España: Los Bancos de Alimentos y el Opus Dei
La gran convocatoria de la caridad celebrada entre los días 28 y 29 de Noviembre por la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) pretendía realizar “La gran recogida de alimentos”.Como podemos leer en la web habilitada para la campaña www.granrecogidadealimentos.org su urgente objetivo es luchar contra el hambre y el despilfarro mediante el trabajo de voluntarios y entidades colaboradoras entre las que encontramos bancos, grandes supermercados, medios de comunicación o empresas de seguros privados.¿Quién esta detrás del Banco de Alimentos? ¿Qué intereses puede haber en esta labor caritativa? ¿Qué lleva a bancos, grandes centros de distribución de alimentos, compañías de seguros, transnacionales y medios de comunicación a unirse en el apoyo de esta urgente iniciativa?
Pero además del gesto ciudadano y solidario
entre iguales que quieren con su modesta aportación evitar que un vecino
pase hambre… ¿Quién esta detrás del Banco de Alimentos? ¿Qué intereses puede haber en esta labor caritativa? ¿Qué
lleva a bancos, grandes centros de distribución de alimentos, compañías
de seguros, transnacionales y medios de comunicación a unirse en el
apoyo de esta urgente iniciativa?
Si realizamos en la página web del Opus Dei la búsqueda “Banco de Alimentos” nos da como resultado 42 entradas. Repasemos algunos cargos directivos del Banco de Alimentos.
Si realizamos en la página web del Opus Dei la búsqueda “Banco de Alimentos” nos da como resultado 42 entradas. Repasemos algunos cargos directivos del Banco de Alimentos.
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Las vinculaciones del Banco de Alimentos con el
Opus Dei no son solo a través de los supernumerarios en puestos de
responsabilidad. Son múltiples las referencias de cargos directivos y
colaboradores del Banco de Alimentos a las enseñanzas y el ideario del
fundador del Opus Dei San Jose María Escriba de Balaguer; “Me llamo Vicente López-Alemany y soy Director general del Banco de Alimentos de Madrid, donde empecé a trabajar hace más de seis años gracias al espíritu de servicio que aprendí de las enseñanzas de San Josemaría;
y a los buenos oficios de un amigo y profesor de la Escuela Naval
Militar de Marín, que fue el primero que me habló de los Bancos de
Alimentos.” O Pedro Pereira que actualmente preside del Banco de Alimentos de Vigo y fue el coordinador general de estudios del colegio del Opus Dei Montecastelo de Vigo.
Una de la últimas noticias destacadas en la página web FESBAL es la llamada de teléfono que la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e IgualdadAna Mato, supernumeraria del Opus, hizo al presidente de la FESBAL José Antonio Bustofelicitando
y deseando el mayor de los éxitos a los Bancos de Alimentos. ¿A que se
debe el respaldo de una ministra del Opus al presidente de la Federación
de Bancos de Alimentos y miembro supernumerario de la orden?
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¿Utiliza el Opus Dei los Bancos de Alimentos para hacer proselitismo?
Quizá las declaraciones que podemos ver en el siguiente vídeo (a partir
del minuto 5:00) de Jose María Zarate, presidente del Banco de
Alimentos de Valladolid a los voluntarios nos puedan aclarar este punto.
Si bien pudiera parecer casualidad el que
destacados miembros de la Prelatura personal de la Iglesia Católica
ocupen cargos de responsabilidad en el Banco de Alimentos, esto no deja
de resultar llamativo. ¿Qué interés respalda esta presencia?. ¿Esta es
solo fruto del compromiso personal o responde a una estrategia de más
hondo calado? Esta presencia llama más la atención si tenemos en
cuenta que en las cúpulas de las grandes empresas financieras y de
distribución que colaboran con este Banco de Alimentos, abundan también
miembros de esta prelatura y que cuando esto es no así, una parte
importante de sus cargos ejecutivos se han formado en la escuela de
negocio del Opus Dei, la IESE.
A través del Banco de Alimentos se nos presenta a las grandes empresas de distribución , bancos y ejecutivos de grandes empresas como entes altruistas. Estas empresas distribuidoras controlan el 70% del mercado de alimentos
y qué mejor que ellas para liderar esta gran obra benéfica. Sin embargo
los motivos de estas alianzas aparentemente solidarias, introducen
componentes de rentabilidad económica. Pudiera parecer que las grandes
distribuidoras de alimentos se acercan a este tipo de actividades
filantrópicas solo con la intención de mejorar su imagen de empresa. Pero, además del efecto publicitario, un interesante negocio se esconde detrás de la relación de estas empresas de distribución con el Banco de Alimentos. ¿Qué consiguen las grandes empresa de distribución con la donación? Según podemos leer en este artículo:
- Que no se produzca una caída de precios debido a que los alimentos no entran directamente en el mercado.
- Mejora su imagen corporativa.
- No tienen costes en la destrucción de esos excedentes.
- No tienen costes en la distribución pues lo hace un ejército de voluntarios.
- Las donaciones, de cualquier tipo, desgravan un 35% en el Impuesto de Sociedades (con la Ley de Mecenazgo del PP será el 100%)
- A la gente pobre se le acostumbra a la beneficencia, como si fuera ley divina, que haya ricos y pobres.
- Los Bancos de Alimentos minan aún más las ventas del pequeño comercio en los barrios con más miseria.
- Por un lado regalan excedentes y por otro destruyen a los tenderos con las marcas blancas que son fruto de la sobreexplotación en origen y la que aplican a sus propios trabajadores.
Pero por si estos beneficios a las grandes
superficies fuera poco, en un perverso ejercicio de nueva filantropía,
cada cierto tiempo y en fechas señaladas, desde los medios de
comunicación apelan a la ciudadanía a campañas de “Gran donación de
Alimentos”. Esta presión mediática, que habitualmente suele enmascararse
con el rigor informativo, lleva a que olvidamos que detrás de la palabra donación se esconde la mercantilista palabra “compra de alimentos”. Los
alimentos “donados” en realidad son adquiridos por los solidarios
ciudadanos en estas grandes superficies donde son estratégicamente
ubicados los puntos de recogida del Banco de Alimentos. Se produce así
un incremento de sus cifras de negocio y beneficios.
Parece evidente que más allá del mero efecto publicitario, el
Banco de Alimentos resulta un pingüe negocio para algunas empresas. Sin
embargo, detrás de la beneficencia, se encuentran otros interés más
espurios capaces de unir al OPUS, entidades financieras, grandes empresas transnacionales y aseguradoras privadas. En los Think Tanks donde
el gran capital pergeña su estrategia futura, negocios enmascarados
como iniciativas solidarias ocupan un lugar destacado. En tiempos de
crisis las iniciativas como la del Banco de Alimentos, cumplen con una
doble función social. Por una parte sirven de antídoto contra la
movilización, tranquilizando las conciencias de solidarios donantes e
indignados con la injusticia social. Estas acciones que apelan
directamente a la necesidad y tocan el fondo del corazón, ni se
cuestionan ni se plantean dar respuesta a las injustas causas que
generan el hambre. No cuestionan desigualdades sociales, la beneficencia
siempre fue una respuesta solidaria vertical (de arriba a abajo). Por
otra parte, se recupera la vieja estrategia de reforzar las
estructuras benéficas generadoras de dependencia, con
ánimo de mitigar la posible respuesta social de aquellas personas en
situación de necesidad extrema y que ya no tienen mucho que perder.
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