Palmira entierra las ambiciones de Erdogan
La
derrota del EI en Palmira ha supuesto una dura derrota para el EI, pero
también para todos aquellos que apostaron por este grupo terrorista
para implementar sus planes en Siria tendentes a dividir o controlar
dicho país.
Las sucesivas victorias
del Ejército sirio han llevado al EI a una posición de extrema debilidad
y a la certidumbre de que su aplastamiento definitivo está a unos meses
vista, tanto en Siria como en Iraq. El 27 de Marzo es, pues, un
capítulo glorioso de la historia de Siria y de oprobio y derrota para
sus enemigos.
Turquía es el país más
afectado por la derrota. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se
muestra tenso y nervioso ante las malas noticias sobre la derrota de sus
aliados del EI y ha afirmado en varios viajes al extranjero que las
negociaciones de Ginebra son “inútiles” mientras Rusia continúe ayudando
al Ejército sirio. Ankara se muestra también irritada por el hecho de
que el despliegue ruso del S-400 en Latakia haya acabado con el proyecto
turco de establecer una zona de exclusión aérea y una zona colchón en
el norte de Siria, como pasos previos a la reconstrucción del Imperio
Otomano -que abarque desde Iraq y Siria hasta el Magreb- que Erdogan
persigue en colaboración con sus aliados terroristas.
En
este sentido, los avances del Ejército sirio han supuesto el fin de los
sueños expansionistas de Erdogan y su entorno provocando la irritación
en un momento en que él está en vías de implantar una dictadura en la
propia Turquía e incrementa la persecución de los medios críticos, como
demuestra la reciente confiscación del diario opositor Zaman y las
amenazas contra Hürriyet, el otro gran periódico opositor.
Los
ataques rusos y el avance del Ejército sirio han cortado la mayor parte
de las rutas de abastecimiento de los grupos terroristas. Además, el
Ejército sirio parece prepararse ahora para la toma de Yisr al Shugur,
una estratégica ciudad situada en la provincia de Idleb, en el norte de
Siria, cuya captura en abril de 2015 por parte del llamado “Ejército de
la Conquista” fue posible gracias a la masiva ayuda turca.
La
toma de Yish al Shugur irá seguida por otras ofensivas sirias
destinadas a recuperar la totalidad de la provincia de Idleb. La toma de
más zonas en el norte cortará definitivamente el cordón umbilical que
une los grupos terroristas a Turquía y disminuirá o acabará con la
influencia de este país en relación a los acontecimientos que tienen
lugar en el campo de batalla en Siria.
En
este sentido, muchos analistas militares creen que tras la liberación
de Palmira, los feudos terroristas irán cayendo uno tras otro en rápida
sucesión y que el EI y el Frente al Nusra podrían quedar al borde de la
aniquilación en pocos meses.
La
victoria de Palmira muestra también la fragilidad y bancarrota de la
llamada “oposición armada” en Siria, que no lucha bajo la bandera de un
proyecto nacional sino sólo buscando el dinero y las ayudas del régimen
saudí, el turco y de varios países occidentales.
La
derrota militar del EI en Palmira supone, en realidad, no sólo una
derrota militar, sino también y sobre todo un duro golpe psicológico a
los grupos terroristas, cuya moral ha colapsado y que se hallan ahora en
una situación de pánico. Pronto veremos escenas similares a las de
Palmira en muchas otras batallas dirigidas a limpiar a Siria de grupos
terroristas y de la influencia de sus patrocinadores, comenzando por
Erdogan.
Fuente:http://spanish.almanar.com.lb/adetails.php?eid=123803&cid=49&fromval=1&frid=49&seccatid=67&s1=0
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