martes, 9 de abril de 2019

A 100 años del asesinato del General Emiliano Zapata, la lucha por la tierra y su defensa es vigente


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 A 100 años del asesinato del General Emiliano Zapata, la lucha por la tierra y su defensa es vigente

 

 


A 100 años del asesinato del General Emiliano Zapata, la lucha por la tierra y su defensa es vigente
El próximo 10 de abril se cumplen 100 años del asesinato del General Emiliano Zapata, en este contexto el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS) expresa lo siguiente:
El General Emiliano Zapata se destacó por su entrega y arrojo hacia la causa de los trabajadores del campo en un contexto de fuerte represión e imposición de los intereses de caciques y terratenientes, donde el campesino era sometido a trabajos extenuantes y a vivir en condiciones deplorables.
La demanda de los trabajadores del campo se expresó en la consigna “tierra y libertad”, tierra para los campesinos y libertad de la opresión caciquil, lucha que culminó con la victoria parcial puesto que este logro fue traicionado por la burguesía quien utilizó las demandas del pueblo movilizado para hacerse del poder y comenzar a imponer sus intereses.
Emiliano Zapata fue asesinado el 10 de abril de 1919 en Chinameca, Morelos, crímen perpetrado por la burguesía a través de los agentes de Estado, el objetivo era eliminar a los caudillos que representaban los intereses de los campesinos pobres y con ello dar por finalizada la demanda de tierras, y crear las condiciones para arrebatarla y entregársela a los capitalistas, situación que hasta la fecha se mantiene.
EL FANAR, PROCEDE, las leyes agrarias y las reformas hechas al artículo 27, son la expresión del despojo legal de tierras, la represión, detenciones arbitrarias, las ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzadas de trabajadores del campo son la expresión del despojo violento de tierras. El hecho de que más del 70 por ciento de tierras estén en manos de trasnacionales es la muestra de que el despojo se realiza en beneficio de sus intereses.
La formación de organizaciones campesinas en la década de los 70, 80, 90 y hasta la fecha, representa la antítesis de la concentración y centralización de la tierra en unas cuantas manos, la negativa de legalización de las tierras que está en manos de comunidades desde esas mismas décadas y la imposición de la nueva Ley Nacional Agraria habla de los intentos del Estado por continuar con el despojo.
Esta condición hace que la lucha por la tierra y su defensa ya no sea únicamente contra pequeños caciques y terratenientes, sino contra la burguesía agraria transnacional y su aparato represivo, el Estado, quienes son los que fincan su interés en ella.
El capitalismo arroja a los trabajadores del campo a vivir en la pobreza, miseria, tener un pedazo de tierra no es garantía de mejores condiciones de vida, porque el trabajo invertido en ella es enajenado por la burguesía vía precios, en donde se impone el valor de los productos agrícolas, estos se compran al campesino muy por debajo de su valor real.
También nos arroja a un eminente proceso de proletarización material, miles de campesinos jóvenes abandonan la tierra para ir a las grandes ciudades a vender su fuerza de trabajo a cambio de salarios miserables, tanto en el campo como en la ciudad se vive la explotación capitalista.
Esta situación llama a los trabajadores del campo a luchar contra el capitalismo como condición para tener acceso a la tierra y mejores condiciones de vida. Ya no basta con recuperar la tierra, no es garantía de mantener su posesión, si no se defiende de manera organizada el Estado la despoja con mayor facilidad.
La lucha por la tierra y su defensa debe seguir el camino de la lucha por el socialismo, porque es la única manera en la que esta podrá ser definitivamente para el pueblo. Los ejidos y comunidades organizados deben abrazar las banderas de la lucha proletaria porque es con la unidad campesina obrera como se tendrá mejores condiciones para enfrentar al enemigo de clase.
La tierra es para quien la trabaja, defiende y se organiza contra la explotación y la opresión, es el principio con el que nos organizamos, de otro modo, la experiencia muestra que se termina por hacer de la tierra un negocio, se da paso al nacimiento de nuevos caciques y a la descomposición social que muchas veces termina por servir al Estado como grupos paramilitares.
A 100 años del asesinato del General Emiliano Zapata, héroe popular, hoy lo recordamos y reivindicamos la lucha por la tierra y su defensa, en este contexto anunciamos que el día de hoy damos inicio con nuestra Jornada Nacional: La lucha por la defensa de la tierra y el socialismo, el cual culminara el día 10 de abril. Durante este tiempo realizaremos acciones políticas de denuncia e información.
En esta jornada damos nombre a todas aquellas victimas de desplazamiento forzado, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, exigimos el juicio y castigo a los responsables materiales e intelectuales de estos crímenes de Estado y lesa humanidad, también exigimos el alto al despojo violento y respeto a la posesión de la tierra, alto al paramilitarismo y militarización del país, alto a la represión contra el pueblo.
En la Jornada de Lucha que desarrollamos el mes de marzo, estuvo marcada por el hostigamiento e intento se ejecutar crímenes de lesa humanidad contra nuestros compañeros, por lo que de repetirse esta situación quedará expuesto la intención del Estado por querer callar y reprimir a las organizaciones populares, a pesar de que en la retórica mantiene el argumento de “no represión”.
Serán responsables los tres niveles de gobierno, los mandos policiacos militares de cualquier agresión física y psicológica contra quienes participemos durante y después de esta jornada de lucha y contra los que militemos el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS).
Ante el clima de violencia que hoy vive el pueblo, la necesidad de organizarse de manera independiente y combativamente cobra relevancia, generemos los mecanismos para la coordinación y la unidad entre los trabajadores del campo y la ciudad y enfrentar la política represiva y de despojo que se ejecuta sobre el pueblo.
¡Por la unidad obrero, campesina, indígena y popular!
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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