofrece consejos de "amor duro" a una población de jóvenes inquietos que se sienten atrapados por la política de género moderna.
(NdE: El "amor duro", tough love, es una expresión inglesa que se usa cuando alguien trata a otra persona con dureza o severidad con la intención de ayudarlo a largo plazo.)
jordan peterson
© Carlos Osorio/Toronto Star/Getty Images
El trabajo de Peterson ha encontrado un terreno fértil en el debate aparentemente interminable sobre lo "políticamente correcto" y la reforma cultural en gran escala, y el profesor tampoco ha eludido los argumentos políticos más amplios. Se ha metido en la discusión sobre el cambio climático, ha reflexionado retóricamente sobre el destino de los agricultores sudafricanos en un aparente apoyo al controvertido segmento de Tucker Carlson sobre la expropiación de tierras, y ha aparecido en "Fox & Friends" para advertir a los padres sobre los peligros del adoctrinamiento liberal en el campus.
En el conflicto entre izquierda y derecha, Peterson tiene claro a qué lado culpa más de los males del mundo moderno. En una amplia entrevista con la revista Politico en julio, Peterson se refirió a los peligros de los códigos de discurso universitarios, la difícil situación de los hombres jóvenes y las cosas en que los críticos se equivocan con respecto a Donald Trump.
Esta entrevista ha sido condensada y ligeramente editada para mayor claridad.
Derek Robertson: ¿Hubo algún incidente que le incitó a escribir 12 Reglas para la Vida?
Jordan Peterson: No, yo no diría eso. Había conceptualizado este libro mucho antes de involucrarme en cualquiera de los escándalos de orientación política, digamos que son escándalos... por lo que fue algo más amplio que un evento en particular. Pude ver la tensión emergente entre una visión colectivista y una visión colectivista utópica, y yo conocía los peligros de ello. Y desde hace mucho tiempo he considerado que el mejor antídoto para eso es una ética individualista.
Así que, estaba tratando de resolver un problema más amplio. El problema era en parte.... la proclividad de los racionalistas a caer en una especie de nihilismo y la tendencia a la tiranía colectivista, un punto de vista totalitario que emerge como una alternativa al nihilismo. Y así, estaba observando que una ética individualista logra eludir ambas catástrofes.
Robertson: ¿Cuál cree que ha sido el mayor malentendido que la gente ha tenido sobre el libro?
Peterson: El libro ha sido criticado como si fuera un testimonio de la utilidad del patriarcado opresor, y eso es una absoluta tontería. Sólo una lectura con motivos propios, casual y sesgada del texto revelaría algo así. Quiero decir, es obvio que necesitamos jerarquías, y es obvio que el propósito del ala conservadora es defender esas jerarquías. Pero es profundamente obvio que las jerarquías desposeen a la gente y pueden corromperse, así que hay que vigilarlas, y alguien tiene que hablar por los que se encuentran en situación de desamparo. Y argumento muy claramente al respecto de esto en el libro, pero eso es muy comúnmente ignorado por mis críticos de la izquierda radical.
Robertson: Cuando usted ve las restricciones a la libertad de expresión que defienden los conservadores en la esfera pública - por usar un ejemplo extremo, algo como la crítica de Donald Trump a los jugadores de fútbol por arrodillarse durante el himno nacional, ¿piensa usted que alguna de las dos formas de restricción de la libertad de expresión [desde la derecha o desde la izquierda] es más perjudicial, y por qué?
Peterson: Bueno, las restricciones radicales de izquierda son obviamente más perniciosas en el ambiente universitario. No hay conservadores en el entorno universitario. Así que no hay competencia... Está absolutamente dominado por los izquierdistas radicales. Ahora, en el público en general, bueno, eso es un tema totalmente diferente. Quiero decir, la cosa es que cuando las maniobras para suprimir la libertad de expresión son utilizadas por aquellos que ocupan un polo del espectro político, instantáneamente serán utilizadas por aquellos que ese encuentran igualmente al extremo del otro polo. Así que es un juego absolutamente contraproducente... Ahora, en Estados Unidos, se ve una vil respuesta opositora a eso a medida que el sistema político se vuelve cada vez más republicano, digamos, cada vez más derechista, pero eso no está ocurriendo en la mayoría del resto de Occidente.
Robertson: Dado que la izquierda es más dominante en las universidades que en la cultura en general, ¿existe el peligro de que personas ajenas a la academia puedan exagerar la medida en que la izquierda restringe el discurso?
Peterson: No estoy seguro de que lo estén exagerando. Eso es parte de lo que se discute. No sé cuánto peligro presentan estas ideas colectivistas, pero no son triviales. Por lo tanto, veo que su efecto se manifiesta, por ejemplo, en mi país, en legislaciones equivocadas de manera continua, y... eso es parte de lo que se trata el debate político, cuando las cosas van demasiado lejos en ambos lados. La respuesta no es obvia. El efecto de estas doctrinas en la universidad ha sido devastador, en mi opinión, y veo que el mismo peligro se está presentando en la cultura general.
