lunes, 14 de marzo de 2016

11-M: LA FARSA DEL ASEDIO DE LEGANÉS

11-M: LA FARSA DEL ASEDIO DE LEGANÉS


Leganés, como los lectores recordarán, fue ese episodio que tuvo lugar tres semanas después del 11-M (el único gran atentado atribuido a islamistas en el que no hubo suicidas) en un piso de esa localidad madrileña, episodio en el que supuestamente siete terroristas se hicieron volar por los aires al verse rodeados por la policía.

Recordemos algunos detalles del oscurísimo episodio:

En Leganés, los supuestos suicidas esperaron disciplinadamente ¡casi 7 horas! desde que se establece el cordón policial, a que desalojaran el edificio y los colindantes. Solo después de desalojados los ocho edificios hacen estallar la carga explosiva, coincidiendo con la hora del telediario.

En Leganés nos dicen que hubo un tiroteo con subfusiles durante el cerco policial. Pero no apareció ni un mísero cartucho de subfusil en el registro efectuado tras la explosión.

En Leganés, no hubo detenciones: aparecieron tras la explosión 7 cadáveres... a los que no se les practicó la autopsia. El juez Bermúdez tuvo que hacer malabarismos jurídicos para considerar autopsia unos informes antropológicos que incumplían claramente la normativa legal.

En Leganés, no solo no se practicó autopsia a los supuestos suicidas, sino que se intentó impedir a la Policía Científica que tomara muestras de sus cadáveres. Solo pudieron acceder a los supuestos suicidas 7 horas después de su llegada al Instituto Anatómico Forense.

En Leganés, uno de los cadáveres de los supuestos suicidas apareció … con los pantalones puestos del revés. ¿No tuvo tiempo ese hombre para vestirse bien a lo largo de las casi 7 horas que duró el cerco policial?

En Leganés, uno de los ocupantes del piso (el octavo ocupante) ¡bajó a tirar la basura durante el cerco policial! Y estando el piso rodeado por decenas de policías, coches policiales e incluso helicópteros … nos dicen que se escapó a la carrera. Finalmente, fue localizado en Serbia y detenido
... y el Tribunal Supremo concluyó que NO había participado en la colocación de las bombas del 11-M.

Por cierto, el Tribunal Supremo también concluyó que NO se podía afirmar que los siete presuntos suicidas de Leganés hubieran participado en la colocación de las bombas del 11-M, motivo por el cual las víctimas del 11-M quedaron jurídicamente imposibilitadas de demandar por vía civil a los herederos de los supuestos suicidas.

En Leganés, con decenas de policías rodeando el piso durante siete horas, y con unos supuestos terroristas que nos dicen que se asomaban por la ventana para disparar ráfagas de subfusil ... no tenemos ni una maldita imagen del asedio, ni de los propios terroristas, ni de la entrada en el piso.

En Leganés, el sumario del 11-M contiene TRES versiones contradictorias distintas sobre cómo se localizó aquel piso. Ceremonia de la confusión.

En Leganés, resulta que los supuestos suicidas vivían pared con pared … con un policía experto en lucha antiterrorista, escuchas y seguimientos que nunca sospechó nada.

En Leganés, nos dijeron que los supuestos suicidas rodeados mandaron sendos faxes al ABC y a Telemadrid amenazando con nuevos atentados. Pero en el desescombro del piso tras la explosión no apareció ningún fax. Y, en realidad, los datos del sumario demuestran que al menos el fax de Telemadrid fue enviado ... desde fuera del piso.

En Leganés, apareció una carta de despedida a sus familiares de uno de los supuestos suicidas ... con una firma falsa. Siendo un marroquí que escribe (en árabe) una carta de despedida a sus familiares en Marruecos, resulta que aparece una firma ... en caracteres latinos.

Firma del permiso de residencia de Abdenabi Kounjaa

Firma de la supuesta carta de despedida, escrita en árabe, de
Kounjaa, dirigida a un familiar pero firmada a lo occidental

En Leganés, al hacer el desescombro del piso tras la explosión, aparecieron diversos libros coránicos ... milagrosamente intactos. Lo más chusco es que varios de esos libros coránicos son chiíes, cuando todos los ocupantes del piso eran sunitas. Es algo así como si un radical de creencias católicas tuviera como libro de cabecera una biblia luterana. Evidentemente, quien colocó esos libros en el piso no tenía ni repajolera idea de las distintas corrientes que hay en el Islam. O se creía impune.

La conclusión de esta cadena de despropósitos solo puede ser una: en el 11-M (y en Leganés) se destruyeron y manipularon pruebas a gran escala, para intentar vestir de yihadista algo que nunca lo fue.

(Fuente: http://joanfliz.blogspot.com.es/)

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