Los problemas del Instituto Federal Electoral (IFE) y los problemas que nos causa el IFE ya rebasan el tope de gastos. Además de la polémica resolución esta semana respecto del caso Monex y las ganas locas de los consejeros electorales por salir pronto del asunto, aunque retrasen hasta el próximo miércoles la siguiente reunión para ver si es sí o es no…
…Ahora resulta que en unas semanas más se tendrá que definir si el IFE se va a encargar de las elecciones tanto federales como estatales y municipales…: si es sí, a ver cómo le dicen adiós a los institutos electorales estatales, y si es no, a ver cómo se soluciona lo firmado por los tres grandes en el Pacto por México de diciembre pasado…
El artículo 41 de la Constitución, reformado en agosto de 1989, establece que el IFE se encargará de las elecciones federales, para lo que se le dotó de autonomía, personalidad jurídica y patrimonio propios y en cuya integración participan el Poder Legislativo de la Unión, los partidos políticos nacionales y los ciudadanos… (y que) el IFE asumirá “mediante convenio con la autoridades competentes de las entidades federativas que así lo soliciten, la organización de procesos electorales locales…” Fue aprobado por mayoría de los partidos políticos.
Pero ahora resulta que según el rubro 5.3 del Pacto por México, firmado por las tres fuerzas políticas más importantes (PRI, PRD, PAN) se creará una autoridad electoral de carácter nacional y una legislación única, que se encargue tanto de las elecciones federales, como de las estatales y municipales…
Eso dice ahí… Sí… pero del “dicho al hecho”… resulta que a ver cómo reforman la Constitución; qué opinarán los gobiernos de los estados de la República a quienes les sustraerán el control de las elecciones; cómo se le dará muerte chiquita a los Ifitos y a ver cómo canta el gallo con la salida multinacional de trabajadores de lo electoral, además de que los ciudadanos y organizaciones políticas locales pegarán el grito en el cielo por todas las ofensas que se les han hecho. En fin. Que los nubarrones ya se acercan… Vamos a ver si hay chubasco o no…
En Oaxaca no se sabe si llorar o reír o rezar… o todo junto. El gobierno del señor Gabino Cué no está en su mejor momento de popularidad en la entidad. De hecho, muchos ahí se sienten defraudados porque las expectativas de cambio, luego de dos sexenios maloras, eran las de que “todo habría de cambiar”, pero no… no y no…
A los problemas de ingobernabilidad ahí se suman otros más que generan suspicacias financieras… Aquí un pequeñísimo ejemplo de lo que ocurre en el México profundo: es el caso del municipio de Santa Lucía del Camino, conurbado a la ciudad de Oaxaca.
En 2011, Pedro Cabañas era presidente municipal de ahí; a unos meses de ocupar el cargo “fuerzas extrañas y obscuras del perredismo” lo hicieron a un lado de tal forma que es… y no es: Es, porque el Congreso local no ha dicho: no, aunque esas fuerzas obscuras dicen que pidió licencia. Él dice que no fue así. El ejemplo de ingobernabilidad oaxaqueña se expresa en que la Secretaría de Finanzas siguió enviando mes a mes los recursos municipales, y que éstos no fueron entregados al munícipe sino al funcionario municipal Eusebio Blas Pacheco sin acreditación legal para recibir los recursos.
Se estima que en el lapso, hasta noviembre del año pasado, se entregaron 115 millones de pesos a quienes presuntamente no tienen personalidad jurídica y no hay informes de en dónde están en este momento los milloncitos oaxaqueños o si se aplicaron ¿en qué se aplicaron?
¿Quién entregó estos recursos en estas condiciones de irregularidad? ¿Quién autorizó que se hiciera así? ¿Quién supervisa el control de este dinero? ¿Quién en Oaxaca autorizó a quien autorizó que se hiciera así? ¿Es así cómo se controla la entrega de recursos para los 570 municipios de la entidad?…
Sólo despojos hallarán de lo que es la administración pública… No es uno o dos o tres titulares de secretarías de Estado u oficinas gubernamentales en general., son muchos más los que describen el desaseo con que concluyó la administración pública panista.
Se quejan de que en muchas oficinas de gobierno, los nuevos titulares se encuentran con vacíos financieros, desaparición de bienes o deudas crecientes y desabasto. Es el caso de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), a la que llegó como titular el ex diputado priísta Francisco Moreno Merino.
Se dice ahí que la oficina encargada de cuidar el medio ambiente nacional, que regula las actividades industriales riesgosas y el cuidado de nuestros recursos naturales en cielo mar y tierra, no tiene forma de encaminarse porque encontró desierto arriba y desierto abajo en sus entrañas administrativas: que “prácticamente la Profepa está desmantelada”.
Será bueno que tanto la Secretaría de la Función Pública como el Instituto de Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) –en cuanto se recupere de sus quebrantos también internos, quién lo iba a decir- y las contralorías de toda estas dependencias, ya se pongan a trabajar y luego de llevar a cabo revisiones exhaustivas de qué quedó de todas estas oficinas y cómo quedaron, se finquen las responsabilidades de mal uso de recursos y bienes públicos cuando así se pruebe… Y luego, a ver si es cierto que hay acceso a esa información.
Sarkozy y esas sus miradas de fulgor extraño… El sábado 7 de marzo de 2009 estuvo en México el entonces presidente francés, Nicolás Sarkozy, y su bella esposa Carla Bruni. Descansaron dos días en la Playa Tamarindos, cercana al puerto de Acapulco. La visita oficial comenzaba el lunes 9. El entonces presidente Calderón le ofreció una cena la noche del domingo 8. Fue la cena. Pero el educadísimo señor presidente francés al llegar al lugar se dirigió de inmediato al mandatario mexicano y con mirada de león enfurecido y sin saludar ni extender la mano le espetó: “¡Quiero que me entregues a Cassez!”… Dicen quienes estuvieron ahí que luego de esto la cena fue “un infierno sin cesar” porque ambos mandatarios estaban con cara de madre patria…
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Mi amigo le reclama a su hijo que por qué le contó a su mamá sus confidencias masculinas “de padre a hijo”… -¡Pues para qué me dijiste, si no querías que se supiera!
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