Robertson: Cuando piensa en la crítica de su trabajo desde la izquierda, ¿hay algún punto que le parezca válido, o algo que lo haya dejado perplejo, o algo que lo haya hecho más introspectivo?
Peterson: Bueno, me he quedado perplejo con mucho de ello. La identificación simbólica de lo femenino con el caos es algo que me ha dejado perplejo durante mucho tiempo. Así que eso ha enojado a la gente hasta cierto punto, supongo, pero eso se debe en parte a que no entienden que el caos es ambivalente, tanto bueno como malo, al igual que el orden es bueno y malo a la vez. Pero no es mi problema que la feminidad haya sido utilizada para representar simbólicamente el caos, así es como son las cosas. Ahora bien, si yo he hecho el mejor trabajo posible al comunicar eso es otra cosa, pero ciertamente escribí mucho sobre ello en mi primer libro, que desafortunadamente es mucho más difícil de leer.
La mayoría de las llamadas críticas de mi trabajo desde la izquierda no son críticas de mi trabajo; son parodias del mismo, y luego críticas de la parodia. Como ya he dicho, he sido criticado por ser un firme defensor de la jerarquía, pero... las jerarquías son necesarias, tanto inevitables como necesarias. Pero eso no significa que no tengan sus trampas, y que tiendan hacia la tiranía, la opresión y la desposesión, que es, por supuesto, lo que dice la izquierda. Ese es en realidad el lugar de la izquierda, el de hablar en nombre de los desposeídos, pero eso no significa que la izquierda pueda degenerarse en políticas de identidad acríticas, y presentar una imagen del mundo como un lugar de lucha entre grupos esenciales.
Robertson: ¿Alguna vez ha prestado especial atención al hecho de que, en gran parte, sus consejos y su programa intelectual están dirigidos a dar más poder a las personas que ya están en la cima de la jerarquía de muchas maneras?
Peterson: ¡Eso es una tontería! Una completa y maldita tontería. No hay una sola cosa que haya escrito que haga eso. Todo lo que estoy sugiriendo a la gente es que empiecen a mejorar sus vidas abordando los cambios que pueden hacer que están dentro de su ámbito, y que el proceso de mejora incremental es mucho más poderoso de lo que la gente piensa. Y que también es muy poco probable que haga daño. Por lo tanto, no es algo que empodere a la gente en la cúspide de la jerarquía, sino todo lo contrario. Es la manera más efectiva de trabajar para avanzar si uno está alienado y en estado nihilista, y lleno de malos hábitos y falta de disciplina. La evidencia para eso es bastante clara.
Hay una razón por la que 1,5 millones de personas compraron el libro y que 150.000 personas han venido a mis conferencias, y todas me dicen lo mismo, o prácticamente lo mismo, la gran mayoría de ellas. Y es que han estado poniendo en práctica estas ideas en los confines de su vida individual, y las cosas están mucho mejor. Esto es lo que falta en la cobertura crítica de los medios de comunicación, incluso en los medios positivos, ya que lo que estoy haciendo no es político. Es psicológico, y se centra en el individuo, y está funcionando. Por lo tanto, la idea de que empodera a las personas que ya están en posiciones de poder en la jerarquía es sólo una palabrería de política de identidad. Es una crítica genérica, una crítica cliché; no tiene nada que ver con lo que estoy haciendo. Es la misma crítica que hacen los izquierdistas radicales cada vez que encuentran algo que piensan que es vagamente conservador. No hay ninguna reflexión en ello.
Robertson: La mayoría de las personas que usted caracterizaría como defensores de la "política de identidad" creen que los hombres tienen intrínsecamente más poder y valor en la sociedad. Parece que gran parte del argumento que usted hace... se basa en la idea de que no es necesariamente así.
Peterson: Bueno, claramente no es necesariamente el caso. Quiero decir, los hombres hacen todos los trabajos peligrosos. Es mucho más probable que los maten. Es mucho más probable que sean víctimas de un crimen. Es mucho más probable que se suiciden. Es mucho más probable que se les retenga en la escuela. Es mucho más probable que saquen malas notas. Es mucho menos probable que estén en la universidad. Es mucho menos probable que se gradúen de la universidad. La gran mayoría de las personas seriamente desposeídas son hombres seriamente desposeídos. Es que, toda esta división del mundo en un género privilegiado en comparación con el otro es... creo que todo el punto de vista es patológico. Ni siquiera me gusta discutir sobre ello desde dentro de ese confín: "Oh, bueno, ¿los hombres son más oprimidos que las mujeres?"
Bueno, ¿qué tal si esa es una pregunta estúpida? Esa es la respuesta correcta a esa pregunta. Porque tan pronto como usted entra en el argumento, está validando la pregunta. No creo que debamos dividir el mundo de esa manera. Eso es parte del juego patológico. Tanto hombres como mujeres sufren inmensamente en la vida. Tanto hombres como mujeres sufren inmensamente en la vida. Y no sólo eso, sino que también contribuyen innecesariamente a ese sufrimiento como consecuencia de su propia malevolencia y resentimiento no examinados. Y luego decir: "¿Quién es más oprimido? o "¿Quién es más malévolo?", bueno, pero en primer lugar, no debería estar analizando a nivel de grupo. Está cometiendo un error fundamental en ese momento.
