miércoles, 27 de febrero de 2013

Y los demás, ¿cuándo?

Y los demás, ¿cuándo?

Hugo Lynn Almada @hugolynn mié 27 feb 2013 04:54
Si Calderón hubiera metido a Elba Esther a la cárcel, ¿usted habría olvidado las atrocidades que se le imputan a su gobierno?
Salinas de Gortari encarceló a Joaquín Hernández Galicia “La Quina”, y por ello ¿pasaría por alto la enorme estela de corrupción que dejó a su paso?
La detención de Elba Esther Gordillo no debe hacernos perder de vista lo que está detrás de la cortina de humo. No hay mexicano honesto que pueda sentirse afectado por la detención de la lideresa de los maestros, pero este dulce bocado de justicia no puede y no debe hacernos perder la memoria.
Al priismo no pareció disgustarle el nivel de corrupción de Elba Esther. Siempre que pudo se alió con ella, tanto en comicios locales como en elecciones federales. En el pasado reciente, el partido de la maestra, Nueva Alianza, postuló a un candidato diseñado para restar votos a la oposición y con ello beneficiar al PRI.
Parece que cae en el olvido que Gordillo proviene de las filas de ese partido, del que se enemistó en las elecciones federales del 2006 cuando rompió abruptamente con Roberto Madrazo Pintado. Se alió entonces a Calderón Hinojosa con el único fin de sepultar al priista, y de paso a López Obrador.
Por eso la detención, aunque justa, no deja de ser un acto político, que busca legitimar a Peña Nieto, justo en el momento de la discusión que se avecinaba por la promulgación de la reforma educativa, justo cuando estaba por presidir el Congreso Nacional del SNTE.
La detención de Elba Esther es un acto de justicia en contra de una criminal, pero es un atento recordatorio que por las calles deambulan otros políticos no menos dañinos para la sociedad, como Jorge Hank Rohn; Arturo Montiel y Carlos Salinas de Gortari, todos ellos patrocinadores del Presidente de la República y quienes nunca verán chirona en el mandato Peñista.
La justicia llegará cuando caigan los diputados corruptos, los ex gobernadores rateros y los ex presidentes saqueadores.
La justicia llegará cuando se distribuya mejor la riqueza, cuando se acabe el hambre, cuando se recupere el poder adquisitivo del salario, cuando la educación y la salud estén al alcance de todos.
La justicia llegará cuando se impida el arribo al poder de candidatos postulados por los poderes fácticos, encumbrados por la compra del voto, la manipulación de la información y el uso de los recursos públicos.
Lo de hoy es una estafa mediática, un garbanzo de a libra, una cucharada de miel para los mexicanos sedientos de justicia, es una detención esperada pero no es, ni remotamente, un hecho que valide a Peña Nieto. Por favor, no se regodee con el hecho, no permita que le den, otra vez, atole con el dedo.

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