Diez
presuntos oficiales de inteligencia chinos fueron acusados en EE.UU. de
espionaje económico contra compañías aeronáuticas francesas y
estadounidenses.
El Departamento estadounidense de Justicia informó el martes en un comunicado que, junto a los diez acusados, se investiga a otros seis chinos sospechosos de ser hackers y a dos más, imputados por actuar como agentes encubiertos en ataques a compañías involucradas en el desarrollo de motores, con sede en las ciudades estadounidenses de Arizona, Massachusetts y Oregon.
Los acusados buscaron durante al menos cinco años robar “datos, propiedad intelectual e información comercial confidencial, en particular, un motor utilizado por las compañías aéreas”, según la acusación, que se basa en investigaciones del Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés).
Estas acusaciones marcan la tercera vez desde septiembre que el Departamento de Justicia sindica a oficiales de inteligencia chinos por robar propiedad intelectual de EE.UU., según el comunicado. En ambos casos los acusados son miembros del Ministerio de Seguridad del Estado (MSS) de la provincia de Jiangsu, cerca de Shanghái.
Uno fue extraditado de Bélgica en octubre y acusado de buscar información sobre varias compañías aeronáuticas, incluida General Electric Aviation. Otro fue acusado en septiembre de recopilar información sobre científicos e ingenieros que trabajan en el sector militar.
Washington sostiene que China usa la red social cibernética Linkedln para reclutar a espías y hacerse con secretos comerciales norteamericanos. Pekín, sin embargo, ha rechazado las acusaciones estadounidenses y las ha considerado “infundadas”.
Las relaciones entre EE.UU. y China atraviesan baches, desde que el presidente estadounidense, Donald Trump, inició en julio una guerra comercial contra China.
Pekín ve en las acciones de Washington intentos para imponer su dominación y “reprimir” el crecimiento económico, el desarrollo científico y tecnológico del país asiático.
ncl/ktg/msf
El Departamento estadounidense de Justicia informó el martes en un comunicado que, junto a los diez acusados, se investiga a otros seis chinos sospechosos de ser hackers y a dos más, imputados por actuar como agentes encubiertos en ataques a compañías involucradas en el desarrollo de motores, con sede en las ciudades estadounidenses de Arizona, Massachusetts y Oregon.
Los acusados buscaron durante al menos cinco años robar “datos, propiedad intelectual e información comercial confidencial, en particular, un motor utilizado por las compañías aéreas”, según la acusación, que se basa en investigaciones del Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés).
Estas acusaciones marcan la tercera vez desde septiembre que el Departamento de Justicia sindica a oficiales de inteligencia chinos por robar propiedad intelectual de EE.UU., según el comunicado. En ambos casos los acusados son miembros del Ministerio de Seguridad del Estado (MSS) de la provincia de Jiangsu, cerca de Shanghái.
Uno fue extraditado de Bélgica en octubre y acusado de buscar información sobre varias compañías aeronáuticas, incluida General Electric Aviation. Otro fue acusado en septiembre de recopilar información sobre científicos e ingenieros que trabajan en el sector militar.
Washington sostiene que China usa la red social cibernética Linkedln para reclutar a espías y hacerse con secretos comerciales norteamericanos. Pekín, sin embargo, ha rechazado las acusaciones estadounidenses y las ha considerado “infundadas”.
Las relaciones entre EE.UU. y China atraviesan baches, desde que el presidente estadounidense, Donald Trump, inició en julio una guerra comercial contra China.
Pekín ve en las acciones de Washington intentos para imponer su dominación y “reprimir” el crecimiento económico, el desarrollo científico y tecnológico del país asiático.
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