Los
agentes saudíes tras asesinar al periodista Jamal Khashoggi,
disolvieron su cuerpo en ácido y lo arrojaron por el desagüe, revela un
diario turco.
Pese a presiones internacionales a Arabia Saudí para que revele el paradero del cadáver de Khashoggi, asesinado el pasado 2 de octubre en el consulado saudí en la ciudad turca de Estambul, Riad se rehúsa a dar una respuesta al respecto.
No obstante, los resultados de un examen de muestras extraídas de las tuberías de la residencia de Muhamad al-Otaibi, el cónsul saudí en Estambul, permitió a los investigadores turcos detectar restos de ácido, según ha informado este sábado el rotativo turco Daily Sabah.
El periódico, citando de manera anónima a fuentes fidedignas, agrega además que los investigadores creen que los asesinos tras disolver el cuerpo del periodista en ácido, se deshicieron de la consistencia suficientemente líquida obtenida de ello, arrojándolo al sistema del desagüe.
El mismo diario había revelado antes que nueve días después del macabro asesinato de Khashoggi, Arabia Saudí envió a Turquía un equipo de 11 personas, entre las que estaban el químico Ahmad Abdulaziz al-Yanubi y el toxicólogo Jaled Yahya al-Zahrani, para deshacerse del cadáver y ocultar pruebas.
El 2 de noviembre, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, acusó a autoridades de alto nivel saudíes del asesinato de Khashoggi. La Fiscalía turca ha asegurado que el reporteros saudí fue estrangulado y luego desmembrado.
Khashoggi, columnista del diario estadounidense The Washington Post, criticaba las políticas de los Al Saud, especialmente, del príncipe heredero Muhamad bin Salman, quien jugó un importante papel en la agresión saudí a Yemen —y por tanto, de la muerte de miles de personas y de una crisis humanitaria sin precedentes— y del “secuestro” en 2017 del premier libanés, Saad Hariri.
mnz/rha/krd/hnb
Pese a presiones internacionales a Arabia Saudí para que revele el paradero del cadáver de Khashoggi, asesinado el pasado 2 de octubre en el consulado saudí en la ciudad turca de Estambul, Riad se rehúsa a dar una respuesta al respecto.
No obstante, los resultados de un examen de muestras extraídas de las tuberías de la residencia de Muhamad al-Otaibi, el cónsul saudí en Estambul, permitió a los investigadores turcos detectar restos de ácido, según ha informado este sábado el rotativo turco Daily Sabah.
El periódico, citando de manera anónima a fuentes fidedignas, agrega además que los investigadores creen que los asesinos tras disolver el cuerpo del periodista en ácido, se deshicieron de la consistencia suficientemente líquida obtenida de ello, arrojándolo al sistema del desagüe.
El mismo diario había revelado antes que nueve días después del macabro asesinato de Khashoggi, Arabia Saudí envió a Turquía un equipo de 11 personas, entre las que estaban el químico Ahmad Abdulaziz al-Yanubi y el toxicólogo Jaled Yahya al-Zahrani, para deshacerse del cadáver y ocultar pruebas.
El 2 de noviembre, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, acusó a autoridades de alto nivel saudíes del asesinato de Khashoggi. La Fiscalía turca ha asegurado que el reporteros saudí fue estrangulado y luego desmembrado.
Khashoggi, columnista del diario estadounidense The Washington Post, criticaba las políticas de los Al Saud, especialmente, del príncipe heredero Muhamad bin Salman, quien jugó un importante papel en la agresión saudí a Yemen —y por tanto, de la muerte de miles de personas y de una crisis humanitaria sin precedentes— y del “secuestro” en 2017 del premier libanés, Saad Hariri.
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