LA HUMANIDAD PODRÍA SUFRIR ATAQUES DE NUEVOS VIRUS PRODUCIDOS EN LABORATORIOS IMPERIALES
TRIBUNAL DIGNIDAD, SOBERANÍA, PAZ CONTRA LA GUERRA/COMITÉ INDEPENDENCIA Y SOBERANÍA PARA AMÉRICA LATINA (CISPAL)
CEPRID
Los
virus han existido siempre, tanto como los mosquitos transmisores que
han inoculado enfermedades diversas y provocado la muerte de millones de
personas a lo largo de la historia. La ciencia ha permitido encontrar
vacunas contra muchos virus, pero muy poco puede hacer si aparecen
nuevos virus mutantes, reproducidos en laboratorios especializados en
incrementar los arsenales imperiales de la guerra bacteriológica. Los
virus de laboratorio son poderosos portadores de muerte porque son
resistentes a todo tipo de vacunas y medicinas y, además, en poco tiempo
pueden infectar a millones de seres humanos en todo el planeta, como ha
ocurrido con el zika, transmitido por el mosquito aedes aegypti que,
además, es portador del dengue, dengue hemorrágico y chikungunya.
No
es especulación ni un capítulo de ciencia-ficción, afirmar que Estados
Unidos gasta millones y millones de dólares al año, en laboratorios
secretos que mantiene dentro de su propio territorio, y en muchos países
en los cinco continentes, muy a pesar de la vigencia de la prohibición
de mantener y producir armas de destrucción masiva como son las que
existen para el desarrollo y ejecución de la guerra
químico-bacteriológica. Jamás Estados Unidos se ha sometido al Derecho
Internacional y siempre ha hecho caso omiso de tratados y convenios que,
de alguna manera, podrían afectar sus intereses geopolíticos de
dominación mundial y, para ese efecto, las armas químico bacteriológicas
se desarrollan con asombrosa rapidez en los biolaboratorios yanquis.
No
es nuevo el procedimiento secreto de los “científicos” yanquis en
América Latina. Hace 60 años, más 1.500 ciudadanos guatemaltecos fueron
inoculados, sin ellos saberlo, de sífilis, gonorrea y otras enfermedades
de transmisión sexual como parte de unos experimentos médicos
realizados en Guatemala que fueron patrocinados por el gobierno de
Estados Unidos. Se conoce que por lo menos 83 personas murieron en aras
de ese experimento. Obama sólo pidió disculpas.
En
el Ecuador se firmó un “convenio de amistad”, por 20 años, -redactado en
inglés-, entre la petrolera estadounidense Maxus y el pueblo originario
Waorani ubicado en la Amazonía, y que había permanecido aislado de la
“civilización occidental”. La Maxus, con ese convenio, consiguió entrada
libre en ese territorio ancestral para explotar campos petroleros.
Hombres,
mujeres y ancianos waorani cayeron en las garras de la petrolera.
Comenzó un calvario para los waorani a los que engañaron con baratijas,
incluso para extraerles sangre, para luego venderla por lo menos a ocho
organismos internacionales, para que efectuaran estudios del ADN y otros
experimentos que les permita ampliar el negocio de la biopiratería.
La
Defensoría del Pueblo de Ecuador denunció la extracción de muestras de
ADN del pueblo indígena waorani sin su consentimiento, y su supuesta
venta por parte de una entidad estadounidense lo que conlleva a
configurar una serie de delitos cometidos en contra de esa nacionalidad
que comienza con la extracción e ilegal uso de material genético de los
waorani, un pueblo amazónico compuesto por unos 3 000 miembros, según la
Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie). El
Instituto Lingüístico de Verano que patrocinaba este tipo de piratería
fue expulsado del Ecuador por el Presidente Jaime Roldó Aguilera, muerto
en un accidente de aviación posiblemente provocado por la CIA, según
múltiples denuncias.
