domingo, 18 de mayo de 2014

Opinión: ¿Cuáles son los primeros retos del nuevo IFAI?

Opinión: ¿Cuáles son los primeros retos del nuevo IFAI?

Por Jaime Cerdio  @JaimeCerdio
  
Jaime Cerdio es director general adjunto de Estudios y Políticas de Transparencia y Rendición de Cuentas de la Secretaría de la Función Pública, exasesor en el Senado de la República. Es licenciado en Economía por el IPN y maestro en Administración Pública y Política Pública por el Tec de Monterrey; cuenta con estudios en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard.
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En democracia, la eficiencia y la eficacia con que actúan las instituciones del Estado juegan un papel fundamental. Entonces, dependerá de la capacidad de respuesta a la ciudadanía lo que legitime en muchas ocasiones el ejercicio gubernamental, pero además, y de manera determinante, del nivel de apertura hacia la sociedad con que se busque reducir los grados de opacidad y hacer cada vez más público, “lo público”.
Bajo este contexto, es claro que las instituciones responsables de garantizar el derecho de acceso a la información y de promover las políticas de transparencia son un instrumento esencial para consolidar mejores gobiernos, pues tienen la posibilidad de hacer de la información un elemento valioso para mejorar la democracia y fortalecer, a través de la transparencia, la relación con la ciudadanía.
Este miércoles 14 de mayo, como parte de un proceso transformador que busca robustecer las capacidades institucionales, ante el Pleno de la Cámara de Senadores –luego que el presidente Enrique Peña Nieto no objetara tales designaciones- tomaron protesta los siete comisionados que dirigirán el nuevo Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI), en su calidad de organismo autónomo.
El reto no es menor, pues a once años de su nacimiento aún se identifican aspectos que deben mejorarse desde el instituto, y si bien hoy día existen los instrumentos ciudadanos necesarios para solicitar datos públicos, en ocasiones éstos no son de suficiente calidad, precisos, ni oportunos (situación que regularmente se acentúa en estados y municipios); aunado a que dichos instrumentos únicamente son utilizados por una minoría de la población, lo cual imposibilita una verdadera rendición de cuentas y la relación entre el gobierno y la sociedad.
De hecho, valdría recordar entre otros datos, los resultados de la “Encuesta Nacional sobre el Derecho de Acceso a la Información Pública Gubernamental” (EDAI) elaborada y publicada el mes de abril por el IFAI en colaboración con el INEGI, cuyo objeto fue indagar sobre los conocimientos, actitudes y prácticas con respecto a este derecho y de donde podemos retomar elementos claros que nos permitirían reorientar los objetivos estratégicos del órgano garante recién conformado. La encuesta fue aplicada a un total de 2,805 informantes que representan a 37 millones 567,984 personas de 15 años y más.
En cuanto a los organismos de transparencia, el 60.3% de los consultados declaró conocer al IFAI (52.5% gracias a la televisión, 20.7% por la radio y 7.3% por internet), sin embargo, el 74.9% indicó que no conoce ni ha oído hablar de los institutos estatales en la materia.
Por otra parte, y no menos importante, el 94.4% de los encuestados no ha realizado alguna solicitud de información –no obstante el 86.7% sabe que tiene derecho a conocerla-. En este caso, el 60.3% consideró no tener interés o necesidad en consultarla, mientras que el 20% no supo a quién o cómo solicitarla, y el 16.2% no lo hizo por falta de confianza en el gobierno.
Ante este escenario, es evidente que si bien el nuevo IFAI tiene dentro de sus tareas prioritarias observar plenamente la reforma constitucional en materia de transparencia y en su momento, mantener cierta colaboración con el Congreso para la formulación de una legislación secundaria congruente que contemple al menos tres leyes generales (de Transparencia, de Protección de datos personalesy de Archivos), existen otros retos que no se deben perder de vista.
En primer lugar, es indispensable generar las condiciones para garantizar el apropiado funcionamiento de un Sistema Nacional de Transparencia. Ello implica una mayor corresponsabilidad de los tres órdenes de gobierno en la implementación de mecanismos para armonizar los procedimientos a seguir por parte de los sujetos obligados; y en el caso de los nuevos sujetos, realizar un ejercicio de acompañamiento para que cumplan con la ley y se reduzca la incidencia de supuestos de inexistencia de información.
En un segundo momento, y apoyándonos en algunos resultados de la encuesta referida, resulta esencial optimizar la vinculación con la sociedad para fortalecer la legitimidad y la confianza de este nuevo organismo. Es decir, promover la participación ciudadana en el diseño, implementación y uso de las políticas de transparencia y de acceso a la información, e intensificar el dialogo con audiencias estratégicas para que exista una verdadera conciencia sobre este derecho en todo el territorio nacional.
En democracia, la eficiencia y la eficacia con que actúan las instituciones del Estado juegan un papel fundamental. Dependerá de los nuevos comisionados hacer del IFAI una institución con la suficiente capacidad de respuesta a la ciudadanía, que reduzca los grados de opacidad y contribuya, de manera determinante, a hacer cada vez más público, “lo público”.
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Las opiniones expresadas en esta colaboración son a título personal del autor, y no representan la postura de la institución para la que trabaja, ni de ADNPolítico.

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