La PGR peñista contra tres mujeres indígenas
Se devela el rostro del peñismo. Y es que la justicia seguirá
siendo una ilusión. La Procuraduría General de la República (PGR), donde
despacha Jesús Murillo Karam (del grupo del supersecretario de
Gobernación, Osorio Chong) decidió no reparar el daño a tres mujeres
indígenas absueltas en la última instancia judicial de una falsa
acusación, que reclamaron la reparación del daño que les causó su
encarcelamiento. Entonces es puro cuento lo de respetar los
derechos humanos, y el peñismo seguirá los pasos del calderonismo para
impartir injusticia y no acatar resoluciones de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación (SCJN), que atrajo el caso y resolvió que las tres
mujeres habían sido víctimas de un proceso amañado para sentenciarlas a
como diera lugar. Pero la PGR pasa por encima de la sentencia absolutoria y de su obligación para ordenar la indemnización que merecen por su sufrimiento.
El peñismo ya cometió su primera violación a los derechos humanos (Emir Olivares, La Jornada,
20 de diciembre de 2012) al negar la reparación de los daños que
padecieron Jacinta Francisco Marcial, Alberta Alcántara Juan y Teresa
González Cornelio, y muestra la misma cara que mostró en Atenco y que es
el rostro del obregonismo sangriento que comete injusticias. En lugar
de defender y representar los intereses sociales de los mexicanos, en su
competencia federal, la PGR mantendrá la mano dura contra los pobres que ni siquiera tienen derecho a una justicia a secas. Murillo Karam libera a una mujer policía arraigada injustamente. Pero abusa del poder contra tres indígenas que vivieron un infierno de torturas, cárcel y amenazas por delitos que no cometieron.
Y que por ser indígenas no tienen derecho a que les reparen ese
daño. La SCJN resolvió que fueron culpadas y sancionadas por abusos de
la policía, el ministerio público y sus juzgadores en tribunales
corruptos. Pero Murillo Karam decidió que ellas no merecen que el
gobierno federal les otorgue una reparación económica. No fueron
perdonadas, ¡fueron absueltas! Son inocentes jurídicamente. Pero esto no
lo entiende Murillo Karam, quien no merece seguir al frente de esa
institución. La PGR de Calderón las acusó falsamente, la PGR de Peña
continuará los fines del priísmo empanizado, donde el Ministerio Público seguirá pisoteando los derechos humanos.
No obstante que algunos peñistas tienen colmillo del antiguo Partido Revolucionario Institucional y el más calvo se hace trenzas, parece que en su arranque no ven más allá de su nariz
y olvidan que si se acumulan más agravios a la crisis económica, la
sociedad mexicana empobrecida, estallará en revueltas que rebasen las
actuales manifestaciones de protesta, y la violencia social (ya tenemos
la violencia de los delincuentes) hará acto de presencia sumándose a los
cuestionamientos al peñismo en todo el país. Todo eso se iniciará a
partir de las injusticias, como la cometida por la PGR de un Murillo
Káran que no midió las consecuencias de burlarse de esas tres mujeres
mexicanas que por ser indígenas les niegan la reparación del daño que
padecieron por un proceso penal manipulado por las maniobras de un
tribunal que la SCJN ha invalidado. El peñismo, pues, busca despeñarse.
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