En Perú, la Unidad Naval de
Investigación Médica tiene un laboratorio instalado en Lima, bajo el
nombre clase NAMRU-6 del que se dice que es la principal fuente de
investigación de enfermedades infecciosas en la región de América Latina
para servicio de la Marina de Guerra de los Estados Unidos.
“La
Unidad de Investigación Médica Naval Seis (NAMRU-6) es un laboratorio
de investigación biomédica de la Marina de Estados Unidos situada en
Lima , Perú . Es el único comando militar de Estados Unidos situada en
América del Sur. Su misión es identificar enfermedades infecciosas
amenazas de importancia para la salud pública y militar y para
desarrollar y evaluar las intervenciones y productos para mitigar esos
riesgos.
NAMRU-6 consta de 143,182 pies cuadrados
(13,302.0 m2) de laboratorios y oficinas en Lima; 5000 pies cuadrados de
espacio de laboratorio en Iquitos, Perú y 2000 pies cuadrados de
espacio de laboratorio en Puerto Maldonado, Perú. La instalación incluye
Lima Bioseguridad Nivel instalaciones 3 (BSL-3), mientras que los otros
dos laboratorios son solo nivel de bioseguridad 2 nominal. La
instalación de Lima también contiene un vivero para la investigación
animal que es Asociación para la Evaluación y Acreditación de
Laboratorio Animal Care International (AAALAC) certificada”, según un
texto de wilpipedia.
Ninguna duda cabe de la
peligrosidad de esos laboratorios, no sólo para los pueblos de los
países en donde están instalados, sino para toda la humanidad. Es una
criticable política de los gobiernos de Estados Unidos de ocultar los
constantes accidentes que ocurren en sus biolaboratorios, en apariencia
dedicados a la investigación de enfermedades infecciosas.
“Literalmente,
cientos de incidentes relacionados con virus, bacterias y toxinas, que
constituyen importantes riesgos para las personas y la agricultura
fueron notificados a los reguladores federales de EEUU desde 2008 hasta
2014.
Más de la mitad de los más de 1.100 incidentes
fueron lo suficientemente graves como que los trabajadores del
laboratorio se vieran obligados a pasar revisiones médicas o incluso
tratamiento.
Y en cinco de los incidentes, los
reguladores confirmaron que los trabajadores de los laboratorios
llegaron a infectarse o enfermar, aunque todos acabaron recuperándose.
En
otros dos incidentes, varios animales fueron inadvertidamente
infectados con enfermedades contagiosas que habrían planteado una seria
amenaza para la industria ganadera si se hubieran propagado.
Sin
embargo, y a pesar de que un informe al respecto ha sido filtrado al
periódico USA Today, los nombres de los laboratorios que han cometido
dichos errores o han sufrido accidentes se mantienen en secreto debido a
las leyes federales norteamericanas sobre bioterrorismo.
Los
incidentes han sido objeto de escrutinio por parte del Congreso de EEUU
a raíz de una serie de errores de alto perfil acaecidos en algunos de
los más prestigiosos laboratorios gubernamentales.
Se
han producido accidentes que involucran ántrax, la gripe aviar y el
virus de la viruela. Por ejemplo, los investigadores de los CDC (Centros
de Control de Enfermedades de EEUU) descubrieron que un científico de
laboratorio había actuado de forma descuidada, al contaminar una muestra
de gripe aviar leve con una cepa más mortífera del mismo virus,
enviando inadvertidamente dichas muestras contaminadas a otros
laboratorios para que trabajaran con ellas.
Otros
científicos e investigadores de los CDC podrían haber expuesto a decenas
de miembros del personal al ántrax debido a errores cometidos en los
laboratorios. Los Institutos Nacionales de Salud, advertían que virus
mortales de viruela que llevaban mucho tiempo olvidados y extraviados,
fueron hallados en una cámara frigorífica, en la cual no deberían estar.
