Un documental recrea el atentado de “El Papus”
“Por presunto atentado contra la moral ha sido secuestrado el número correspondiente a esta semana del semanario “
Muchas Gracias”, informaba el periodista
Alfons Quintá durante la “modélica” transición española. Lo cierto es que las agresiones a la libertad de expresión en
España son constantes desde entonces y llegan hasta nuestros días: atentado a “
El Papus” con 1 muerto y 16 heridos, pero también bombas en “
Diario 16″, “EiTB”, “El País”, “Berriak”, “Diario de Navarra”…
y asesinatos y atentados contra periodistas, que llegan hasta 100 (la
lista completa en “Fuentes”). Por ello, las publicaciones satíricas no
son la excepción:
“Star”, “Hermano Lobo”, “El Cocodrilo”, “Retranca”… Ya en nuestros días, el secuestro de la revista
“El Jueves” por una viñeta de
Felipe y Leticia a propósito del “
cheque-bebé” de Zapatero, la persecución a los cantautores
Valtonic, Pablo Hasel y el grupo
Los Draps de Teruel o
Ardor de Estómago y lo último: el mismo día en que
UPyD presenta su vídeo contra la corrupción en España, el humorista “
Facu Díaz”, director de “
La Tuerka News”,
es imputado por la Audiencia Nacional por otro vídeo, con la misma
temática pero en clave de humor, porque “humilla a las víctimas del
terrorismo”. El cómico se defiende: “es un vídeo que denuncia la
corrupción salvaje del Partido Popular: pondría el ejemplo de
Vaya Semanita,
un programa de la televisión pública vasca, que convivió con el
terrorismo durante muchos años, y eso no les impidió hacer humor con
eso”.
Secuestro por el gato Fritz
Tres secuestros y cinco multas a la revista de cómic “
Star” (dirigida por
Karmele Marchante) por una portada donde la policía persigue al
gato Fritz ; censura a “
El Viejo Topo” por mostrar una bandera republicana; secuestro de “
Hermano Lobo” por un chiste de
Ramón, unas coplillas de
Luis Carandell, un dibujo de
Chumy Chumez y dos textos de
Francisco Umbral y Manuel Vicent; cuatro meses de suspensión a “
Ajoblanco” por un reportaje sobre las
Fallas de Valencia; el número 100 de la revista “
Por Favor” aparece con una hoja menos, “por indicaciones administrativas”; el semanario satírico
El Cocodrilo, prohibido en dos ocasiones por el artículo
Cien años de borboñez, la revista satírica gallega “
Retranca” es destruida por una imprenta alegando “desacuerdo moral”… La situación llega hasta hoy:
“Facu” Díaz, director de “
La Tuerka News”
ha sido imputado en la Audiencia Nacional por un presunto delito de
“humillación a las víctimas del terrorismo” tras protagonizar un sketch
donde un encapuchado con acento aznariano anuncia la disolución del
Partido Popular. La desmesurada reacción ha generado la solidaridad
ciudadana en un día en el que aún siguen humeantes los rescoldos del
atentado contra el semanario satírico parisino “
Charlie Hebdo”:
“El vídeo lo que destaca es la corrupción del Partido Popular. Se emitió en la misma semana de la
operación Púnica. De hecho, en la mesa en la que aparezco en el sketch aparece una foto de
Francisco Granados, número dos de
Esperanza Aguirre
que aún está en prisión. Cualquiera que viera ese vídeo, en el momento
en el que se emitió, entiende que es un vídeo que denuncia la corrupción
salvaje del Partido Popular. Pondría el ejemplo de
Vaya Semanita, un programa de la televisión pública vasca. Creo que nadie los ha denunciado por los sketchs que han hecho con
ETA. Yo no pretendo ofender a nadie ni es la base de mi trabajo”.
No ha sido el único: en 2007 el juez de la Audiencia Nacional,
Juan del Olmo, ordenó el secuestro del último número de la revista satírica ‘
El Jueves‘, en cuya portada aparecía una caricatura de los entonces príncipes de
Asturias y hoy reyes en una situación considerada “irreverente”. El auto dictado a petición de la
Fiscalía General del Estado, que regentaba el socialista
Cándido Conde Pumpido,
ordenaba a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que
procedieran a retirar los ejemplares de la revista de los puntos de
venta, así como que se desplazaran a
Madrid y
Barcelona para hacerse con el molde del dibujo. La vicepresidenta
María Teresa Fernández de la Vega
dijo que “respetaba” la decisión judicial aunque abogó por replantear
la figura del secuestro de publicaciones, que consideraba “anclada en el
pasado: su procedencia y eficacia están en cuestión”. No obstante, el
dibujante
Guillermo y el guionista
Manel Fontdevilla fueron condenados a una multa de 3.000 euros cada uno.
Portada de “El Jueves” secuestrada y multada
Y es que el futuro proceso constituyente que se producirá a partir de mayo deberá elaborar una
Constitución democrática, más breve y eficaz, donde la primera enmienda, al igual que en
EE.UU.,
prohíba la creación de cualquier ley que reduzca la libertad de
expresión, o que vulnere la libertad de prensa. Allí, este derecho
ciudadano se equipara a la libertad de creencias, el derecho de reunión o
de recurso judicial contra el Estado.
