LA DICTADURA DEL FUTURO: LOS MAGNATES INVIERTEN SUS FORTUNAS EN ALCANZAR LA VIDA ETERNA
LA DICTADURA DEL FUTURO: LOS MAGNATES INVIERTEN SUS FORTUNAS EN ALCANZAR LA VIDA ETERNA
Parece que la vida eterna obsesiona a los más ricos y poderosos desde tiempos inmemoriales.
Varios emperadores chinos persiguieron el sueño de la vida eterna
consumiendo sustancias preciosas como el jade y el oro, a menudo con
efectos fatales para su salud.
Elizabeth Bathory, una condesa de Transilvania del siglo XVI, realizó
un intento aún más drástica para vencer a la muerte, bañándose
regularmente en la sangre de muchachas jóvenes que ordenaba secuestrar y
ejecutar.
Elizabeth Bathory
Un científico infame, por su parte, se inyectaba con un brebaje que
contenía semen de perro, testículos y sangre. Incluso en Jamaica
siguieron una receta secreta para la longevidad, basada en sopa de
escroto de tortuga.
Y por lo visto, en la actualidad, los multimillonarios y los
poderosos siguen obsesionados con alcanzar lo mismos: vivir para
siempre, disfrutando de sus privilegios.
De hecho, Bill Maris, el jefe de la rama de inversión multimillonaria
de Google, ya ha declarado estar convencido de que el ser humano podrá
vivir 500 años.
“La ciencia de la vida dispone de herramientas para lograr
cualquier cosa que tengamos la audacia de imaginar. Sólo espero vivir el
tiempo suficiente como para no morir”
Bill Maris
En su sector, Maris no es el único que alberga la convicción de que
los galopantes avances de la ciencia y la tecnología pronto derrotarán a
la única cosa inevitable (aparte de los impuestos) que hay en nuestra
vida.
Sergey Brin
Liderados por el inmenso poder económico de Google, cuyo cofundador, Sergey Brin, afirma de que “algún día se curará la muerte”,
los grandes magnates de la tecnología de Estados Unidos están
invirtiendo en silencio miles de millones de dólares en investigaciones
sobre como derrotar el proceso de envejecimiento.
Algunos quizás están impulsados por un genuino deseo de a la
humanidad, otros por alguna pérdida personas y muchos otros por el
simple miedo a morir.
Sin ir más lejos, el magnate del software, Larry Ellison califica de
«incomprensible» que la gente acepte la muerte como algo inevitable.
Larry Ellison
Aparte de estas motivaciones, sin duda el dinero, también representa
un motivo de peso. Si alguien descubre una técnica que permita vivir
durante más décadas o incluso siglos, con toda seguridad se hará
extremadamente rico.
Y eso, que ahora puede parecer una idea descabellada, no lo es tanto
como parece, al menos para estos grandes multimillonarios de la
tecnología.
Según el teórico británico de la gerontología Aubrey de Grey, la
primera persona que vivirá 1000 años ya ha nacido. De Grey cree que tal
longevidad se logrará mediante aplicando técnicas de ingeniería genética
en las células de nuestro cuerpo, para evitar el proceso de
envejecimiento.
Aubrey de Grey
De hecho, los científicos ya han logrado alargar considerablemente la vida de gusanos, moscas y ratones de esta manera.
Según de Grey “Tenemos que dejar de pensar que el
envejecimiento es inevitable y empezar a ver nuestro cuerpo como si
fuera un coche de época: con el mantenimiento adecuado, podrá seguir
adelante indefinidamente”.
Peter Thiel, cofundador del servicio de pago por internet PayPal, ya
ha dado 3,5 millones de dólares para que se investigue en este campo.
Peter Thiel
Sin embargo, estas ideas estan generando cierta controversia en el mundo científico.
Por ejemplo, Sir Colin Blakemore, ex director ejecutivo del Consejo
de Investigación Médica Británica, insiste en que hay un límite superior
para la edad hasta la que puede envejecer el cuerpo humano y que por lo
tanto, es inevitable que todos tengamos fecha de caducidad.
Blakemore pone este límite en los 120 años, basándose en el hecho de que casi nadie ha sobrevivido durante más tiempo.
Colin Blakemore
No obstante, centros de investigación con algunos de los mejores
científicos del mundo ya están trabajando en formas cada vez más
extravagantes para alargar nuestro tiempo de nuestra vida; algunos
utilizan técnicas de ingeniería genética, otros centrar sus
investigaciones en la utilización de robots microscópicos que reparen
los defectos de las células y otros investigan la sustitución de órganos
del cuerpo por versiones robóticas o clonadas; incluso hay quienes
pretenden descargar su conciencia en un ordenador, como indicamos en el
artículo LA INMORTALIDAD DIGITAL.
Obviamente, esta frenética actividad centrada en la búsqueda de la
vida eterna para los ricos, plantea una gran cantidad de cuestiones
éticas.