Más
de 200 incidentes son reportados cada año, como informa USA Today,
citando los informes reportados por los CDC, “este tipo de accidentes
ocurren regularmente en los más de 1.000 laboratorios operados por las
324 organizaciones gubernamentales, universidades y organizaciones
privadas por todos los EEUU”.
“Más de 200 incidentes
de pérdida o liberación de agentes de armas biológicas se reportan cada
año en los laboratorios de EE.UU. Resumiendo: hay más de cuatro por
semana” afirma Richard Ebright, experto en seguridad biotecnológica en
la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey, que testificó ante el
Congreso de EEUU en una audiencia centrada en los errores de laboratorio
de los Centros de Control de Enfermedades.
Hablamos
del mismo organismo, el CDC, que actualmente está ocultando datos, con
la colaboración de los grandes medios de comunicación, sobre informes
científicos fraudulentos relativos al efecto tóxico de las vacunas sobre
los niños. Y aunque eso parezca que solo sucede en los lejanos EEUU, en
realidad está sucediendo en todo el mundo occidental. ¿En manos de
quién está la salud de los ciudadanos?
fuente: http://www.naturalnews.com/046612_government_labs_infectious_disease_secrecy.html# el robot pescador etiqueta_00000
Sobre
otro accidente, el Pentágono confirmó que militares estadounidenses
enviaron por error muestras de bacteria viva de ántrax, un bacilo que
puede ser mortal, a laboratorios de nueve Estados dentro del país y a
una base militar estadounidense en Corea del Sur, informó el Pentágono.
Esas
muestras, que en principio debían contener ántrax muerto o inactivo,
fueron enviadas entre marzo de 2014 y marzo de 2015 a laboratorios en
Maryland, Texas, Wisconsin, Delaware, Nueva Jersey, Tennessee, Nueva
York, California y Virginia, además de a Corea del Sur.
En Corea del Sur, hasta 22 militares pudieron haber sido expuestos al bacilo que provoca la enfermedad del carbón (ántrax).
En
tanto, en Estados Unidos cuatro empleados de empresas diferentes "que
trabajaron con el bacilo activo" recibieron un tratamiento preventivo
por precaución.
La República Socialista de Cuba ha
sido blanco de experimentos de agresiones bacteriológicas de Estados
Unidos. Marieta Cabrera en la Revista Bohemia informaba que en el año
1983, el científico cubano Gustavo Kourí asistía como invitado a un
congreso de medicina tropical realizado en Calgary, Canadá, donde
ofrecería datos sobre la epidemia de dengue hemorrágico ocurrida en Cuba
en 1981, la cual ocasionó 158 fallecidos, de ellos 101 niños.
Entre
los participantes en la cita estaba también la doctora en Ciencias,
Guadalupe Guzmán. Ella contó que en una ocasión en que ambos presentaron
sus trabajos acerca del dengue, el profesor Kourí leyó una declaración
en la que denunciaba públicamente que ese virus había sido introducido
en Cuba, de forma deliberada, por Estados Unidos.
“Era
un escrito breve, pero de mucha fuerza”, relató la investigadora, y
agregó: “Se hizo un gran silencio; todos quedaron impactados. Después
hubo aplausos, y algunos se levantaron de sus asientos y se fueron”.
Unos
años después de esa revelación, en 1995, científicos cubanos mostraron
evidencias sobre la similitud de la cepa circulante en 1981 en Cuba, con
la primera de dengue 2 aislada en el mundo, conocida como de referencia
o prototipo. En agosto de 2014 –tres décadas después de la declaración
del profesor Kourí–, la revista Archives of Virology, órgano oficial de
la sección de Virología de la Unión Internacional de Sociedades
Microbiológicas, incluyó en sus páginas el artículo titulado Primera
epidemia de dengue hemorrágico en las Américas, 1981: nuevos
conocimientos sobre el agente causal. Su autora principal es la doctora
en Ciencias Rosmari Rodríguez Roche, investigadora del Instituto de
Medicina Tropical Pedro Kouri (IPK), galardonada por ese resultado con
el Gran Premio en el Concurso Anual de Salud 2015.