El hecho es que el régimen
español de 1978 se caracteriza por una fuerte mordaza a los medios de
expresión, de la que es una víctima ejemplar este blog: sabedores de la
precariedad que vive
España en materia de libertades,
el peligro ha llevado a sus integrantes a refugiarse en el anonimato a
pesar de sus ya casi 10 millones de lectores, que en cualquier otro país
considerarían este experimento informativo como exitoso. Por eso no es
ninguna novedad:
El Viejo Topo censurado
“En junio de 1977 se buscan alternativas a la democracia representativa que se está imponiendo.
José Maria Vidal Villa
explica que su primera reacción es no participar. No se han cumplido
las principales reivindicaciones para poder realizarlas: legalización de
todos los partidos, amnistía total, auténtica libertad de reunión,
asociación, manifestación, expresión y huelga. Además, no se ha podido
poner en cuestión la forma concreta de Estado. Constituye delito
cuestionar la monarquía. Y en delito incurrió la revista al ilustrar la
portada del mes de abril de 1977 con una bandera republicana. La policía
procedió al secuestro. No sería el único problema con la censura.”,
escribe el profesor
Jordi Mir García sobre “
El Viejo Topo“.
Hermano Lobo: nº censurado
Lo mismo le había ocurrido antes a “
Hermano Lobo”:
Ediciones Pléyades
cuenta “el increíble secuestro del número 153 impreso en el clásico
verde de la revista, nada menos que, según la querella del fiscal, “por
menosprecio a la Justicia”, a causa del chiste de
Ramón
que ocupaba la portada: un señor más bien menudo, de rostro ingenuo,
escucha un vozarrón portentoso que, inculpándole, le grita:«
¡¿Conoce sus derechos?!»; aquél, tenuemente, le responde: «sí, señor»; el vozarrón finalmente le conmina: con un apabullante
«¡Pues olvídelos!».
“Suma
y sigue: al número 178 le “colgaron” un expediente de aquí te espero
por “grave infracción” del tristemente célebre artículo de la Ley ya
mentada en lo que se refiere nada menos que “a la seguridad del Estado”
porque entendieron que
Luis Carandell, el pacífico, educado y ejemplar ciudadano
Luis Carandell, había intentado transgredirlo en sus inocentes “
Coplillas de Don Luis”; y, por último, un gran expediente polivalente, un auténtico
Expedientísimo,
urdido por aquellos crueles señores antes aludidos que arremetieron
contra el contenido del que sería nonato número 183, en el que
encontraban punible:
1) El artículo “
La bolsa masónica”, original de
Vicent. El juez de
Orden Público, probablemente aquejado de un ataque de presbicia, apremiaba por escrito –con el consabido “
Dios guarde a Vd. Muchos años”-
al director de la revista para que identificara, bajo el apercibimiento
de no se qué, al autor del artículo incriminado que se escondía tras el
“
sospechoso seudónimo Vicent” o al propio
Chumy que, además de sus dibujos, utilizó, entre otros seudónimos, el de
Genoveva de la O
para escribir sus gracias literarias; 2) la reproducción de un
fotográfico zoom de la parte inferior de un biquini cuyo pie, bajo el
título de “
Tanga”, había escrito y firmado
Tío Oscar (Umbral) en su sección “
Las Jais”; y, en fin, 3) toda la página titulada “
75 años y un día” que, con transcripciones de la prensa de 1.900, seleccionaba
Fernando Lara.
Las tres imputaciones dieron lugar al secuestro del número inculpado, a
la apertura del correspondiente sumario en el juzgado de Orden Público y
a la incoación del
Expedientísimo aludido que, por las trazas, amenazaba alcanzar graves consecuencias”, señalan sus editores.
Portada aniversario del secuestro de El Jueves
Hubo más: la difusión del semanario satírico
El Cocodrilo fue prohibida en dos ocasiones: el 18 de noviembre de 1985, por el artículo
Cien años de borboñez (en alusión a la dinastía reinante de los
Borbones), y el 22 de febrero de 1986 por la edición del día 20 por presuntas
injurias al Rey y al presidente de Gobierno. El semanario humorístico
El Papus,
antes de su atentado, fue suspendido en dos ocasiones: la primera, del 5
julio al 25 de octubre de 1975, y la segunda, del 27 marzo al 24 de
julio de 1976, cuando el Ministerio de Información y Turismo procedió al
secuestro del número 83 por entender que ciertos dibujos atentaban
contra la moral y “
las buenas costumbres“.
El Papus
se había convertido en un icono de la contracultura de los primeros
años de la transición y desde el primer día se ganó tantos lectores como
adversarios, pero también fue cantera de talentos como
Carlos Giménez, Óscar Nebrera, Manuel Vázquez Montalbán, Antonio Franco, Maruja Torres o Joan Segarra, entre otros muchos.
La portada de “Retranca” censurada
Por último, otro ejemplo, esta vez “civil”: La revista satírica gallega “
Retranca” denunció el “secuestro” de su número especial sobre la visita del
Papa, y acusó a la imprenta encargada de editar los ejemplares de no entregárselos “por su desacuerdo moral” con el contenido.”
Ni milagro de los panes y los peces, ni ostias!!! Yo hago que me lluevan billetes“,
decía la caricatura del Papa. Un portavoz de la imprenta, ubicada en
Murcia, negó a la agencia Efe que hubiera editado y retenido los
ejemplares y afirmó que, cuando conocieron los contenidos de la
publicación, rehusaron el trabajo y así informaron a los responsables de
“
Retranca“. Por su parte, en un comunicado facilitado a
los medios, la revista afirmó que ya estaba “impresa y lista para su
envío a la distribuidora” cuando se les comunicó que no se la
entregarían por su desacuerdo “con el ataque al
Papa y a la Iglesia“.
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