Emilio Gamboa Patrón, El Broker (Segunda Parte)
En estos días que se discuten las reformas energética
y de telecomunicaciones, compartimos la segunda parte del perfil del principal
operador de ambas, publicado originalmente en junio de 2010. Consulta aquí
la primera parte.
El Broker
¿Cuál ha sido el secreto de la permanencia y
de la condición de intocable, incombustible y hasta impecable que Gamboa Patrón
ha mantenido en los círculos políticos, a pesar de la serie de escándalos que
lo vinculan en expedientes poco claros?
Conocedores del estilo de Gamboa Patrón y adversarios
políticos de éste en momentos distintos de su trayectoria política, Porfirio
Muñoz Ledo y Manuel Bartlett coinciden en caracterizar al actual coordinador de
los diputados del PRI como un broker político.
“Él no es un operador político. Es un gran corruptor. Es
un broker, un negociante”, afirma Bartlett, quien sostuvo una relación
difícil y tirante con Gamboa Patrón, primero en el gabinete de Miguel de la
Madrid, posteriormente durante los últimos cuatro años que coincidieron en el
Senado (2000-2006).
“Durante cuatro años, a mí me hostigaron Enrique Jackson
y Emilio Gamboa porque quisieron avanzar en la privatización del sector energético.
Pero no pudieron, porque había un frente al interior de la fracción del PRI”,
recuerda Bartlett. “Sin embargo –puntualiza-, durante la Ley Televisa rompieron
ese frente y lograron la mayoría”.
El secreto de la “operación política” de Gamboa no es muy
difícil de entender: prometió dinero, viajes y candidaturas políticas, al
tiempo que lanzó amenazas veladas o abiertas. La mayoría de los 11 senadores
del PRI que se opusieron a la Ley Televisa, fueron “congelados”
políticamente. Y Gamboa Patrón obtuvo la coordinación de los diputados del PRI.
Por su parte, Porfirio Muñoz Ledo, actual coordinador del
Frente Amplio Progesista y ex dirigente nacional del PRI en tiempos del
echeverrismo, describió así la forma de operar de Gamboa Patrón:
“La gamboización es lavarle el cerebro a un jefe
todos los días para manejar la agenda política de los intereses”.
Así sucedió, rememora Muñoz Ledo, desde que en 1979, el
entonces joven egresado de Relaciones Industriales de la Universidad
Iberoamericana se coló, gracias a una recomendación de su colega Genaro
Borrego, como secretario privado de Miguel de la Madrid, primero en la
Secretaría de Programación y Presupuesto, y después en los seis años de la
presidencia.
“Como buen tecnócrata, proveniente del Banco de México, a
Miguel de la Madrid no le interesaba la operación política. Todo el manejo lo
dejó en manos de Emilio Gamboa, quien durante esos años fue el vicepresidente
en funciones”, rememora Muñoz Ledo.
En la entrevista que le concedió a Jorge G. Castañeda
para el libro La Herencia, Carlos Salinas de Gortari, titular de
Programación y Presupuesto en el sexenio de Miguel de la Madrid, describió a
Gamboa Patrón como “el termómetro del estado de ánimo de Los Pinos”.
Gracias a la alianza que entablaron Salinas de Gortari y
Gamboa Patrón, el primero pudo vencer en el seno del gabinete a sus dos grandes
contendientes por la candidatura presidencial: Alfredo del Mazo, “el hermano
que nunca tuvo” Miguel de la Madrid, y el entonces secretario de Gobernación, Manuel
Bartlett.
“Me parece que la influencia que Gamboa tenía sobre De la
Madrid era muy grande, muy grande: sabía qué decirle, en qué momento decírselo,
y conocía muy bien el efecto que tenía sobre él”, explicó Salinas en La
Herencia.
Los otros integrantes del gabinete de Miguel de la Madrid
mencionan a Gamboa Patrón como uno de los pilares de lo que se conoció como “la
familia feliz”. A este grupo compacto pertenecían Eduardo Pesqueira Olea,
coordinador de delegaciones regionales de la SSP y luego Secretario de Pesca;
el canciller Bernardo Sepúlveda Amor; Francisco Labastida Ochoa, primer titular
de la Secretaría de Energía, Minas e Industria Paraestatal (SEMIP) y
posteriormente gobernador de Sinaloa; Francisco Rojas, titular de la
Contraloría y posteriormente director de Petróleos Mexicanos durante la última
parte del sexenio de Miguel de la Madrid y los seis años del salinismo; y
Alfredo del Mazo, ex gobernador del Estado de México y el consentido en el
afecto presidencial.
Gamboa Patrón también fue una pieza clave para que el
grupo de Carlos Salinas se aliara con la camarilla política más poderosa en ese
momento: la del Grupo Atlacomulco, encabezada por Carlos Hank González, ex
gobernador del Estado de México, ex regente de la Ciudad de México, y titular
de la Secretaría de Turismo y de la Secretaría de Agricultura y Recursos
Hidráulicos durante el sexenio de Carlos Salinas.
Gamboa Patrón cobró muy altos los intereses del “poder
del picaporte” que ejerció con Miguel de la Madrid para favorecer a Salinas de
Gortari. Le pidió tres posiciones en el gabinete y las tres se las cumplió el
mandatario a lo largo de su sexenio: la dirección de Infonavit, la del Seguro
Social, y la poderosa Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
Desde esas tres posiciones, Gamboa fue uno de los
operadores privilegiados de las privatizaciones del salinismo. En el Seguro
Social privatizó prácticamente todo lo que pudo: desde los servicios de
limpieza hasta la recolección de basura, sin exentar el manejo de pensiones y
jubilaciones y las millonarias adquisiciones de medicamentos en beneficio de
empresas cercanas a su entorno.
Como titular de la SCT, Gamboa emprendió la gran
operación de privatización de carreteras, que dejó una estela de obras mal
construidas y no pocos despilfarros, como ocurrió en el caso de la Autopista
del Sol México-Acapulco, que inauguró el propio Salinas.
Consolidó una relación privilegiada con los
concesionarios de radio y televisión. En octubre de 1994, al final del sexenio,
Gamboa otorgó de manera discrecional 83 concesiones de Frecuencia Modulada a
los principales grupos radiofónicos del país que operaban en Amplitud Modulada.
Fueron las famosas “combos” que ahora pretende entregar el senador Manlio Fabio
Beltrones a través de una reforma jurídica a la Ley Federal de Radio y
Televisión.
Además, Gamboa le entregó 62 concesiones a Televisa que
le permitieron tener su segunda red nacional con el canal 9, incursionando en
28 entidades. Favoreció la venta de Televisión Azteca al empresario
regiomontano Ricardo Salinas Pliego, quien carecía de experiencia en el sector,
pero contó con un jugoso “préstamo” de 29 millones de dólares de Raúl Salinas
de Gortari, el hermano del presidente quien fungió también como broker durante
el sexenio.
- See
more at:
http://homozapping.com.mx/2014/06/emilio-gamboa-patron-el-broker-segunda-parte#sthash.XRwanSEg.dpuf
No hay comentarios.:
Publicar un comentario