En este fin de semana fueron cuatro. Los ejercicios militares de tres días realizados por las tropas de misiles norcoreanas fueron calificados en Corea del Sur de provocación. Y como respuesta, Seúl emplazó sus sistemas de cohetes “Spike” en las islas colindantes con Corea del Norte.
Corea del Norte lanzó ya al mar del Este seis cohetes de corto alcance. Los últimos dos ocurrieron este lunes. La reacción de Seúl era predecible: el domingo, su responsable para los Asuntos de la Reunificación de Corea, Kim Hen-sok definió las acciones de Pyongyang de “deplorables” y la instó a tener en cuenta la responsabilidad ante la comunidad internacional.
Es muy probable que las acciones de Corea del Norte sean la respuesta a las maniobras conjuntas de EEUU y de Corea del Sur, afirma Evgueni Kim, del Centro Coreano del Instituto del Lejano Oriente de la Academia de Ciencias de Rusia. La situación en la península coreana ha alcanzado un nivel tal de tensión que, pueden ser definidas de provocación las acciones de uno y otro lado:
—La situación es tal que, ambos Estados se acusan continuamente de hacer provocaciones. Para gran pesar, en esto hay una cuota de verdad. Aunque, de parte de Corea del Norte, en gran parte no es una provocación, sino la respuesta a las acciones conjuntas desplegadas por Corea del Sur y EEUU. Si EEUU no llevará a cabo ahora esas maniobras militares, la situación en esa zona sería más tranquila.
Los expertos rusos hablan del carácter rutinario de los lanzamientos. Gueorgui Tolorai, director de programas de investigaciones coreanas del Instituto de Economía de la Academia señala que, estos lanzamientos no son más que un juego de Corea del Norte para el público, la exhibición eficaz de la fuerza a un “precio modesto”:
—Las autoridades de Corea del Norte aprovechan muy hábilmente aquel interés mórbido que experimentan hacia ella la prensa mundial y los ciudadanos occidentales, asustados por la amenaza norcoreana. De ahí que muy pronto, hasta un disparo de un tiragomas de Corea del Norte será interpretado como una amenaza. Los misiles antibuques lanzados son algo más que rutinario. Sus lanzamientos están enmarcados en los ejercicios navales de rigor de muchos países. Y ellos no entrañan peligro alguno.
Las tensas relaciones entre Pyongyang y Seúl se agravaron, considerablemente, después de las maniobras de gran escala de febrero, de marzo, de abril y de mayo de este año de EEUU y de Corea del Sur. Corea del Norte, aparte de lanzamientos de misiles realizó además, pruebas nucleares en 2006, 2009 y 2013. La comunidad internacional teme que los lanzamientos de cohetes de Pyongyang sirvan de ensayo de portadores con armas nucleares. En este sentido, Rusia promueve el retorno de Corea del Norte a la mesa de las conversaciones sobre desnuclearización, la que abandonó en 2005, y la normalización definitiva en la situación en la península de Corea.