LO QUE SE AVECINA: MANIOBRAS GEOPOLÍTICAS DE EEUU CONTRA RUSIA EN ASIA Y EL CÁUCASO
LO QUE SE AVECINA: MANIOBRAS GEOPOLÍTICAS DE EEUU CONTRA RUSIA EN ASIA Y EL CÁUCASO
Artículo escrito por Steven MacMillan en New Eastern Outlook
Estados Unidos está librando una guerra geopolítica en contra de la
Federación de Rusia en Eurasia a través de la preparación de
revoluciones de colores, golpes de estado, operaciones de
desestabilización y alianzas motivadas estratégicamente, en un intento
por debilitar la posición de Moscú y aislarla de la región y del resto
del mundo.
Esta compleja estrategia implica desestabilizar países en la esfera
de influencia rusa, un hecho que le crea numerosos problemas simultáneos
a Moscú.
Junto con el intento de construir alianzas estratégicas con estados
cercanos a las fronteras de Rusia, esta estrategia geopolítica es una
potente amenaza para la supervivencia del régimen actual de Rusia y es
el siguiente paso lógico en la guerra encubierta de Occidente contra
Moscú.
Después de protagonizar una “revolución de color” en
Ucrania, que ha dañado gravemente las relaciones entre Moscú y Kiev,
Occidente está tratando ahora de replicar este modelo en numerosos
países de Eurasia, incluyendo Armenia, Kirguistán y Azerbaiyán.
(clicar en mapa para ampliar imagen)
WASHINGTON BUSCA ALIANZAS EN EURASIA
La fragmentación de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) es un objetivo clave para Washington.
Compuesto por Armenia, Bielorrusia, Kazajstán, Kirguistán, Rusia y
Tayikistán, la alianza de seguridad sirve para mejorar la cooperación en
temas estratégicos entre los Estados Miembros.
En una reunión en noviembre del año pasado, el jefe de la OTSC,
Nikolay Bordyuzha, acusó a Occidente de intentar desestabilizar a los
países de la OTSC y afirmó que las actividades de “ONG’s financiadas por
agentes occidentales” han aumentado:
Bordyuzha dijo que Occidente es culpable de desestabilizar la situación en los países de la OTSC.
Afirmó que la evidencia de esto fue un “aumento desproporcionado del número de funcionarios de las embajadas occidentales, especialmente los de los EEUU”, así como “la inversión en Organizaciones No Gubernamentales financiadas por subvenciones occidentales”.
Nikolay Bordyuzha
Bordyuzha dijo que años antes del cambio de gobierno en Ucrania, el
personal de la embajada estadounidense en Kiev creció hasta casi 1.500
empleados.
“La aparición y el desarrollo de focos de conflicto en el
espacio de la OTSC, en la mayoría de los casos está relacionado con
influencias externas”, dijo Bordyuzha. “Occidente
interfiere con crudeza en los asuntos internos de otros gobiernos,
tratando de manipular a la opinión pública, afectando con ello,
económica y financieramente al gobierno y a la población”
El debilitamiento de la Unión Económica Euroasiática (UEE) y la
Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) forma parte también de la
agenda occidental, que además trata de romper la creciente alianza entre
Rusia y China, a través de la creación de cuñas entre los dos estados
de Asia Central.
Por ejemplo, Kirguistán está listo para unirse a la UEE (Unión
Económica Euroasiática) en cuestión de meses, además de ser una nación
miembro de la OCS y la OTSC, lo que significa que desestabilizar a este
país de Asia Central, es un objetivo clave para los EEUU.
Una revolución de color en Kirguistán puede ser un objetivo inmediato.
Un indicio claro de ello, sería el nombramiento del embajador Richard
M. Miles como Jefe interino de la Embajada de Estados Unidos en
Bishkek, algo que de ninguna manera se puede considerar algo casual.
Miles ya fue embajador de Estados Unidos en Georgia desde 2002 a 2005,
donde dirigió la Revolución de las Rosas en el año 2003.
Richard M. Miles
En combinación con la desestabilización de Kirguistán, los EE.UU. está tratando de formar una asociación estratégica con Uzbekistán y romper cualquier vínculo entre Moscú y Tashkent.
En un artículo escrito por el analista político Andrew Korybko, aparecido en la revista Oriental Review, titulado: “The coming Color Revolution chaos and ‘Media Crimea’ in Kyrgyzstan”, Korybko detalla la estrategia de Washington en Kirguistán y Uzbekistán:
El hecho de que
Richard Miles regrese de su retiro para unirse al personal de la
embajada estadounidense en Bishkek, no es un evento aleatorio.
