Recibirá el MP toda denuncia por maltrato animal
Cualquiera puede acusar, aunque no necesariamente se llegará a la acción penal; por quinta ocasión, se quitaron la ropa y escenificaron la experiencia de los toros en las corridas
Filiberto Cruz, Cintya Contreras y Ricardo Coello / Fotos @AnimalNat_Mexico
04/02/2013 06:51
Cerca
de 600 activistas en contra del maltrato animal, se manifestaron en el
Monumento a la Revolución haciendo una representación de los toros que
mueren en las corridas
Jorge Antonio Mirón Reyes, subprocurador Jurídico, de Planeación, Coordinación Interinstitucional y Derechos Humanos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, detalló, que aunque existen causas de exclusión del delito para el supuesto de espectáculos como las corridas de toros, cualquier persona puede presentar su denuncia por maltrato animal aunque no necesariamente se llegará al ejercicio de la acción penal.
“Si el denunciante insiste en presentar su denuncia, el MP está obligado a aceptarla; eso no conlleva que el MP tenga que resolver; se analiza la denuncia y puede determinar el no ejercicio de la acción penal ante una causa de exclusión al delito”, detalló.
El funcionario advirtió que, aunque existen modificaciones al reglamento que castigan de manera más severa el maltrato animal, para el caso de actos que son regulados por la ley administrativa la ley penal queda excluida.
“Existe la Ley de Espectáculos del DF, en donde se definen cuáles son los esquemas de protección a los animales; a partir de ahí excluye a los animales que no entran en ese esquema, por eso hay una clara distinción de cuando se aplica la ley penal y cuando se aplica la ley administrativa”, precisa.
Incluso el Código Penal establece causas de exclusión cuando una persona, derivado de una profesión reglamentada, debe ejercer cierta actividad.
“Por un lado, el artículo 29 fracción 6 del Código Penal establece una causa de exclusión del delito vinculada con el cumplimiento de un deber; esto significa que una persona, derivado de su actividad, tiene que cumplir un deber atendiendo a la posición que tiene, como es el caso del torero; entonces él está cumpliendo un deber derivado de la profesión que tiene y eso lo excluye de la comisión de un delito”, puntualizó el funcionario.
Mirón Reyes puntualizó que, inclusive, en la exposición de motivos para lograr las modificaciones a la ley se advierte que el maltrato se apega para los supuestos, principalmente de animales domésticos o mascotas, y en segundo término de animales silvestres.
En caso de que el MP reciba una denuncia de maltrato animal que sí sea procedente, deberá constituirse en el lugar donde presuntamente se cometió el ilícito y, sobre todo, resguardar al animal que supuestamente estaba siendo sometido al maltrato, explicó el funcionario.
Exigen datos sobre 3 perros
El Frente Ciudadano por el Derecho Animal demandó a la Procuraduría capitalina informar sobre el estado de tres de los 57 perros que fueron detenidos, acusados de una serie de asesinatos en el Cerro de la Estrella, en la delegación Iztapalapa, los cuales siguen en su poder y sin darse en adopción.
José Luis Carranza, presidente de la organización, informó que los tres animales, presuntamente cruza de gran danés y labrador, son los principales señalados de haber cometido los homicidios y se mantienen en las instalaciones de la dependencia de gobierno.
“El problema es que no nos han dejado verlos y no sabemos qué tan cierta es la información de la autoridad que son a ellos a quienes tratan de inculpar de todos los homicidios”, comentó.
Aseguró que pese a las condiciones de calle, los animales tendrían posibilidad de rehabilitación, por lo que insistirán en que les sean entregados para que, de la mano con expertos en la materia, traten de ayudarlos y no sigan criminalizándolos.
La polémica detención de perros que la Procuraduría realizó a principios de enero en el Cerro de la Estrella, fue de 25 canes en un inicio, lo que incluso motivó el movimiento #Yosoycan26 en defensa de éstos, pero con las redadas posteriores la cifra aumentó a 57 perros, de los cuales fueron liberados 54 y tres aún sujetos a investigación.
Los presuntamente liberados no volvieron a las calles sino que la PGJDF los entregó a la delegación Iztapalapa para que los diera en adopción a asociaciones protectoras de animales o a la gente que los solicitara y cumpliera con los requisitos, pero hasta el momento, dijo Carranza, tampoco se conoce el paradero de estos animales.
