¿Por qué India trata tan mal a sus mujeres?
Cuando la mujer desconocida murió en un hospital de Singapur el sábado, víctima de una violación salvaje en un autobús de Nueva Delhi, la capital de India, muchos volvieron a preguntarse: ¿por qué India trata a sus mujeres tan mal?
Fetos femeninos son abortados y pequeñas niñas asesinadas apenas
nacidas, lo que ha llevado a un asombroso desequilibrio numérico entre
géneros. Muchas de las que sobreviven enfrentan discriminación,
prejuicios, violencia y negligencia a lo largo de sus vidas, sean
solteras o sean casadas.
TrustLaw, un servicio de noticias propiedad de Thomson Reuters, ha calificado a India como el peor país del mundo para ser mujer.
Eso, a pesar de tratarse de un país en el que el líder del partido de gobierno, el jefe de la cámara baja del parlamento, al menos tres importantes ministros y una gran número de íconos del deporte y los negocios son mujeres.
Es también el país en el que una nueva generación de mujeres jóvenes, más conscientes de su poder, salen a trabajar en cantidades más grandes que nunca.
Crímenes en aumento
Pero también es un país donde la violencia de género va en aumento.
Con más de 24.000 casos registrados en 2011, las violaciones se incrementaron en 9,2% con relación al año anterior. Más de la mitad de las víctimas (54,7%) tenían entre 18 y 30 años.
Pero lo más perturbador es que, según los registros policiales, en el 94% de los casos los agresores conocían a sus víctimas. Los vecinos representan un tercio de los atacantes, mientras que muchos parientes y otros familiares también aparecen involucrados.
Sólo en Nueva Dehli se produjo el 17% del total de casos de violación registrados en el país.
No sólo se trata de violaciones. En 2011 la policía también ha reportado que los secuestros y raptos de mujeres han aumentado desde 2010 en 19,4%; mujeres asesinadas en disputas por el pago de dotes matrimoniales en 2,7%; las torturas en 5,4%; el acoso sexual en 5,8% y la trata de personas en un alarmante 122%.
Discriminación mortal
TrustLaw, un servicio de noticias propiedad de Thomson Reuters, ha calificado a India como el peor país del mundo para ser mujer.
Eso, a pesar de tratarse de un país en el que el líder del partido de gobierno, el jefe de la cámara baja del parlamento, al menos tres importantes ministros y una gran número de íconos del deporte y los negocios son mujeres.
Es también el país en el que una nueva generación de mujeres jóvenes, más conscientes de su poder, salen a trabajar en cantidades más grandes que nunca.
Crímenes en aumento
Pero también es un país donde la violencia de género va en aumento.
Con más de 24.000 casos registrados en 2011, las violaciones se incrementaron en 9,2% con relación al año anterior. Más de la mitad de las víctimas (54,7%) tenían entre 18 y 30 años.
Pero lo más perturbador es que, según los registros policiales, en el 94% de los casos los agresores conocían a sus víctimas. Los vecinos representan un tercio de los atacantes, mientras que muchos parientes y otros familiares también aparecen involucrados.
Sólo en Nueva Dehli se produjo el 17% del total de casos de violación registrados en el país.
No sólo se trata de violaciones. En 2011 la policía también ha reportado que los secuestros y raptos de mujeres han aumentado desde 2010 en 19,4%; mujeres asesinadas en disputas por el pago de dotes matrimoniales en 2,7%; las torturas en 5,4%; el acoso sexual en 5,8% y la trata de personas en un alarmante 122%.
Discriminación mortal
El economista bengalí Amartya Sen, premio Nobel de Economía 1998,
calcula que en todo el mundo más de 100 millones de mujeres han
“desaparecido” (mueren) debido a la discriminación.
Son mujeres que seguirían vivas de haber recibido el mismo cuidado de salud o nutrición que los hombres.
Nuevas investigaciones realizadas por los economistas Siwan Anderson y Debraj Ray calculan que en India más de dos millones de mujeres mueren cada año: cerca de un 12% al nacer, 25% en la infancia, 18% en edades reproductivas y 45% ya adultas.
El estudio encontró que al año más mujeres mueren de “heridas” que de complicaciones durante el parto y aseguran que las heridas “parecen ser un indicador de la violencia contra las mujeres”.
Anderson y Ray afirman que las muertes vinculadas con incendios son una de las mayores causas de decesos y causan la muerte a unas 100.000 indias cada año.