Este especialista en provocar revoluciones de color, no ha sido
enviado a Kirguistán a realizasr tareas administrativas, sino a provocar
la caída del gobierno. Esto estaría de acuerdo con la Doctrina para el
Siglo XXI de Reagan, que Hillary Clinton dio a conocer públicamente en
diciembre de 2012, cuando afirmó que “EEUU hará todo lo posible para hacer retroceder la influencia rusa en los países cercanos a sus fronteras”
Bandera de Kirguistán
Junto a esta desestabilización de inspiración estadounidense
proyectada para golpear el país en torno a las elecciones parlamentarias
de octubre, Washington también prevé apartar a Uzbekistán de sus
coqueteos con Moscú, a través de una “guerra de medios de comunicación tipo Crimea”, en el valle de Fergana en Kirguistán.
Apartar a Uzbekistán de Rusia, de la misma manera que Ucrania se
alejó de ella un año antes, es el objetivo estratégico fundamental de
los EE.UU. en la región, ya que a largo plazo desafiaría la influencia rusa en Asia Central.
El papel de Kirguistán, o más precisamente, la del sur de Kirguistán,
pretende ser la de convertirse en un estado fallido que permanentemente
entorpezca a la Unión Euroasiática, Uzbekistán y China, con el fin de
inflingir una presión desestabilizadora en ellos.
Crear caos en Kirguistán es una arma geopolítica multifacética, ya
que representa una crisis de seguridad para Kazajstán, Rusia y China,
dada la posición geográfica de Kirguistán.
Si Uzbekistán no puede ser atraído a una alianza estratégica con
Washington y en su lugar, opta por acercarse a Moscú, los EEUU también
podrían desatar el caos en Uzbekistán.
Zbigniew Brzezinski
La activación de inestabilidad en esta región es factible, tal y como
escribió Zbigniew Brzezinski (elitista miembro de la comisión
trilateral y cerebro geopolítico de Obama) en su libro Strategic Vision:
“cada uno de los nuevos estados de Asia Central son potencialmente vulnerables a la violencia interna; todos son inseguros”.
¿REVOLUCIONES DE COLOR EN LOS ESTADOS DEL CÁUCASO?
En febrero, la portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Victoria
Nuland, viajó al Cáucaso del Sur para visitar a los gobiernos de
Georgia, Armenia y Azerbaiyán, hecho que avivó los temores acerca de la
naturaleza de su visita, teniendo en cuenta su papel en el golpe de
estado ucraniano.
El viaje de Nuland pretende, por un lado, presionar a ciertos estados
del Cáucaso para que se alineen con los intereses de Estados Unidos, y
por el otro pretende preparar el terreno para revoluciones de colores y
operaciones de desestabilización en esos países, si su lealtad no puede
ser debidamente comprada.
Victoria Nuland
Nuland se reunió con representantes de ONG’s de Armenia a puerta
cerrada en su viaje a Ereván, un país que es miembro de la OTSC y de la
UEE.
No hay duda de que la desestabilización de Armenia es un objetivo
primordial para los EEUU y si un régimen pro-occidental se instala en
Ereván, con ello debilitaría dos importantes alianzas en Eurasia.
Sin embargo, Rusia y Armenia son muy conscientes de los deseos de
Washington y están trabajando para evitar estos ataques. Armenia se ha
movido para promulgar leyes más estrictas hacia las ONG, que permitirían
al gobierno armenio monitorear sus actividades más de cerca, un paso
esencial para detener las maniobras de agitación procedentes de naciones
extranjeras.
Por su lado, y desconcertados por el caos que han presenciado en
Ucrania, muchas personas en el gobierno de Azerbaiyán también temen que
una revolución de color promovida por Occidente pueda llevarse a cabo en
su país en un futuro próximo.
George Soros
El “capo” de las revoluciones de color, George Soros, criticó al
gobierno de Azerbaiyán en enero de este año, después de reunirse con el
presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, ya que una sucursal con sede en
Bakú de su Open Society Foundation, se está viendo sometida cada vez a
una mayor presión por parte de las autoridades gubernamentales de
Azerbaiyán.
Richard D. Kauzlarich describe el deterioro de las relaciones entre
Washington y Bakú en un artículo para la Brookings Institution titulado “La era de Heydar Aliyev finaliza en Azerbaiyán, no con un estallido, sino con un susurro”,
en el que se detallan los temores de los funcionarios gubernamentales
de sufrir un golpe de Estado al estilo ucraniano en Azerbaiyán:
El 3 de diciembre de 2014, la época de Heydar Aliyev en Azerbaiyán terminó.