El
estudio ofrece evidencias científicas irrefutables que corroboran la
acusación hecha por Cuba. La doctora Rosmari Rodríguez señala: “En la
década de los años 90, el IPK, en colaboración con instituciones afines
de otros países, realizó estudios para caracterizar la cepa causante de
la epidemia de dengue hemorrágico de 1981. Esas investigaciones
permitieron obtener la secuencia de unos 300 pares de bases, de los casi
11 mil que tiene el genoma viral completo, con la utilización de
metodologías de secuenciación manual y herramientas bioinformáticas muy
simples, las cuales eran las que estaban disponibles entonces.
“Sin
embargo, este pequeño fragmento resultó suficientemente informativo
para demostrar que la cepa causante de la epidemia de 1981 tenía gran
similitud con la de laboratorio Nueva Guinea C, aislada en 1944 (primera
vez que se aisló el dengue 2 en el mundo)”, explica la doctora Rosmari
Rodríguez. Recuerda la científica que este hallazgo fue muy
controvertido tanto por la semejanza de la cepa cubana con aquellas
antiguas del sudeste asiático, como por los limitados datos de secuencia
disponibles. Quienes lo impugnaron atribuían el resultado a una
contaminación ocurrida en el laboratorio durante el procesamiento de las
muestras.
“La Nueva Guinea C del 44 es la cepa
prototipo de dengue 2, y existe en casi todas las instituciones donde se
trabaja en la temática de dengue. Teniendo en cuenta que los sistemas
de amplificación y secuenciación del genoma son muy sensibles, ellos
alegaron que debió ocurrir la amplificación de un virus no deseado como
consecuencia de la inadecuada manipulación de los aislamientos virales”,
detalla la experta.
“Además, como los virus mutan
–acumulan cambios en su genoma año tras año durante el proceso de
replicación en humanos y mosquitos, con una frecuencia conocida–,
estudiosos de la evolución dijeron que si el virus circulante en Cuba en
1981 se parecía tanto al aislado en 1944, es decir, tenía muy pocas
mutaciones, se trataba entonces de una contaminación con la cepa de
laboratorio.
“Plantearon que durante la circulación
de esta cepa en la naturaleza, por un período de casi 40 años, debía
esperarse que se acumulara un número importante de mutaciones. Por tanto
la de 1981 debía tener diferencias notables con respecto a la de 1944”.
Para
demostrar que no se trataba de una contaminación de laboratorio era
preciso secuenciar el genoma completo de cepas virales colectadas en
diferentes momentos de la epidemia. Y eso fue lo que hizo Rosmari
Rodríguez, quien se había preparado para la ocasión durante años. Así se
demostró científicamente que el dengue introducido en Cuba, provenía de
laboratorios para la guerra bacteriológica que mantiene Estados Unidos
en su propio país y en muchos países del, mundo.
Cuba
también ha sido víctima de la introducción del virus que provoca la
fiebre porcina, la gripe aviar y también se atacaron las plantaciones de
tabaco introduciendo el virus que causa el moho del tabaco.
El
experto en temas bacteriológicos y biolaboratorios Henry Kamens, en un
estudio con una nota introductoria de Gordon Duff, Editor de Veteranos
Hoy, sostiene que existe un biolaboratorio de Estados Unidos, que
desarrolla armas bioquímicas. Está situado en un pueblo llamado
Aleexeevka, cercano a Tbilisi, capital de la ex república soviética de
Georgia en el que las condiciones de experimentos con virus, empora día a
día.
Ese laboratorio bioquímico fue construido en
el 2011ª un costo superior a los cien millones de dólares. Fue
inaugurado en una ceremonia a la que asistieron el presidente de Georgia
Mikhail Saakashvili y el Embajador de Estados Unidos.
