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MEXICO (AP) -- En una intersección muy transitada, una niña con
pelo recogido en cola de caballo pide monedas. Tiene las uñas sucias y
se ve que su camiseta rosada lleva tiempo sin ser lavada. La imagen en
la fotografía podría ser la de miles de niños pobres mexicanos que
venden goma de mascar o solicitan dinero en las calles, salvo por una
cosa: la pequeña es rubia.
La oleada de
atención en internet a la fotografía, y la velocidad con la que
reaccionaron las autoridades, ha renovado un debate acerca del racismo
en México, una nación orgullosa de su herencia mestiza pero en la que
millones de indígenas viven en la pobreza y con frecuencia los peatones
apenas prestan atención a los niños de piel morena que piden limosna en
las calles.
El asunto comenzó la semana pasada
cuando un usuario de Facebook difundió una fotografía de una niña de
pie junto a un espejo retrovisor en una calle de la ciudad occidental de
Guadalajara. Aparentemente él sospechaba que la pequeña hubiera sido
robada porque "sus papás son morenos", e indicó que ya había contactado a
una agencia de servicio social y a fiscales estatales.
"Difundamos esta foto", escribió.
Decenas
de miles de personas compartieron la fotografía de la niña de cabellos
dorados y ojos verdes, y decenas comentaron sobre ella, algunos
agradeciéndole la difusión, otros quejándose de que la iniciativa era
racista.
Lino González, portavoz de la
procuraduría en el estado de Jalisco, del que Guadalajara es la capital,
dijo que la distribución generalizada de la foto fue vista como una
especie de advertencia colectiva, y se lanzó una investigación.
"Aquí
hubo una denuncia de presunción de que fuera robada", dijo González.
"Se tenía que actuar porque había una presunción de delito".
Las
autoridades rastrearon rápidamente a la niña de 5 años, la enviaron a
un orfanato de Guadalajara y detuvieron dos días a su madre de 23 años.
Indicaron que ella mintió sobre su domicilio y sobre el padre de la
pequeña, al afirmar primero que era un extranjero y luego que era
mexicano, pero que ambos estaban separados.
La
abuela de la niña -que también tiene ojos verdes- entregó el acta de
nacimiento de su nieta. González dijo que la madre fue puesta en
libertad y que no había indicios de que la pequeña hubiera sido
secuestrada, aunque aún están pendientes los resultados de los exámenes
de ADN. Las autoridades dicen que también sopesan la posibilidad de
presentar cargos por explotación infantil.
El caso generó indignación en muchas personas.
"Necesitamos
ver a una niña de color blanco para preocuparnos por los secuestros, el
tráfico de niños y la explotación infantil. Jamás he visto fotografías
de niños indígenas o simplemente morenos, indígenas o no, pidiendo que
las circulemos porque debemos rescatarlos", escribió en su blog Yali
Noriega, activista por los derechos humanos.
Algunos
creen que la madre podría demandar al gobierno. Xóchitl Gálvez, ex
comisionada nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas durante
el gobierno del ex presidente Vicente Fox, dijo que las autoridades
tienden a apoyarse demasiado en la opinión pública cuando atienden
asuntos delicados.
"No puede ser que sólo por
el color de la piel se pueda decir que la niña no es su hija", afirmó.
"No hay pureza racial. Hay una mezcla... sí te habla de un profundo
desconocimiento por parte de la autoridad".
Gálvez
dijo que más bien las autoridades deberían trabajar para disminuir el
elevado índice de trabajo infantil en México y crear más programas de
apoyo a las madres solteras pobres.
"El
problema no es encarcelar a la mamá o quitarle la niña; el problema es
qué hacemos en el país para ayudar a estos niños", agregó.
Amparo
González Luna, directora del orfanato donde la niña ha estado viviendo,
dijo que la madre es pobre y el episodio debería alentarla a cuidar
mejor de sus hijos.
"Ha sido doloroso para ella", declaró a la cadena Televisa.
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