México se convierte en exportador de inversión directa de capital
APmar 26 feb 2013 07:20
El
Banco de México anunció el lunes que las empresas mexicanas invirtieron
casi 25,600 millones de dólares el año pasado para comprar plantas y
compañías extranjeras.
Después de décadas de depender de la entrada del capital externo para desarrollar su economía, México ha dado un giro de 180 grados y se ha convertido en un exportador neto de inversión directa de capital en 2012.
El Banco de México anunció el lunes que
las empresas mexicanas invirtieron casi 25,600 millones de dólares el
año pasado para comprar plantas y compañías extranjeras, más del doble
que los 12,700 millones de inversión extranjera directa que hubo en
empresas mexicanas. Un funcionario confirmó que es la primera vez en la
historia reciente que la salida excede a la entrada de capital.
Para un país que todavía tiene un pie
firmemente plantado en el mundo en desarrollo, la noticia preocupó a
algunos analistas y deleitó a otros.
"México no está en una posición de ser
un exportador neto de capitales", señaló el economista Ernesto Piedras
de la firma Competitive Intelligence Unit, establecida en la capital
mexicana. "El capital financiero es un recurso escaso en México".
"México sigue siendo un país con fuertes
necesidades de capital, de inversión, en carreteras, en presas, en
redes de telecomunicaciones", expuso Piedras. "Es muy lamentable que de
aquí salga más recurso del que entra".
El giro se debió en parte a una
significativa reducción de la inversión foránea en México, de 21.500
millones de dólares en 2011 a 12.600 millones, acentuada por la decisión
de un banco español de vender unos 4.100 millones de dólares en
acciones en sus operaciones en México.
Pero las cifras muestran también que
compañías mexicanas han más que duplicado la cantidad de dinero
invertido en adquirir activos en el extranjero, respecto a los 12.100
millones de dólares en 2011.
En parte, el incremento procedió de las
grandes compras de activos en la división de las telecomunicaciones
europeas y en el sector petrolero foráneo que ha realizado el magnate
mexicano Carlos Slim, considerado el hombre más acaudalado del mundo.
El año pasado, varias empresas de Slim
anunciaron transacciones para comprar el 8,4% de la petrolera argentina
YPF S.A., así como una cuarta parte de la operadora telefónica austriaca
Telekom Austria AG, y un contrato de 3.400 millones de dólares por el
28% de la firma holandesa de telefonía celular y fija Royal KPN NV.
Ese tipo de inversión en el extranjero no es motivo de duelo, estimó el economista Ramiro Tovar.
"Estas grandes empresas (...) no deben
de ser satanizadas por estar llevando capital afuera. Esto debe de ser
una manifestación del crecimiento de las empresas nacionales", explicó
Tovar. "Esto es una señal positiva".
"Como cualquier otro país, México tiene
derecho a tener empresas transnacionales", dijo Tovar al señalar que, si
la tendencia continúa, México podría empezar a recibir más ingresos por
dividendos, utilidades y regalías del extranjero como resultado de las
inversiones.
Sin embargo, son pocos los que creen que
la tendencia llegará a ser permanente. Es improbable que la oleada de
compras en el extranjero efectuadas por magnates mexicanos mantenga ese
ritmo, y los empresarios extranjeros, que ahora favorecen las
inversiones de portafolio en acciones y bonos mexicanos, podrían volver a
colocar más inversión directa en fábricas y proyectos de construcción
en México.
Eso sería lo mejor, dijo Piedras.
"Volteemos a ver la infraestructura que
tenemos, la calidad de los servicios que tenemos, la cobertura (en
telecomunicaciones) que tenemos", indicó. "No estamos como para
compartir con el resto del mundo excedentes, porque no los tenemos".
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