Con él se fue la anteriormente estrecha relación política entre los Estados Unidos y Azerbaiyán.
Heydar Aliyev, quien fue Presidente de Azerbaiyán desde 1993 hasta su
muerte en 2003, presidió una política exterior que hizo hincapié en las
relaciones energéticas con Occidente, y el compromiso político y de
seguridad con los Estados Unidos y las instituciones transatlánticas.
Heydar Aliyev
Su hijo y sucesor, el actual presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev,
se ha alejado cada vez más de la trayectoria de su padre y ahora parece
haber aprobado una ruptura definitiva con el pasado.
Ilham Aliyev
Las relaciones entre Estados Unidos y Azerbaiyán están ahora claramente en grave crisis.
El final de estas relaciones llegó en un artículo poco conocido
escrito en ruso por el veterano jefe del aparato presidencial de
Azerbaiyán, Ramiz Mehdiyev.
En su artículo, Mehdiyev afirma que desde el inicio de la presidencia
de Heydar Aliyev, los EEUU estaban conspirando con elementos de la
oposición interna para crear una “quinta columna” que promoviera
“revoluciones de color”, mientras aplicaban una política de “doble
rasero” para interferir en los asuntos internos de los Estados de todo
el mundo y de Azerbaiyán, en particular.
Ahora, Mehdiyev, declara que Azerbaiyán debe alejarse de la potencia
mundial dominante, y elegir un nuevo camino para la consolidación
nacional, en torno a “un fuerte poder presidencial y a una estabilidad social”
Desde la perspectiva del gobierno de Bakú, Washington respaldó el
derrocamiento del presidente de Ucrania y si nadie realiza los controles
necesarios, los Estados Unidos y las ONG’s dedicadas a la promoción de
la democracia y los derechos humanos, probablemente buscarán repetir las
mismas maniobras en Azerbaiyán para consguir algo similar.
Un artículo que apareció en Open Democracy, una organización que
incluye entre sus partidarios a la Open Society Foundation de George
Soros, el Rockefeller Brothers Fund y la Fundación Ford, titulado: “La represión en Azerbaiyán”, pide que “Occidente inste a Azerbaiyán a iniciar reformas democráticas” en el país:
El régimen en
Azerbaiyán sigue favoreciendo el autoritarismo de Putin, y considera que
la democracia es una amenaza para el régimen en el poder.
Por esa razón, Occidente, asociado con la democracia, cayó bajo el
ataque feroz de los funcionarios gubernamentales de Azerbaiyán.
Los EE.UU. y sus instituciones fuimos escogidos como objetivo principal de sus iras.
Es imperativo para Azerbaiyán mantener buenas relaciones con
Occidente; y Occidente debe, a su vez, instar a Azerbaiyán a iniciar
reformas democráticas, con el fin de proteger sus propios intereses y
conservar los aliados en la región.
Como cualquier lector informado entiende, los EE.UU.
y Occidente por regla general no tienen ningún interés real en los
procesos de democratización de los países y simplemente utilizan lemas
como “antidemocrático” o “violadores de los derechos humanos” como
pretexto para inmiscuirse en los asuntos de los países con el fin de
beneficiar sus propios intereses geopolíticos.
Un golpe de Estado también se podría producir en Georgia en los
próximos meses, siguiendo la Revolución de las Rosas de 2003, un asunto
del que ya han escrito analistas como Henry Kamens.
Y es que a pesar de la firma de un acuerdo de asociación con la Unión
Europea el año pasado y de acercarse a la membresía de la OTAN, las
autoridades de Georgia han desobedecido a Washington al seguir
persiguiendo al ex presidente y títere de Estados Unidos, Mikhail
Saakashvili, por cargos de corrupción.
Mikhail Saakashvili
La guerra geopolítica lanzada por Washington en la esfera de
influencia de Rusia, obliga a Moscú a trabajar horas extras intentando
fomentar la estabilidad que necesita en Eurasia.
Quizás por esa razón, Putin aboga por la creación de una unión
monetaria entre países de la Unión Económica Euroasiática, pues con ello
conseguiría consolidar las alianzas y evitar que Occidente siga el
ejemplo de lo conseguido en Ucrania, perturbando así la orientación
estratégica de las naciones que están en la órbita de Moscú.
Steven MacMillan para New Eastern Outlook
Fuente: http://journal-neo.org/2015/04/08/us-wages-geopolitical-warfare-against-russia-in-central-asia-and-caucasus/
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