Kamens
afirma que en la actualidad la gente se está enfermando con gripe
porcina y Zika en todo el mundo, con Ébola que en cualquier momento
puede desencadenar otro brote. Estas enfermedades como el dengue se
producen de forma natural, pero los virus agresivos que se producen por
miles de millones en biolaboratorios, son diferentes para ser utilizados
junto con el cultivo habitual de las enfermedades, los virus mutantes
que son recursos bacterianos para ocasionar brotes como ántrax o la
viruela, y cargas de gas venenoso.
Al referirse al
laboratorio bioquímico instalado en Georgia dice que se trata de una
instalación de la guerra bioquímica camuflada bajo el genérico de
"investigación médica". Afirma que el de Tbilisi, es casi exactamente lo
mismo que una planta de producción de guerra bioquímica de plena
ejecución. Todo lo que se requiere es el uso de una parte de un centro
de investigación para este fin, tal vez unos pocos laboratorios secretos
y subterránea o instalaciones de una dependencia de producción que son
fáciles de ocultar. La forma de distinguir una de la otra es mediante el
examen de los planes, los protocolos de seguridad y el presupuesto. Las
instalaciones y los especialistas que trabajan en este biolaboratorio
indican con claridad que el objetivo no es un organismo de
investigación, sino de fabricación ilegal al tener instalaciones y
talleres subterráneos, propios para el desarrollo de armas
químico-bacteriológicas.
Lo que tenemos en Tbilisi.
Sostiene Kamens, es un laboratorio bioquímico y alberga una red de
laboratorios secretos y áreas cerradas y está protegido por un sistema
de alta seguridad dirigido por la policía secreta de Estados Unidos y
Georgia que trabaja juntos. Este laboratorio de investigaciones
bioquímicas para la guerra bacteriológica, tiene un presupuesto anual
superior a los 30 millones de dólares.
“Entonces
tenemos su historia, el perfil de los empleados enfermos y los brotes
ocurridos sobre "enfermedades investigadas", como las bacterias que las
causan y que en realidad son " armas bacteriológicas" diseminadas en
toda la región, dice Krames.
Expresa que tiene la
historia y desarrollo de los servicios de seguridad turcos y ucranianos,
los que confirman la existencia de laboratorios secretos escondidos
bajo servicios de ADM "cash and carry", pero en realidad sirven a los
terroristas del Estado Islámico, al Frente Al-Nusra y al gobierno turco
para cometer agresiones contra Siria e Irak. Se han producido ataques
con gas venenoso en Siria; se ha desatado la gripe H1N1 en Rusia,
Ucrania y Georgia, con virus que, con seguridad, provienen del Centro de
Investigación Biológica manejado por la empresa Bechtel, la misma que
mantiene estrechas relaciones con el gobierno estadounidense. Recuérdese
que el ex director de Bechtel fue George Schultz, que dirigió el
Departamento de Estado de Estados Unidos. Es la misma empresa que vendió
gas venenoso a Turquía para que atacara a los kurdos.
Algunas
cosas se explican mejor por la apertura de nuevos expedientes. El hecho
es que existen los laboratorios bioquímicos que han sido ocultados
intensamente durante varios años, como se señalan en las publicaciones
en línea: Nueva Oriental de Outlook (NEO) y Veteranos Hoy (VERMONT).
Cada vez que la Embajada de Estados Unidos, como es su costumbre, niega
estas realidades, así mismo lo hace el gobierno de Georgia, pero por
cada negativa surgen otras revelaciones que arrojan aún más dudas sobre
lo que este laboratorio está haciendo y por qué.