¿Cuánto costará toda esta inversión? ¿La búsqueda de la inmortalidad
desviará recursos de investigación necesario sobre las enfermedades?
¿Cuáles serían las consecuencias de la inmortalidad para un planeta ya
saturado?
Y si las técnicas robóticas funcionan, ¿en qué nos convertiremos? ¿Seguiremos siendo humanos o seremos máquinas?
Y sobretodo, ¿quién se beneficiará de esta inmortalidad? ¿todos los seres humanos del planeta o solo unas élites?
En las películas y libros, ya tenemos nombre para todos aquellos que gozan de la inmortalidad: los llamamos vampiros.
TÉCNICAS QUE ESTÁN APLICANDO
Reescritura de nuestro ADN
Una de las ramas de Google más inmersas en el secretismo, está centrada en las investigaciones para alargar la vida.
Se llamal California Life Company y ha reclutado a la científica
Cynthia Kenyon, quien ha diseñado genéticamente gusanos redondos capaces
de vivir hasta diez veces más de lo habitual.
Cynthia Kenyon
Para alcanzar tales resultados, se realiza la desactivación parcial
de un solo gen, llamado daf-2. Curiosamente, los seres humanos que viven
hasta los 100 años, son más propensos a sufrir mutaciones en este gen.
Según Kenyon: “es posible crear una fuente de la juventud, compuesta de moléculas, que algún día se hará realidad”.
La Unidad de investigación de Google también parece estar centrada en
el desarrollo de un fármaco que puede imitar a un determinado gen.
Dicho gen limita la altura hasta la que crecen las personas y además
está relacionado con longevidades excepcionales.
Desentrañar los secretos genéticos de una criatura llamada rata topo
desnuda (Heterocephalus glaber), que se encuentra en África, ha sido
otra de las prioridades para los que tratan de resolver el rompecabezas
del envejecimiento.
Esta extraña criatura sin pelo, es inmune al cáncer y vive diez veces
más que las ratas subterráneas ordinarias (más de 30 años).
Los expertos creen que su longevidad está vinculada al hecho de que
tiene poco oxígeno para respirar en los túneles subterráneos en los que
habita. Esto mantiene su metabolismo muy lento, lo que a su vez reduce
drásticamente la velocidad a la que envejecen y mueren sus células.
Nano Robots
El director de ingeniería de Google, Ray Kurzweil, predice que para
la década de 2030 millones de robots microscópicos llamados nanobots
recorrerán nuestros cuerpos reforzando nuestro sistema inmunológico y
mantienendonos sanos a “nivel molecular”.
Ray Kurzweil
Estos dispositivos médicos minúsculos, cada uno del tamaño de una
célula que se ingerirán mediante píldoras, viajarían a través de nuestro
torrente sanguíneo inyectando hormonas y remendando el cuerpo humano
desde dentro.
El objetivo sería contrarrestar los efectos secundarios nocivos de
los tratamientos como la quimioterapia, que a menudo son causados por
los medicamentos que no llegan con precisión a las células adecuadas.
Los Nanobots, sin embargo, podrán dirigirse con precisión a células
específicas, o incluso a secciones específicas del ADN de nuestras
células.
Algunos experimentos con animales ya han tenido éxito, como por
ejemplo algunos realizados con ratas que han sido curadas de diabetes
utilizando nanobots.
Muchos científicos ridiculizaron ciencia ficción de Kurzweil sonar
las ideas cuando por primera vez los puso en un libro hace una década.
Ahora, los escépticos son menos críticos.
Vida eterna en una placa de Petri
Otra método para luchar contra el envejecimiento sería usando células madre.
Un hombre convencido de que ésta es la técnica adecuada es Peter
Nygard, un multimillonario canadiense, que se juega gran parte de su
fortuna en la investigación de sus usos.
Peter Nygard
Las células madre tienen el potencial de convertirse en muchos tipos
diferentes de tejido humano, lo que significa que se pueden introducir
en el cuerpo como “piezas de recambio” para reparar las células o los
órganos defectuosos.
Los científicos las extraen de la sangre, los dientes, la médula ósea y la grasa corporal.
Nygard, fundador de un imperio de la moda en los años 70, tiene sus
propias células madre creciendo en una placa de Petri, y se las inyecta
en el cuerpo cuatro veces al año.
No sólo cree que con ello vivirá más tiempo, sino que está seguro de que rejuvenecerá.
“Esto es enorme. Esto podría eliminar todas la enfermedades. Incluso podría alcanzar la inmortalidad”, afirma jactándose en un vídeo promocional en el que compara sus investigaciones pioneras con los logros de Leonardo da Vinci.
Algunos científicos dicen que su obsesión por revertir el proceso de
envejecimiento da una mala imagen a la investigación con células madre.
