Hace 50 años era asesinado el líder negro Malcolm X, el rival de Martin Luther King
El cuerpo del
hombre de 39 años presentaba 21 disparos. En el hospital universitario
de Columbia, Nueva York, nadie podía ya salvarle la vida a quien había
sido uno de los estadounidenses más influyentes de la década del '60:
Malcolm Little, alias Malcolm X o El Hajj Malik El Shabazz. Rival de
Martin Luther King, defensor de derechos civiles y señalado por su
racismo al mismo tiempo, revolucionario y conservador, Malcolm fue
asesinado un 21 de febrero de 1965 por tres atacantes negros, en un
hecho que hasta el día de hoy no fue esclarecido.
Nacido en Omaha,
Nebraska, un 19 de mayo de 1925, se crió en el seno de una familia
humilde. Su padre murió cuando él tenía seis años y su madre fue
internada poco después en un psiquiátrico. Era bueno en la escuela, pero
la abandonó cuando le dijeron que un negro no tendría ninguna
oportunidad para hacer carrera.
En enero de 1946, a
los 20 años, fue condenado a diez años de prisión por robo y posesión
de armas. Tras las rejas, leyó a Marx, Gramsci, Sócrates y Ghandi, y
escribió: "No se sorprenda si digo que estuve en la cárcel. Usted
todavía está en la cárcel. Eso es lo que significa Estados Unidos: la
cárcel". Allí tuvo su primera aproximación a la Nación del Islam, un
grupo de alcance nacional fundado en 1930 para difundir las enseñanzas
del profeta Mahoma.
Su líder, Elijah
Muhammad, lo llevó a abandonar el "nombre de esclavo" que los blancos
les habían dado a sus antepasados. Desde entonces, Malcolm remplazó su
apellido original por una X. La Nación del Islam sostenía la
superioridad de los negros y aseguraba que los afrodescendientes estaban
destinados a dominar a los blancos. Su máximo exponente era la leyenda
del boxeo mundial, Muhammad Alí, de quien Malcolm fue amigo.
El influyente
líder, sin embargo, experimentó un profundo cambio al viajar a La Meca,
en Arabia Saudita. "Hasta entonces todos los negros eran hijos de Dios y
todos los blancos, malvados por naturaleza. Pero de pronto Malcolm vio
peregrinos blancos que lo trataban de igual a igual y que no eran la
encarnación del diablo", explicó su biógrafa, Britta Walschmidt-Nelson.
La Nación del Islam no estuvo de acuerdo con la transformación. Y menos
con el hecho de que Malcolm, que tras su viaje a La Meca pasó a llamarse
El Hajj Malik El Shabazz, hablara sobre asuntos sexuales de quien
entonces era líder de la organización, Elijah Poole.
Antes de regresar a
los Estados Unidos, visitó varias naciones de Medio Oriente y de
África. El periplo abrió sus ojos a la necesidad de construir una unión
internacional entre los pueblos negros y motivó la entrega a la ONU de
un documento en el que se detallaban las penosas condiciones de vida de
la comunidad afro en los Estados Unidos.
En Racismo: el
cáncer que está destruyendo América, escribió: "El objetivo común de 22
millones de afroamericanos es el respeto como seres humanos, el derecho
dado por Dios como seres humanos. Nunca seremos reconocidos como
ciudadanos hasta que se nos reconozca por primera vez como seres
humanos".
Malcolm abandonó la
Nación del Islam, y pasó a integrar su lista de enemigos. Para entonces
ya tenía problemas con todo el mundo por sus polémicas declaraciones.
De hecho, tras la muerte del entonces presidente John F. Kennedy, dijo
que el crimen era un "merecido castigo".
Fundó varias
organizaciones y sufrió distintos atentados. El último de ellos fue el
21 de febrero de 1965, cuando iba a pronunciar un discurso en el barrio
de Harlem, Nueva York. De pronto estalló un tumulto entre la gente.
Mientras Malcolm intentaba calmar a la muchedumbre, un hombre disparó
contra él. Siguieron balazos de otras dos personas. Hasta hoy no se sabe
por orden de quién actuaron.
En su momento fue
señalado Louis Farrakhan, quien por entonces había asumido como nuevo
líder de la Nación del Islam y era apodado "el Hitler negro" por su odio
a los blancos, los judíos, los homosexuales y las mujeres. Siempre negó
haber participado en el crimen, pero en sus discursos soltó frases que
parecían indicar lo contrario. "Yo no soy un asesino, pero cuando
alguien ataca lo que amo puedo matar", dijo alguna vez.
La comunidad negra
también apuntó contra el gobierno estadounidense. La CIA llevaba años
acosando a los líderes negros, especialmente a Malcolm y a Martin Luther
King. La Casa Blanca veía en el movimiento de liberación afro una
amenaza para los poderes fácticos. De hecho, uno de los principales
objetivos del COINTELPRO –uno de los tantos programas de la CIA contra
las comunidades afroestadounidenses– era "neutralizar" a los líderes
negros con el fin de detener la aparición, en los términos del gobierno,
de un "Mesías Negro”.
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