Bogotá,
16 jul (PL) Los diálogos entre el Gobierno y los campesinos colombianos
de la región del Catatumbo, en huelga hace cinco semanas, entraron otra
vez en un punto muerto tras una larga reunión en la que ninguna de las
dos partes lograron entenderse.
Aunque parecía que la situación iba a destrabarla el vicepresidente Angelino Garzón las esperanzas volvieron a disiparse.
El Gobierno insiste en que los agricultores desbloqueen las vías, pero
como lo han repetido desde el inicio de las protestas, lo harán cuando
se logre avanzar en algunas de sus exigencias.
En un comunicado
divulgado la víspera por la Agencia de Prensa Rural, los manifestantes
señalaron que decidieron de manera unánime rechazar la propuesta del
presidente Juan Manuel Santos de despejar totalmente la vía Cúcuta-Tibú.
"La movilización se mantendrá hasta que el Estado llegue a acuerdos
reales y efectivos que solucionen la emergencia social y económica del
Catatumbo", señalaron los agricultores quienes habían expresado su deseo
de distensionar las vías para permitir el paso de caravanas
humanitarias.
Los campesinos esperaban que el Gobierno se
comprometiera al menos en dos acuerdos, una ruta para la declaración de
una Zona de Reserva, principal inamovible de las autoridades, y
subsidios para las víctimas de la erradicación violenta de los cultivos
ilícitos.
En declaraciones a la prensa el vicepresidente aseguró
que el Gobierno puso su empeño pero "los campesinos perdieron la
oportunidad y por lo tanto no habrá más conversaciones en el Catatumbo".
"Hasta aquí llega el vicepresidente", dijo Garzón sobre su papel como
mediador en la reanudación de los diálogos, reportó el diario El Tiempo.
Como ha sucedido otras veces, los manifestantes temen represalias por
parte de la policía, el ejército y el escuadrón móvil antidisturbios y
pidieron garantías en caso de que quieran desalojarlos a la fuerza.
"Si se opta nuevamente por la salida violenta, reiteramos que la vida e
integridad de los campesinos es responsabilidad del presidente y su
equipo. Santos debe prohibir a la fuerza pública disparar armas de fuego
contra la población civil, subrayaron.
La protesta en esa zona
del departamento del Norte de Santander han dejado ya cuatro campesinos
muertos y más de 50 heridos de gravedad.
Tras la ruptura del
diálogo el jueves pasado, después de tres intentos, los enfrentamientos
han continuado en Tibú y otros municipios de la zona.
pgh/may |
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