Lionel Bissoon
Pero el médico de Nueva York, Lionel Bissoon está de acuerdo con él, y llega a afirmar que: “Si usted es un hombre rico y no guarda sus células madre, es porque es un idiota”
Búsqueda de nueva sangre
Algunos creen que la respuesta para la vida eterna puede estar en el cambio de nuestra sangre envejecida por sangre más joven.
Inocencio VIII murió en 1492 después de que se le aconsejara que
bebiera la sangre de tres jóvenes en un intento por absorber su
vitalidad. Aunque el experimento de transfusión falló con resultados
trágicos, parece que había algo de verdad en ello.
Pruebas en ratones han demostrado que el plasma de la sangre de los
ratones jóvenes puede restaurar las capacidades mentales de los ratones
de más edad.
Esto se logró originalmente por un proceso conocido como parabiosis.
Los ratones fueron unidos quirúrgicamente, uno de ellos viejo y
enfermo, el otro joven y saludable, con el objetivo de que la sangre de
ambos se mezclara.
El experimento mostró que el raton más viejo rejuveneció, mientras el más joven y saludable, envejeció prematuramente.
Hoy en día, se está planeando un ensayo en humanos en la universidad
de Stanford de California para probar si un resultado similar se produce
cuando los enfermos de Alzheimer reciben transfusiones de sangre
provenientes de los más jóvenes. (Afortunadamente, en el experimento con
humanos no habrá unión quirúrgica).
Tony Wyss-Coray, líder del proyecto, dice que, si tiene éxito, se
podrían aislar las sustancias responsables del efecto rejuvenecedor que
se encuentren en la sangre más joven y tratar de convertirlas en un
medicamento para tratar la enfermedad.
Tony Wyss-Coray
Sin embargo, otros ven claramente usos alternativos para esta
técnica: después de publicar su propia investigación sobre ratones,
Wyss-Coray afirmó que fue contactado por “muchas personas sanas y muy
ricos que le preguntaron si la técnica les podría ayudar a vivir más
tiempo”.
Clonación
Otra posibilidad actualmente en estudio, consiste en sustituir los órganos del cuerpo por versiones clonadas o robóticas.
Los científicos ya han logrado utilizar la impresión 3D para crear
los riñones e hígados vivos, en un proceso que implica mezclar muestras
de células de órganos humanos con hidrogel, un material nutritivo rico
en agua.
Se cree que se podrían implantar nuevos órganos incluso si una
persona estuviera muriendo, a través de un procedimiento llamado
“reanimación salina fría”, en la que la sangre del paciente se reemplaza
por una solución salina fría, reduciendo así la temperatura del cuerpo y
poniendo al paciente en animación suspendida.
En tal caso, los médicos tendrían la oportunidad de tratar con fallos orgánicos que de otro modo habrían sido mortales.
Mitad hombre, mitad máquina
El excéntrico millonario ruso de Internet Dmitry Itskov, por su
parte, está invirtiendo millones en un proyecto para transferir los
cerebros humanos (y con ellos nuestra “conciencia”) a ‘avatares’
robóticos, representantes físicamente superiores de nosotros mismos.
Dmitry Itskov
Itskov afirma que busca disfrutar durante 10, 000 años de sus numerosas aficiones.
Algunos van aún más lejos.
Ray Kurzweil, “futurista” de Google, está convencido de que “la inmortalidad está a nuestro alcance”.
Kurzweil predice que para el año 2045, los ordenadores nos habran superado en inteligencia, y que el ser humano será capaz de “trascender la biología mediante la fusión con la tecnología”, subiendo su conciencia a un ordenador.
Para entonces Kurzweil ya tendrá 97 años, pero está decidido a seguir
viviendo como sea para beneficiarse de esta nueva fase de la evolución
humana, a la que él llama “la singularidad”.
De hecho, Kurzweil está tratando de ‘reprogramar’ la bioquímica de su
cuerpo mediante la ingestión de 150 suplementos alimenticios cada día,
entre los que se encuentra la vitamina D y una “co-enzima” llamada Q10,
que desempeña un papel en la transformación del azúcar en energía para
las células.
Sea cual sea la técnica adecuada para alcanzar la inmortalidad, hay una cosa que todos nosotros podemos tener por segura.
Si algún día llegan a desarrollarse tales técnicas, tengan ustedes
por seguro que solo servirán para alargar la vida de los más poderosos,
convirtiéndolos en algo parecido a semi-dioses eternos, que reinarán
sobre generaciones de humanos con un poder sobre-humano nunca visto
hasta ahora.
¿O acaso hay alguien tan sumamente estúpido como para creer que están
invirtiendo tanto dinero en estas técnicas por el bien de la humanidad?
Fuente: http://www.dailymail.co.uk/sciencetech/article-3022363/Could-humans-one-day-live-500-s-group-eccentric-billionaires-believe-spending-fortunes-research-hope-make-possible.html
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