Egipto arresta y amenaza con deportar a refugiados sirios: Human Rights Watch
EL CAIRO (Reuters) -
Egipto ha estado deteniendo a refugiados sirios sin formulación de
cargos y amenazando con deportarlos, en un clima de creciente hostilidad
desde que el Ejército tomó el poder el mes pasado, informó el jueves el
grupo de derechos humanos Human Rights Watch (HRW).
Muchos de las más de 90.000 sirios que llegaron a Egipto escapando de la guerra civil se han quejado de un supuesto acoso desde que el presidente islámico Mohamed Mursi fue derrocado el 3 de julio, y temen que se los tome como chivo expiatorio de los problemas nacionales del país más poblado del mundo árabe.
En particular, reportes de prensa y declaraciones desde el Gobierno de que extranjeros se han infiltrado en Egipto y que estarían tomando parte en la violencia han sembrado una desconfianza generalizada.
Human Rights Watch dijo que sólo el 19 y 20 de julio la policía egipcia arrestó a 72 hombres y a nueve niños sirios, incluyendo a personas que buscaban asilo. La agrupación agregó que al menos nueve tenían visas o permisos de residencia válidos y que al menos 14 fueron amenazados con ser deportados.
"Un clima político tenso no es excusa para que funcionarios de la policía y el Ejército saquen a decenas de hombres y niños sirios del transporte público y los lleven a la cárcel sin considerar sus derechos", declaró Nadim Houry, subdirector de HRW para Oriente Medio y el norte de Africa.
No hubo declaraciones inmediatas de las autoridades egipcias.
El mes pasado, el derrocado presidente Mursi anunció que cortaría los lazos diplomáticos con Siria, pero la nueva administración en El Cairo ha mostrado intenciones de volver a un rol más neutral.
Bajo el Gobierno de Mursi se permitió el ingreso de ciudadanos sirios a Egipto sin visa, pero la medida fue revertida.
Mohamed al-Dairy, jefe en Egipto de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), dijo que la agrupación solicitó a las autoridades a poner fin a las deportaciones e instó a Egipto a seguir entregando protección a los sirios.
(Escrito por Maggie Fick y Tom Finn. Editado en español por Rodrigo Charme)
Muchos de las más de 90.000 sirios que llegaron a Egipto escapando de la guerra civil se han quejado de un supuesto acoso desde que el presidente islámico Mohamed Mursi fue derrocado el 3 de julio, y temen que se los tome como chivo expiatorio de los problemas nacionales del país más poblado del mundo árabe.
En particular, reportes de prensa y declaraciones desde el Gobierno de que extranjeros se han infiltrado en Egipto y que estarían tomando parte en la violencia han sembrado una desconfianza generalizada.
Human Rights Watch dijo que sólo el 19 y 20 de julio la policía egipcia arrestó a 72 hombres y a nueve niños sirios, incluyendo a personas que buscaban asilo. La agrupación agregó que al menos nueve tenían visas o permisos de residencia válidos y que al menos 14 fueron amenazados con ser deportados.
"Un clima político tenso no es excusa para que funcionarios de la policía y el Ejército saquen a decenas de hombres y niños sirios del transporte público y los lleven a la cárcel sin considerar sus derechos", declaró Nadim Houry, subdirector de HRW para Oriente Medio y el norte de Africa.
No hubo declaraciones inmediatas de las autoridades egipcias.
El mes pasado, el derrocado presidente Mursi anunció que cortaría los lazos diplomáticos con Siria, pero la nueva administración en El Cairo ha mostrado intenciones de volver a un rol más neutral.
Bajo el Gobierno de Mursi se permitió el ingreso de ciudadanos sirios a Egipto sin visa, pero la medida fue revertida.
Mohamed al-Dairy, jefe en Egipto de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), dijo que la agrupación solicitó a las autoridades a poner fin a las deportaciones e instó a Egipto a seguir entregando protección a los sirios.
(Escrito por Maggie Fick y Tom Finn. Editado en español por Rodrigo Charme)
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