¿Tiene el espacio-tiempo forma de espiral?
Se dice que una constante cósmica conocida como «razón áurea», «número áureo» o «divina proporción» puede encontrarse en la forma de los huracanes, en colmillos de elefantes e incluso en las propias galaxias, perpetuando aquella ley hermética que afirma que como es arriba es abajo y viceversa. Ahora una investigación científica sostiene que esta constante también aparece en la topología del espacio-tiempo, afectando al universo entero y enlazando sus elementos como un todo.La investigación fue llevada a cabo por el Dr. Jan Boeyens, de la Universidad de Pretoria, y el Dr. Francis Thackeray, de la Universidad de Witwatersrand en Sudáfrica. En el estudio mencionan que el número áureo —1.618— se relaciona «no solo con aspectos matemáticos, sino físicos, químicos, biológicos y la topología del espacio-tiempo», dictando los parámetros bajo los cuales ciertas cosas de nuestro universo se configuran.
El número áureo representado por la letra griega φ (phi), en honor al escultor griego Fidias, es un número algebraico irracional (su representación decimal no tiene período) que posee muchas propiedades interesantes y que fue descubierto en la antigüedad, no como una expresión aritmética sino como relación o proporción entre dos segmentos de una recta; o sea, una construcción geométrica. Esta proporción se encuentra tanto en algunas figuras geométricas como en la naturaleza: en las nervaduras de las hojas de algunos árboles, en el grosor de las ramas, en el caparazón de un caracol, en los flósculos de los girasoles, etc.
Asimismo, se atribuye un carácter estético a los objetos cuyas medidas guardan la proporción áurea. Algunos incluso creen que posee una importancia mística. A lo largo de la historia, se ha atribuido su inclusión en el diseño de diversas obras de arquitectura y otras artes.
La forma de espiral parece seguir al número áureo, lo cual sugiere que las formas geométricas del universo sucumben a esta propiedad matemática. «Es convincente asumir un carácter cósmico para la razón áurea basados en la ubicuidad de las espirales logarítmicas», explican los autores del estudio. «Ejemplos espectaculares de esto son la Galaxia Remolino (M51), amonitas, caparazones de caracoles, huracanes, y la distribución de los planetas, lunas, asteroides y anillos de nuestro sistema solar».
Los investigadores sugieren que la razón por la cuál esta proporción es tan ubicua es que es realmente una propiedad del espacio-tiempo. «El argumento de que esta sorprendente consiliencia surge de una coacción ambiental común que puede ser una característica intrínseca de la curvatura espacio-temporal, es evidente»
«Ha llegado el tiempo de reconocer que la relatividad y las teorías cuánticas pueden integrarse y enlazarse numéricamente al valor de una constante matemática —ya sea en un contexto espacio-temporal o biológico», concluyen los científicos. El porqué el universo sigue esta regla, es un misterio.
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