Robertson: Entonces, si una reacción violenta a esa división es inevitable, ¿dónde termina el contrapeso razonable y medido y dónde empieza la política reaccionaria?
Peterson: Bueno, la respuesta medida es poner en orden su propia vida. Esa es la respuesta medida. Y luego, si organiza su vida, limpia su habitación, si comienza a unir a su familia, si comienza a mejorar sus relaciones con sus hermanos, sus padres y sus hijos, y si comienza a actuar de manera apropiada y responsable en la escuela y en el lugar de trabajo, entonces va a ser lo suficientemente sabio como para participar en un discurso político civilizado. Y esa es la respuesta a la polarización de la política de identidad en la izquierda y la derecha.
Robertson: ¿Cuál es la diferencia clave entre una personalidad que es auto-actualizada y asertiva en la forma en que usted espera guiar a sus lectores, y una personalidad excesivamente autoritaria como la de Trump? ¿En dónde es que la psique de un hombre.... ?
Peterson: Bueno, en primer lugar, no está claro que Trump tenga una personalidad autoritaria. Yo diría que tiene la personalidad de un vendedor. Es extremadamente extrovertido y asertivo, y algo desagradable. Pero ese no es el sello de un autoritario clásico, porque los autoritarios clásicos tienden a ser extremadamente ordenados. Así que, sea lo que sea Trump, no es obvio que sea un autoritario clásico. Ni siquiera es obvio que sea un conservador clásico. Y así, yo diría que el diálogo en torno a Trump y sus defectos y sus virtudes, cualesquiera que sean, está muy mal formulado.
Robertson: ¿Entonces cómo lo describiría?
Peterson: Es un vendedor pomposo. Es un tipo emprendedor. Y eso es un poco extraño, porque los tipos emprendedores generalmente no son conservadores. Es una anomalía, y no es fácil de categorizar. Pero categorizarlo como una especie de autoritario de la derecha... es como si ni siquiera tuviera el temperamento para ello. Y no estoy poniendo excusas por él ni justificándolo. Estoy diciendo que si va a criticarlo, al menos debería hacer bien la maldita crítica. No es obvio en absoluto que Trump sea un autoritario ordenado. No es del tipo administrativo. No es del tipo administrativo. Es emprendedor. Entonces, yo diría que en la medida en que él manifiesta cualquier falta, parecen estar en el dominio de una inclinación hacia el narcisismo y la autopromoción.
Robertson: ¿Cómo caracterizaría sus tendencias antiliberales, si no tan autoritarias? ¿Cuál cree que sería una palabra mejor para eso?
Peterson: ¿Qué tendencias?
Robertson: Prescindir de las sentencias judiciales, etcétera....
Peterson: Bueno, sabe, realmente no estoy interesado en tratar las idiosincrasias y peculiaridades de Trump. No soy un experto en la política estadounidense, y no creo que lo que tenga que decir sobre Trump, aparte de lo que puedo observar psicológicamente (que es que las críticas hacia él como un clásico autoritario son erróneas), no creo que tenga muchas cosas que decir que sean interesantes sobre él.... Hasta los republicanos entienden que es un hecho anómalo. Así que tienen que averiguar qué hacer con él o cómo hablar de él.
Robertson: ¿Qué pensarían los padres fundadores estadounidenses o, sino ellos, otros pensadores y líderes de la era de la Ilustración sobre el estado de la masculinidad en la actualidad?
Peterson: Creo que no es la masculinidad en sí misma la que está en un terreno inestable en este momento, sino que tenemos una idea que surgió en nuestra cultura de que el esfuerzo masculino, especialmente por parte de los hombres, porque no tanto por parte de las mujeres, está asociado con el poder, la dominación y el patriarcado tiránico. Y creo que los Padres Fundadores lo considerarían como un concepto horrible, un concepto terrible y peligroso. Porque está diseñado para debilitar al individuo que se esfuerza. Y debido a que está identificado por género, los hombres en todos los niveles sociales están ciertamente desanimados [para tomar] su lugar en el mundo. Aunque yo diría que hacemos un trabajo casi igual de pobre en lo que respecta al apoyo al rol materno... pero los hombres son acusados de cometer tiranía, simplemente por manifestar una competencia y ambición normativa y loable.
Quiero decir, lo veo con la crítica de mi libro. Estoy sugiriendo que la gente desarrolle el coraje existencial, el coraje existencial para levantarse adecuadamente ante la abrumadora catástrofe de la vida, y me critican por apoyar al patriarcado opresor. Y mezclar esas dos cosas es espantoso, es cruel, es malévolo, y definitivamente es uno de los pecados primarios (quizás el pecado primario, lo cual es significativo) de la izquierda colectivista radical. Nunca hemos establecido una estructura conceptual que nos permita determinar cuándo la izquierda va demasiado lejos, aunque la evidencia de que la izquierda puede ir y va demasiado lejos es absolutamente abrumadora. No lo hacemos a un gran riesgo, y eso concierne a la derecha y a la izquierda simultáneamente.

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