EE UU asegura que Turquía ofrece sus bases para luchar contra los yihadistas
Ankara apuesta por convertir a la oposición moderada siria en una "tercera fuerza"
Tras la presión internacional por el asedio yihadista de Kobane —enclave kurdo en Siria— para que Turquía se posicione con la coalición en contra del Estado Islámico (EI),
Ankara ha dado un confuso paso al frente. El domingo, el Gobierno turco
autorizó, según fuentes oficiales de la administración estadounidense,
el uso de sus bases aéreas a su Ejército que lidera, desde hace un par
de meses, la coalición internacional contra la expansión del EI tanto en
Siria como en Irak. Además, según EE UU, se procederá a la formación de
la "oposición moderada" siria para luchar contra el presidente Bachar el Asad. Militares de EE UU viajarán esta semana a Turquía para determinar ese plan de entrenamiento, según la cadena británica BBC.
"Los detalles aún se tendrán que negociar", declaró el oficial del
Ejército a la agencia France Presse (Afp). Ankara, por su parte, ha
desmentido este mediodía el acuerdo de utilización de sus bases, según
la misma agencia que cita a un miembro del Gobierno turco.
Mientras tanto, los combates por el control de Kobane continúan. Este lunes, un miliciano del EI ha detonado un camión cargado con explosivos en la zona norte de la ciudad siria a tan solo dos kilómetros con la frontera turca, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos y por las autoridades kurdas citados por la agencia Reuters. Estados Unidos y Arabia Saudí han llevado a cabo siete bombardeos aéreos entre el domingo y el lunes contra objetivos yihadistas, según informa el Manco Central del Ejército estadounidense (CENTCOM).
El jefe del Pentágono, Chuck Hagel, agradeció el domingo por teléfono el gesto al ministro de Defensa turco, Ismet Yilmat. Según el portavoz de Hagel, este nuevo movimiento significa unas "ganas de contribuir a los esfuerzos de la coalición incluyendo el ofrecimiento de alojamiento y la formación de miembros de la oposición siria". Esto último responde a los deseos del primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, de convertir a la oposición moderada siria en una "tercera fuerza" para combatir no solo al EI sino también arrebatarle el poder al presidente sirio Bachar el Asad.
Susan Rice, asesora de Seguridad Nacional de EE UU, ha subrayado en declaraciones a la cadena de televisión estadounidense NBC que Washington aplaude el nuevo acuerdo, que incluye la utilización de la base aérea de Incirlik (Turquía), ubicada a unos 300 kilómetros de Alepo, algo que Anakara se ha apresurado a desmentir, según destacan las agencias de noticias.
Turquía se ha mostrado desde el inicio de los enfrentamientos bastante reacia a involucrarse militarmente en el conflicto porque está preocupado por armar a las fuerzas kurdas.
Hasta ahora, los bombardeos aéreos de EE UU al EI se llevaban a cabo desde la base de Al Dhafra, en los Emiratos Árabes Unidos, desde la de Ali al-Salem, en Kuwait y desde al-Udeid, en Qatar. De esta forma, la autorización a EE UU del uso de sus bases por parte de Turquía facilita la operación de la coalición en el norte de Siria puesto que ahora estarán más cerca del campo de combate.
Mientras tanto, los combates por el control de Kobane continúan. Este lunes, un miliciano del EI ha detonado un camión cargado con explosivos en la zona norte de la ciudad siria a tan solo dos kilómetros con la frontera turca, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos y por las autoridades kurdas citados por la agencia Reuters. Estados Unidos y Arabia Saudí han llevado a cabo siete bombardeos aéreos entre el domingo y el lunes contra objetivos yihadistas, según informa el Manco Central del Ejército estadounidense (CENTCOM).
El jefe del Pentágono, Chuck Hagel, agradeció el domingo por teléfono el gesto al ministro de Defensa turco, Ismet Yilmat. Según el portavoz de Hagel, este nuevo movimiento significa unas "ganas de contribuir a los esfuerzos de la coalición incluyendo el ofrecimiento de alojamiento y la formación de miembros de la oposición siria". Esto último responde a los deseos del primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, de convertir a la oposición moderada siria en una "tercera fuerza" para combatir no solo al EI sino también arrebatarle el poder al presidente sirio Bachar el Asad.
Susan Rice, asesora de Seguridad Nacional de EE UU, ha subrayado en declaraciones a la cadena de televisión estadounidense NBC que Washington aplaude el nuevo acuerdo, que incluye la utilización de la base aérea de Incirlik (Turquía), ubicada a unos 300 kilómetros de Alepo, algo que Anakara se ha apresurado a desmentir, según destacan las agencias de noticias.
Turquía se ha mostrado desde el inicio de los enfrentamientos bastante reacia a involucrarse militarmente en el conflicto porque está preocupado por armar a las fuerzas kurdas.
Hasta ahora, los bombardeos aéreos de EE UU al EI se llevaban a cabo desde la base de Al Dhafra, en los Emiratos Árabes Unidos, desde la de Ali al-Salem, en Kuwait y desde al-Udeid, en Qatar. De esta forma, la autorización a EE UU del uso de sus bases por parte de Turquía facilita la operación de la coalición en el norte de Siria puesto que ahora estarán más cerca del campo de combate.
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