En entrevista previa a una marcha que realizaron junto con diversas organizaciones, del Ángel de la Independencia al Monumento a la Revolución, demandando la liberación de los animales, lamentó que las autoridades sostengan que los perros “son asesinos”.
Acciones en contra y a favor de la fiesta brava
Grupos antitaurinos impulsarán entre los diputados locales nuevas reformas a la legislación para prohibir las corridas de toros en el DF.
“El Código Penal ya ha sido reformado, ahora queda reformar la Ley de Protección Animal y la de Espectáculos Públicos para que se llegue a una prohibición definitiva de las corridas de toros”, dio a conocer Israel Arriola, vocero de la organización AnimaNaturalis Internacional.
Informó que desde la legislatura pasada existía una iniciativa para hacer las modificaciones al marco legal capitalino, pero no prosperó, por lo que buscarán a diputados de la llamada izquierda, quienes además conforman la mayoría en la ALDF, para que la iniciativa que ya existe se retome, se suba al pleno y se vote favorablemente el tema.
“Estamos iniciando las actividades de cabildeo; todavía no tenemos un diagnóstico de las posibilidades reales, pero al ser la comisión de Administración Pública Local mayoritariamente de izquierda, deberá acceder, confiando en que los gobiernos de izquierda son más progresistas, más humanos”, comentó.
Arriola descartó que la desaparición de la llamada fiesta brava tenga una repercusión económica o laboral importante, ya que cada año es menor la cantidad de personas que asisten a las corridas de toros, al igual que las ganancias para quienes lo manejan como negocio.
“La tauromaquia es un espectáculo que ya no es costeable, la gente que va, en su mayoría, no son aficionados, sino que es gente que va por razones sociales. Las mismas plazas sometidas a otro tipo de eventos generan mayores ingresos. El hecho de que se prohíban las corridas de toros no tiene más que resultados positivos”, aseguró.
En entrevista, comentó que durante la temporada pasada, en promedio asistieron nueve mil personas a cada corrida de toros, mientras que en el mismo sitio un espectáculo deportivo o musical reúne hasta 20 mil, lo cual, según los propios vendedores de cervezas y botanas, les deja mejores ganancias.
En el marco de los festejos del aniversario de la Plaza de Toros México y en rechazo a la celebración de la tauromaquia, los activistas realizaron un performance semidesnudos, ensangrentados y con supuestas banderillas de toreo clavadas en sus espaldas, demandando un alto a la violencia contra los animales.
Al coro de “la tortura no es arte ni cultura”, más de cincuenta personas se pararon sobre la explanada del Monumento a la Revolución.
Sobre las declaraciones de la Asociación Mexicana de Empresarios de Circo, que denunciaron su exclusión en las reformas al Código Penal y los daños que podría causar a su negocio las denuncias por el uso de animales en sus espectáculos, Arriola aseguró que todos los animales utilizados para el circo son sometidos a entrenamientos severos en donde el maltrato es evidente.
Tradición inalterada
Contrario a lo esperado, los minutos previos al inicio del festejo de la Temporada Grande en la Plaza México transcurrieron en tranquilidad.
La tradición que existe alrededor del coso más grande del mundo desde hace 67 años no tuvo ninguna alteración, pues las familias llegaron en gran número para disfrutar el cartel de ayer sin ningún contratiempo ni manifestación alguna de protesta que irrumpiera con la tranquilidad que se vivió en el inmueble de la colonia Noche Buena.
Si acaso, sólo se apareció un par de jóvenes que caminaban entre los taurinos con una hoja tamaño carta y la imagen de un toro sangrado, acompañado por la frase: “Tortura, ni arte ni cultura”.
Pero lejos de buscar algún tipo de enfrentamiento, los aficionados simplemente volteaban la mirada y cambiaban el rumbo de su caminar cuando se cruzaban con alguno de los silenciosos y pacíficos manifestantes.
La paz si acaso se rompió con la llegada de los tres matadores en turno. Primero con la del tercer espada Fermín Rivera, quien dijo a Excélsior que la fiesta brava seguirá con vida en el DF.
“No creo que nos afecten nada las protestas de algunos mientras los toreros estemos juntos”, aseguró el potosino.
Luego hizo su arribo el español Juan José Padilla, quien fue recibido con gritos de “valiente”, “maestro”, y al final arribó el aguascalentense Arturo Macías, quien también expresó su punto de vista.
“La fiesta brava nunca morirá mientras estemos toreros valientes como nosotros y hombres que vamos a defender al toro”, dijo Macías.”
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