Rusia sigue a la cabeza en exportación de armas
Foto: RIA Novosti
Los principales compradores de armas rusas son
la India, Vietnam, Argelia, Venezuela y China. Según expertos, es el
material aeronáutico (los cazas, en primer lugar) el que goza de una
mayor demanda. Rusia recibe importantes pedidos de material terrestre.
Mientras que Vietnam y la India compran mucho armamento naval.
Entre
los cinco mayores exportadores de armamento, aparte de Rusia y EEUU,
figuran Alemania, Francia y Gran Bretaña que son los principales
competidores de Rusia en este mercado. Pero también hay otros rivales,
indica el director general adjunto del Centro de Análisis de Estrategias
y Tecnologías, Konstantín Makienko:
—Ucrania
y Bielorrusia siguen siendo nuestros principales competidores. EEUU no
nos ha molestado hasta hace poco, pero en los últimos dos años ha
consolidado sus posiciones en el mercado indio, tradicional cliente de
Rusia. En un futuro, también China pasará a ser una fuerte competidora
de Rusia, dado su impetuoso crecimiento económico.
El
comercio mundial de armas crece constantemente. Según apreciaciones del
SIPRI, en el período 2007-2011, aumentó casi un 25% frente al lustro
anterior. También la industria rusa de defensa incrementa las ventas de
año en año. En los próximos años, Rusia mantendrá, como mínimo, sus
posiciones en el mercado mundial de armas, opina el director general
adjunto del Centro de Análisis del Comercio Mundial de Armas, Vladímir
Shvariov:
—Los pedidos
acumulados evidencian que Rusia, como mínimo, podrá mantener el ritmo
actual. Durante el año pasado, nuestro país exportó armas por importe de
15 000 millones de dólares. Partiendo de la cartera de pedidos actual,
sin tomar en consideración los contratos nuevos, podríamos mantenernos a
este nivel durante tres o cuatro años.
Según la
agencia exportadora de armas rusa Rosoboronexport, hoy por hoy, Rusia
participa en diversas negociaciones y concursos de adjudicación de
contratos para la venta de armas por el montante de hasta 80 000
millones de dólares. La situación mundial impone una creciente demanda
de material bélico. Hasta las regiones relativamente tranquilas, tales
como América Latina, importan bastante armamento. Ni que decir de las
zonas conflictivas, tales como Oriente Próximo, África del Norte o el
Sudeste Asiático.
ach/lj/sm
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