Ellas los prefieren afeminados

Actores como Johnny Depp o Leo DiCaprio le han robado el podio a Schwarzenegger o Stallone. 

 
El cine es un buen indicador de las preferencias sexuales en nuestra sociedad. En pasadas décadas los hombres muy masculinizados eran los galanes, llegando la tendencia a su pico en los años 80, cuando brutales y sudorosos Stallones y Schwarzeneggers pululaban por las pantallas. La situación cambió en los noventa y en la primera década de este siglo, y figuras más afeminadas como Johnny Depp o Leonardo DiCaprio suelen ser preferidos por las mujeres.
La tendencia lógica nos hace pensar que un sexo prefiere a los exponentes más alejados de la media del dimorfismo sexual, lo que significa que a una mujer deberían gustarle los hombres con mandíbulas cuadradas, tórax anchos y labios finos. De hecho, esto ha sido la regla habitual, y los antropólogos creen que rasgos como estos son preferidos porque garantizan un éxito reproductivo y un esperma de calidad.
Sin embargo, investigadores de la Universidad de Aberdeen han relevado los casos de unas 4.000 mujeres en 30 países diferentes, demostrando que hoy en día las preferencias se inclinan hacia estereotipos más afeminados y alejados del modelo del macho cabrío tradicional. ¿Por qué?

Para la Dra. Lisa DeBruine, líder del estudio, a medida que las condiciones sanitarias de las sociedades han ido evolucionando, las mujeres ya no se preocupan exclusivamente por el éxito reproductivo de sus parejas de apareamiento, sino que la calidad del cuidado y crianza de las crías ha pasado a ocupar un papel primordial.
Aparentemente la tendencia psicológica establece que los hombres con rasgos y actitudes más femeninas garantizan un cuidado de los niños de mayor calidad que los machos a la vieja usanza, tendencia ratificada por los datos.
Como señalamos, DeBruine investigó la realidad en diversos países. En Suecia, el país con mejor sistema de salud, la mayoría de las mujeres (68%) prefería hombres más afeminados, mientras que en Brasil, el país con peor sistema de salud (55%), las mujeres solían preferir hombres físicamente más recios.
Maricas por machos cabríos. Creo que me sienta más cómoda la tendencia actual que la pasada; al menos garantiza que mi delgadez, mi carácter introvertido y mis brazos escasamente musculosos, tendrán más valor en el mercado que hace veinte años.