Repugnante la estrategia de EEUU utilizar DDHH para atacar a Venezuela
El defensor venezolano del Pueblo, Tarek William Saab,
expresó este lunes que la actuación sancionatoria del gobierno de
Estados Unidos contra Venezuela, acusando al Estado de violar los
derechos humanos, es parte de la estrategia utilizada históricamente
para estigmatizar naciones que no le son afectas, como es el caso de
Venezuela.
En entrevista para Telesur, Saab manifestó que en el caso de Estados Unidos “hay una doble moral terrible en materia de derechos humanos. En años anteriores usaron el tema de narcotráfico y terrorismo (para lograr ocupaciones) y ahora han descubierto el tema de los derechos humanos para agredir naciones”.
“Estados Unidos siempre ha utilizado cualquier idea para lograr su cometido y eso es lo que está pasando en Venezuela”, recalcó, al tiempo que ratificó que si en el país existe alguna violación de los derechos humanos “hay que castigarla y esa es la premisa de respeto a la Constitución”.
Apuntó que en la actualidad, a diferencia de la época de la IV República, “se observa una excesiva denuncia mediática para presentar a Venezuela en escenarios de países en guerra y en conflicto, y esa no es la verdad del país”.
Asimismo, mencionó crímenes que escribieron páginas tristes en la historia de Venezuela durante los años del bipartidismo, como es el caso de las masacres de Cantaura (1982), Yumare (1986), Amparo (1988) y El Caracazo (1989). “En ninguno de los casos, ni la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Cidh), ni grupos de la época como ahora es el Human Right Watch se pronunciaron, nunca pidieron justicia”.
Indicó que como miembro de la Comisión de la Verdad para investigar crímenes de la IV República, “hemos encontrado cosas terribles, archivos atroces, donde hay nombres y apellidos de quienes actuaron en desapariciones forzadas”.
También se refirió a Luis Posada Carriles, director de la Digepol (antigua Disp) de Carlos Andrés Pérez, y Henry López Sisco, director de la antigua Dirección de Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip) de Luis Herrera Campíns, como brazos criminales de los gobiernos de la época.
En líneas generales, describió a Posada Carriles como agente perteneciente a la generación de criminales que surgió de la dictadura de derecha de Fulgencio Batista en Cuba. “Con rasgos de asesinos, confeso, y los que fueron sus víctimas, dicen que él personalmente dirigía y ejecutaba las torturas”.
“Fue tal la escuela que él engendró en el país que la propia CIA lo utilizó para acciones de más envergadura como lo fue su obra criminal: la planificación de la voladura del avión de Cubana de Aviación (1976), que trasladaba a decenas de atletas”, refirió.
Recordó que “a Posada Carriles lo sucede Henry López Sisco, autor de la era de las masacres entre el 82 y 90″. Apuntó que el primero se encuentra asilado en Estados Unidos, y el segundo, reside libremente en Puerto Rico. JGP
En entrevista para Telesur, Saab manifestó que en el caso de Estados Unidos “hay una doble moral terrible en materia de derechos humanos. En años anteriores usaron el tema de narcotráfico y terrorismo (para lograr ocupaciones) y ahora han descubierto el tema de los derechos humanos para agredir naciones”.
“Estados Unidos siempre ha utilizado cualquier idea para lograr su cometido y eso es lo que está pasando en Venezuela”, recalcó, al tiempo que ratificó que si en el país existe alguna violación de los derechos humanos “hay que castigarla y esa es la premisa de respeto a la Constitución”.
Apuntó que en la actualidad, a diferencia de la época de la IV República, “se observa una excesiva denuncia mediática para presentar a Venezuela en escenarios de países en guerra y en conflicto, y esa no es la verdad del país”.
Asimismo, mencionó crímenes que escribieron páginas tristes en la historia de Venezuela durante los años del bipartidismo, como es el caso de las masacres de Cantaura (1982), Yumare (1986), Amparo (1988) y El Caracazo (1989). “En ninguno de los casos, ni la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Cidh), ni grupos de la época como ahora es el Human Right Watch se pronunciaron, nunca pidieron justicia”.
Indicó que como miembro de la Comisión de la Verdad para investigar crímenes de la IV República, “hemos encontrado cosas terribles, archivos atroces, donde hay nombres y apellidos de quienes actuaron en desapariciones forzadas”.
También se refirió a Luis Posada Carriles, director de la Digepol (antigua Disp) de Carlos Andrés Pérez, y Henry López Sisco, director de la antigua Dirección de Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip) de Luis Herrera Campíns, como brazos criminales de los gobiernos de la época.
En líneas generales, describió a Posada Carriles como agente perteneciente a la generación de criminales que surgió de la dictadura de derecha de Fulgencio Batista en Cuba. “Con rasgos de asesinos, confeso, y los que fueron sus víctimas, dicen que él personalmente dirigía y ejecutaba las torturas”.
“Fue tal la escuela que él engendró en el país que la propia CIA lo utilizó para acciones de más envergadura como lo fue su obra criminal: la planificación de la voladura del avión de Cubana de Aviación (1976), que trasladaba a decenas de atletas”, refirió.
Recordó que “a Posada Carriles lo sucede Henry López Sisco, autor de la era de las masacres entre el 82 y 90″. Apuntó que el primero se encuentra asilado en Estados Unidos, y el segundo, reside libremente en Puerto Rico. JGP
VTV con información de AVN
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