El
embajador estadounidense ante Israel asegura que la Administración de
Trump ha dado vía libre para que el régimen de Tel Aviv construya
colonias ilegales.
Según informó el sábado el rotativo israelí Haaretz, el embajador de Estados Unidos ante Israel, David Friedman, afirmó en una entrevista que el Gobierno estadounidense, presidido por Donald Trump, a diferencia de su predecesor, Barack Obama, no pone limitaciones a las construcciones de asentamientos ilegales en los territorios palestinos ocupados, en especial, en Cisjordania.
No obstante, reconoció que Israel, como lo ha estado haciendo por muchos años, discute con la Casa Blanca sus planes para la edificación de colonias ilegales en tierras palestinas y toma en cuenta las peticiones de Washington al respecto, aunque también reiteró que la actual Administración en ningún momento ha pedido modificaciones a los planes de construcción de asentamientos, algo que era común en el mandato de Obama.
“Contrariamente a la era de Obama nosotros no revisamos los detalles más minúsculos (…) Nos dan una visión general y comprendemos cuál será la estrategia general para el desarrollo [de los asentamientos]. Nosotros dialogamos y nunca le decimos [a Israel] que tienen que sacar algo de la lista”, dijo.
Del mismo modo, insistió en que, a su juicio, el régimen de Tel Aviv no debería tener que consultar con Estados Unidos los planes relativos a los asentamientos ilegales en Cisjordania y dijo que mantiene esta postura independientemente de si la Administración estadounidense está en términos amistosos o hostiles con Israel.
Con la llegada de Trump a la Casa Blanca, Estados Unidos ha tomado una postura más hostil hacia los palestinos mientras que ha aumentado de manera significativa su apoyo a Israel adoptando controversiales medidas que dañan a los intereses de los palestinos.
La más notoria de estas medidas fue el traslado de la embajada de EE.UU. de Tel Aviv a la ciudad palestina de Al-Quds (Jerusalén) y el reconocimiento de esta última como la capital israelí, decisión que levantó fuertes críticas y protestas tanto por parte de los palestinos como por parte de la comunidad internacional.
hgn/ctl/msf
Según informó el sábado el rotativo israelí Haaretz, el embajador de Estados Unidos ante Israel, David Friedman, afirmó en una entrevista que el Gobierno estadounidense, presidido por Donald Trump, a diferencia de su predecesor, Barack Obama, no pone limitaciones a las construcciones de asentamientos ilegales en los territorios palestinos ocupados, en especial, en Cisjordania.
No obstante, reconoció que Israel, como lo ha estado haciendo por muchos años, discute con la Casa Blanca sus planes para la edificación de colonias ilegales en tierras palestinas y toma en cuenta las peticiones de Washington al respecto, aunque también reiteró que la actual Administración en ningún momento ha pedido modificaciones a los planes de construcción de asentamientos, algo que era común en el mandato de Obama.
“Contrariamente a la era de Obama nosotros no revisamos los detalles más minúsculos (…) Nos dan una visión general y comprendemos cuál será la estrategia general para el desarrollo [de los asentamientos]. Nosotros dialogamos y nunca le decimos [a Israel] que tienen que sacar algo de la lista”, dijo.
Del mismo modo, insistió en que, a su juicio, el régimen de Tel Aviv no debería tener que consultar con Estados Unidos los planes relativos a los asentamientos ilegales en Cisjordania y dijo que mantiene esta postura independientemente de si la Administración estadounidense está en términos amistosos o hostiles con Israel.
Contrariamente a la era de Obama nosotros no revisamos los detalles más minúsculos (…) Nos dan una visión general y comprendemos cuál será la estrategia general para el desarrollo [de los asentamientos]. Nosotros dialogamos y nunca le decimos [a Israel] que tienen que sacar algo de la lista”, dijo el embajador de EE.UU. ante Israel, David Friedman.También, repitiendo las declaraciones del mandatario estadounidense, alegó que las colonias ilegales no son un obstáculo a la paz en la región y que la construcción de más asentamientos israelíes da más ventaja a Israel en eventuales diálogos con los palestinos para alcanzar un acuerdo político.
Con la llegada de Trump a la Casa Blanca, Estados Unidos ha tomado una postura más hostil hacia los palestinos mientras que ha aumentado de manera significativa su apoyo a Israel adoptando controversiales medidas que dañan a los intereses de los palestinos.
La más notoria de estas medidas fue el traslado de la embajada de EE.UU. de Tel Aviv a la ciudad palestina de Al-Quds (Jerusalén) y el reconocimiento de esta última como la capital israelí, decisión que levantó fuertes críticas y protestas tanto por parte de los palestinos como por parte de la comunidad internacional.
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