De acuerdo con el trabajo, muchos de esos casos pueden ser vinculados a demandas sobre dotes matrimoniales que terminan con la esposa prendida en fuego.
Esos hallazgos señalan el abandono que padecen las mujeres de India. También prueba que la gran preferencia por tener hijos en vez de hijas, y los abortos selectivos según sea el sexo del bebé, es sólo una parte de la historia.
Muchas mujeres indias enfrentan amenazas a lo largo de sus vidas: violencia, falta de cuidados de salud, desigualdad, abandono, dietas pobres, falta de cuidados de salud personalizados.
Sociedad patriarcal
Los analistas afirman que son necesarios cambios profundos en las actitudes de la sociedad para que las mujeres indias sean más aceptadas y estén más seguras.
Hay un sentido patriarcal profundamente arraigado y una misoginia extendida en amplias zonas del país, especialmente en el norte. Y allí el Estado ha fallado en proteger a las mujeres.
Los enardecidos ciudadanos creen que los políticos, incluido el primer ministro Manmohan Singh, están siendo insinceros cuando prometen leyes más estrictas y un procesamiento judicial más expedito de los violadores y otros que cometen crímenes contra las mujeres.
Y se preguntan, cómo los partidos políticos en los últimos cinco años han presentado candidatos a elecciones estatales que, en 27 casos, han reconocido haber sido acusados de violación.
Los ciudadanos se preguntan cómo puede creerse en los políticos cuando hay seis legisladores estatales que tienen en su contra cargos por violación.
Las renovadas protestas en Nueva Dehli tras la muerte en Singapur de la mujer violada traen cierta esperanza.
¿Será su muerte un punto de inflexión en la historia de India, que forzará al gobierno a adoptar leyes más severas y que la gente empiece a pensar seriamente sobre el abandono de las mujeres?
Es temprano aún para decirlo, pero uno espera que estos sean los primeros signos de cambio.
Nuevas investigaciones realizadas por los economistas Siwan Anderson y Debraj Ray calculan que en India más de dos millones de mujeres mueren cada año: cerca de un 12% al nacer, 25% en la infancia, 18% en edades reproductivas y 45% ya adultas.
El estudio encontró que al año más mujeres mueren de “heridas” que de complicaciones durante el parto y aseguran que las heridas “parecen ser un indicador de la violencia contra las mujeres”.
Anderson y Ray afirman que las muertes vinculadas con incendios son una de las mayores causas de decesos y causan la muerte a unas 100.000 indias cada año.
De acuerdo con el trabajo, muchos de esos casos pueden ser vinculados a demandas sobre dotes matrimoniales que terminan con la esposa prendida en fuego.
Esos hallazgos señalan el abandono que padecen las mujeres de India. También prueba que la gran preferencia por tener hijos en vez de hijas, y los abortos selectivos según sea el sexo del bebé, es sólo una parte de la historia.
Muchas mujeres indias enfrentan amenazas a lo largo de sus vidas: violencia, falta de cuidados de salud, desigualdad, abandono, dietas pobres, falta de cuidados de salud personalizados.
Sociedad patriarcal
Los analistas afirman que son necesarios cambios profundos en las actitudes de la sociedad para que las mujeres indias sean más aceptadas y estén más seguras.
Hay un sentido patriarcal profundamente arraigado y una misoginia extendida en amplias zonas del país, especialmente en el norte. Y allí el Estado ha fallado en proteger a las mujeres.
Los enardecidos ciudadanos creen que los políticos, incluido el primer ministro Manmohan Singh, están siendo insinceros cuando prometen leyes más estrictas y un procesamiento judicial más expedito de los violadores y otros que cometen crímenes contra las mujeres.
Y se preguntan, cómo los partidos políticos en los últimos cinco años han presentado candidatos a elecciones estatales que, en 27 casos, han reconocido haber sido acusados de violación.
Los ciudadanos se preguntan cómo puede creerse en los políticos cuando hay seis legisladores estatales que tienen en su contra cargos por violación.
Las renovadas protestas en Nueva Dehli tras la muerte en Singapur de la mujer violada traen cierta esperanza.
¿Será su muerte un punto de inflexión en la historia de India, que forzará al gobierno a adoptar leyes más severas y que la gente empiece a pensar seriamente sobre el abandono de las mujeres?
Es temprano aún para decirlo, pero uno espera que estos sean los primeros signos de cambio.
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