martes, 18 de diciembre de 2012

Calderón vivirá en una ciudad con 3 homicidios desde 2007

Calderón vivirá en una ciudad con 3 homicidios desde 2007

Política •
Las estadísticas del censo de 2010 pintan el retiro dorado al que llegará el ex presidente: vivirá y trabajará en un suburbio con las mejores escuelas de EU e ingresos de 107 mil dólares.
Estados Unidos • El letrero ejemplifica a la perfección algunas de las preocupaciones a las que está acostumbrada la Universidad de Harvard, ubicada en la casi idílica Cambridge, una ciudad de pequeño tamaño a media hora de Boston.
“Por favor, no patine en la acera”, ordena un rótulo, instalado a la entrada de la escuela John F. Kennedy de Gobierno, cerca de un prado usado en verano para la práctica de yoga y en el que se permite a patos pastar tranquilamente en invierno.
Esta ciudad, una de las más liberales de todo Estados Unidos y que año con año entra a las listas de la prensa especializada sobre los mejores lugares para vivir en el país, será durante los próximos años el nuevo hogar de Felipe Calderón.
Las estadísticas del censo de 2010 pintan claramente el retiro dorado al que llegará el ex presidente: vivirá y trabajará en un suburbio bostoniano cuya población —predominantemente caucásica— apenas rebasa las 102 mil personas y donde el precio habitual de una casa es de 600 mil dólares.
La zona es una burbuja de clase media alta, tirándole a alta y a veces muy alta: tiene las mejores escuelas del país y el ingreso familiar promedio roza los 107 mil dólares, mientras que el desempleo es la mitad de la tasa nacional, con 5.3 por ciento. Además, la oferta cultural y restaurantera es de las más refinadas de toda la costa este de Estados Unidos.
Pero más allá de lo económico —y en un tema que se presume como crítico para Calderón—, está la seguridad. Desde 2007, Cambridge ha registrado solo tres homicidios. Desde 1991, menos de 30. Los incidentes de robo son contados.
En esa seguridad quizá tenga que ver el elevado rango de policías por habitante, que es de uno por cada 394, mayor a la media estadunidense.
Y que el Departamento de Policía no es el único que protege la zona, en la que se encuentran basadas permanentemente dos divisiones de la Policía Estatal de Massachusetts y el cuerpo de guardias privados de Harvard, además del Departamento de Seguridad del famoso Massachusetts Institute of Technology, otra universidad de la ciudad.
Pero lo anterior no quiere decir que Cambridge no tiene sus propios problemas. En los últimos meses se ha reportado un incremento en el número de ataques sexuales contra estudiantes, lo que ha obligado a las distintas agencias a fortalecer aún más la presencia policiaca.
A ese panorama de blindaje se suma el que pueda llevar por sí mismo Calderón como parte de su guardia personal del Estado Mayor Presidencial. No será la primera personalidad que cuente con protección especial en el campus, en el que estudia Xi Mingze, la hija del vicepresidente chino Xi Jinping y quien tiene, según se reporta, un destacamento de 24 guardaespaldas.
* * *
A partir de la segunda semana de enero próximo, según informó a MILENIO el departamento de prensa de Harvard, el ex presidente Calderón tomará las riendas de su propia cátedra dentro del programa de líderes Globales Angeloupoulos, en el edificio central de la escuela de Gobierno John F. Kennedy.
“Me dicen que deberá estar llegando a mediados-finales de enero”, indicó el vocero escolar Doug Gavel.
Los salones de clases en los que el ex mandatario iniciará la siguiente etapa de su vida profesional se encuentran justo a unos metros de un muro con fotografías de personalidades que han pasado por la escuela. En el sitio de honor ya fue instalado un retrato de Calderón, tomado durante el discurso que pronunció en Harvard en 2010.
La inminente llegada del ex presidente a la universidad se ha vuelto tema de polémica y discusión entre la comunidad de mexicanos que estudia y da clases en Harvard, donde unos 150 estudiantes y profesores de México han echado raíces en distintos niveles, desde licenciatura y maestría, hasta doctorado e investigación.
Sobre todo queda abierta la pregunta de qué hacer cuando se lo encuentren en pasillos, en especial dada la cultura harvardiana que permite e incentiva que los estudiantes entren en contacto y cuestionen directamente a sus profesores. Por primera vez en seis años, Calderón estará en un ambiente completamente ajeno a su control.
“Tengo la impresión de que Calderón estará bien protegido. Pero debe entenderse que en algún momento enfrentará cuestionamientos por parte de los estudiantes de acá, que están acostumbrados a acercarse a sus profesores. En esta escuela hay todo un rango de ideologías y estoy segura de que se le va a cuestionar. Que conteste o no, ya será otra cosa”, consideró María Luisa Parra, investigadora senior en el Departamento de Lenguas Romances y Literatura.
Claudio X. González, representante de los estudiantes mexicanos en nivel de College, sostiene que la comunidad estudiantil “está muy interesada” ante las posibilidades que abre la llegada de Calderón para despejar dudas sobre por qué hizo lo que hizo en su sexenio.
“La comunidad aquí es muy abierta. Lo que queremos es aprender. Pero sí me gustaría que el presidente no nada más dé pláticas, sino que se abra a compartir tiempo con los alumnos y a responder preguntas sobre las decisiones difíciles que debió tomar”, dijo.
Y es precisamente eso —permitir a los alumnos encarar a sus maestros— algo de lo que se espera de Calderón, según declaró hace una semana el rector de la escuela de Gobierno, David T. Elwood.
En un correo electrónico reproducido por el diario universitario Harvard Crimson, admitió que no todos pueden estar de acuerdo con las decisiones de política pública que tomó el ex presidente, pero que sus clases permitirán a estudiantes “preguntar preguntas difíciles” sobre su gobierno.

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