7 policías municipales son inculpados por violencia sexual, ejecución extrajudicial y tortura en Torreón
Por: Emma Martínez /
RevoluciónTRESPUNTOCERO).- Según información de la
Procuraduría General de Justicia de Coahuila, aportada a medios de
comunicación en 2013, tres personas que permanecían privadas de su
libertad fueron rescatadas por elementos policiacos quienes formaban
parte de la Operación Laguna, además se dio a conocer que detuvieron a
cuatro de los captores, quienes, se dijo, mantenían en su poder
armamento de alto poder, equipo táctico y aparatos de radiocomunicación.
A su vez, se agregó que localizaron la casa de seguridad donde se
encontraban las tres personas, gracias a que efectivos de la Policía de
Torreón detectaron a un sujeto armado que al ver a los policías
emprendió la huida y se refugió en una vivienda ubicada en la calle
Estroncio, en la colonia Sol de Oriente.
“Con el apoyo de fuerzas especiales del Ejército Mexicano, la Policía
Federal, y del Estado de Coahuila, se desarrolló un dispositivo de
seguridad, a fin de dar con el paradero del sospechoso”, versó el
comunicado.
Hechos totalmente contrarios a los que dio a conocer la madre de dos de las tres víctimas, por las cuales esta semana la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH),
emitió una recomendación en el caso, aceptando que existió el delito de
detención arbitraria, ejecución extrajudicial y tortura.
El 12 de febrero de 2013, siendo aproximadamente las 10:30 de la mañana,
una joven, su esposo y su hermano, fueron detenidos por personal de la
Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM), sin motivo, ni orden de
aprehensión alguna cuando abordaban una camioneta de su propiedad en la
ciudad de Torreón, Coahuila. La madre de la muchacha, que fue quien
interpuso la demanda, declaró que fueron “brutalmente golpeados” con
culatas de armas y trasladados a las oficinas de dicha Dirección, en
donde se les continuó golpeando. Se les despojó de veinte mil pesos,
ropa, alhajas y el vehículo en el que se transportaban, el cual condujo
personal del Ejército Mexicano.
Dio a conocer que su hija fue violada en distintas ocasiones, en
presencia de su esposo, por los agentes aprehensores, él fue víctima de
tortura, le desprendieron parte de la piel de las piernas, lo golpearon
con tablas y palos, le dieron toques eléctricos, además de ejercer otro
tipo de violencia, todo ello provocado por policías municipales y
elementos del Ejército Mexicano, lo que lo llevó a fallecer antes de ser
puesto a disposición ante la autoridad competente.
Después de esto, la joven y su hermano fueron puestos a disposición ante
la Agencia Federal de Investigación de la PGR e ingresados al Hospital
1, por las lesiones que presentaron. En las oficinas de la PGR, el MPF
los amenazó para que declararán que eran parte del grupo delictivo Los Zetas, porque si no lo hacían descuartizarían a su madre y a sus hijos.
Por lo que, se dijo, “se fabricó una declaración” para que ambos jóvenes
confesaran el delito de secuestro, sin presencia ni asesoramiento de un
defensor de oficio, para después obligarlos a firmarla.
En su respuesta a estos hechos, la DSPM respondió al requerimiento de
información de la Comisión Nacional, informando que policías municipales
“sí habían participado en los hechos”, sin embargo, negó que hubieran
ocurrido como dio a conocer la madre de los inculpados, además de negar
la participación de elementos militares.
La versión de las autoridades municipales, fue que el 12 de febrero de
2013, aproximadamente a las 19:15 horas, siete policías municipales, al
realizar su recorrido de vigilancia a bordo de las Unidades 1 y 2,
observaron a uno de los inculpados portando un arma larga de fuego,
quien al ver la presencia de la policía se “metió rápidamente al
domicilio”.
Aseguraron que a dos de los tres detenidos los encontraron portando
armas y al otro lo encontraron golpeando en distintas partes del cuerpo a
personas, que dijeron fueron privadas ilegalmente de la libertad,
quienes se encontraban amarrados de las manos con cintas y boca abajo en
el suelo, por lo que procedieron a liberarlos y revisar el inmueble,
encontrando más armamento ilegal almacenado.
Negaron haberlos golpeado y torturado y explicaron que fue en el
traslado que el hombre que falleció, “se empezó a quejar de mucho dolor y
posteriormente se desvaneció, por lo cual la unidad procedió a
trasladar a dicha persona al hospital a que recibiera atención médica,
nos avisaron que el detenido, al parecer había fallecido al momento de
ser trasladado al hospital, ya que no respondía ni respiraba y al
ingresarlo a la cruz roja confirmaron el deceso de dicha persona ”.
Sin embargo, visitadores adjuntos y peritos de la Comisión Nacional
realizaron diversas actuaciones de campo para recopilar testimonios y
documentos. Se solicitó información a la PGJ, a la Presidencia Municipal
de Torreón, Coahuila, DGDH- SEDENA, Comisión Nacional de Seguridad de
la Secretaría de Gobernación, SDH-PGR, al Juzgado Primero de Distrito en
Torreón Coahuila, a la Cruz Roja Mexicana, a la Secretaría General de
Gobierno del Estado de Coahuila, a la Secretaría de Salud del Distrito
Federal y a la Dirección General del Corporativo Torre Médica, lo que
llevó a la recomendación emitida por el órgano de Derechos Humanos.
Cabe señalar que la Comisión Nacional el 18 de junio de 2013, recibió un documento mediante el cual la SEDENA negó
los hechos de la queja, argumentando que, en dicha fecha, el Ejército
Mexicano no realizó operativos que hayan culminado con la detención de
las víctimas.
“El norte del país es uno de los principales focos rojos de las torturas
por parte de las fuerzas armadas, que se dan bajo la protección de las
autoridades encargadas de no permitir los hechos y de suceder, darles
pronta justicia.
El caso de los jóvenes inculpados, no es el primero, tampoco será el
último lamentablemente, porque finalmente, ellos mismos son los que
se deben juzgar y no lo harán bajo castigo. Aún cuando se detuvieron a
estos policías, el daño ya está hecho, se debe dar ayuda a las personas
afectadas y una indemnización, además de una disculpa pública, para
garantizar la no repetición de los hechos”, comenta aRevoluciónTRESPUNTOCERO el activista Timoteo Herrera.
Quien agrega, que la aceptación de la recomendación de la CNDH debe
garantizar justicia, y no solamente haber detenido a los policías para
‘guardas las apariencias’, cuando de antemano existen pruebas que dan
cuenta de lo sucedido.
“Dentro de las evidencias del modus operandi de las corporaciones
policiacas, están las poco más de 280 denuncias que ha atraído la
Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Coahuila (CDHEC), todas
éstas por tortura, lo que sigue es darle seguimiento puntual, emitir
recomendaciones y darle seguimiento a esas mismas hasta que se dé
justicia y resarcimiento de daños”, señala Herrera.
Dichas recomendaciones, han sido generadas de 1997 a 2015, las
cuales provienen de todo el estado. El CDHEC, asegura que “aun cuando la
tortura no se pueda tipificar, no significa que no sea una violación a
los derechos humanos, por lo que también se investiga”, sin embargo los
casos siguen sin solución alguna.
Actualmente
los siete policías municipales de Torreón, ya han sido señalados como
responsables de los daños en contra de las tres personas. La CNDH ha
pedido al Ayuntamiento de la localidad se repare los daños y colabore
con el seguimiento del procedimiento penal en contra de quienes resulten
responsables por los delitos.
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