Jeffrey
Silverman, el Jefe de la Oficina Veterans Today en Tbilisi, que obtuvo
una carpeta de documentos de la empresa Bechtel, olvidada pro uno de sus
empleados en un burdel, revela los verdaderos objetivos de los
laboratorio instalado en Alexeevka que no son otros que el producir
microorganismo para la guerra bacteriológica. Concedió una entrevista a
la prensa georgiana en la que informó que en este laboratorio financiado
por Estados Unidos, habían sido envenenados y hospitalizados varios
trabajadores. Esto ha sido confirmado por otros, entre ellos el ex
ministro del Interior de Georgia, Valeri Khaburdzania. En otra
entrevista también se confirmó a la prensa que uno de los agentes
biológicos presentes en el laboratorio, es la cepa de la gripe H1N1, y
al menos tres personas han muerto por esta causa en Georgia y que por
los menos existen 9.000 infectados, según cifras oficiales, esa cantidad
sigue creciendo. El periodista Jeffrey Silverman fue secuestrado y
torturado por empleados de la Embajada de Estados Unidos y de la unidad
de contrainteligencia de Georgia.
El H1N1 es un
virus nuevo sobre el que la mayoría de la gente tenía poca o ninguna
inmunidad a ella, dándole potencial pandémico. Sabemos por la historia
que las pandemias de influenza que pueden matar a millones de personas,
ya que no existe una vacuna eficaz para las nuevas cepas pandémicas . De
acuerdo con el Centro Nacional para el Control de Enfermedades (CNDC)
acerca de la propagación del virus en Georgia, aún no ha alcanzado el
nivel de una epidemia, pero si ha habido un significativo número de
muertos. También se han reportado casos de contagio en Armenia.
Amiran
Gamkrelidze, jefe de la CNDC, suele negar la verosimilitud de la
denuncia, pero dijo: "Durante los últimos tres años, el número de
personas infectadas por el virus ha aumentado, [pero] dentro de límites
razonables." Sin embargo, también añadió que el número de personas
infectadas ha aumentado en cantidades de 250 a 332 por cada 10.000
habitantes. Informó que más personas y, en especial los niños, están
siendo hospitalizados.
Además de las tres muertes
por H1N1, otras personas han muerto de H3N2, otro agente viral presente
en el laboratorio. Pero de acuerdo con Gamkrelidze, no hay nada para
preocuparse, no hay necesidad de entrar en pánico y "ahora que es enero,
todo el mundo tiene la gripe y tenemos que cuidar de nosotros mismos y
obtener a pesar de esta situación con un mínimo de pérdidas." ¿En serio?
Es
preocupante el incremento de laboratorios para la producción de virus
para la guerra bacteriológica. En Rusia se considera que deberíamos
prepararnos para un apocalipsis inminente en la zona europea, en donde
supuestamente se producirá -como resultado de los trabajos del Ejército
de los Estados Unidos empeñado en la contratación con 17 empresas,
incluyendo grandes corporaciones, a fin de gastar $ 900 millones de
dólares en apoyo logístico y de servicio para producir armas biológicas y
químicas a ser usados en sus proyectos de guerra .
Todos
estos proyectos se localizan en las fronteras de Rusia, Ucrania y
Georgia, como tantas bases militares y sistemas de misiles instalados, a
pesar de la existencia de vastas zonas del planeta donde el Occidente
puede hacer lo que le gusta. Esto no es una coincidencia, puesto que se
podría estar viendo las consecuencias de los proyectos bélicos
imperiales. Del mismo modo, las enfermedades relacionadas con los
agentes biológicos usados en armas químicas, tales como gas sarín, no
surgen por usos de la población general, o por ser liberado a la
población por casualidad. El gas no se expande sólo por accidente, dada
la seguridad que rodea a los "centros de investigación", sino por la
actuación de manos criminales que se sabe ya en donde están.
Los
datos sobre ensayos con virus fueron obtenidos por la Revista Veterans
Today a partir del año 2011 y luego revelados por Russia Today en 2012 y
2013. Jeffrey Silverman ha sido responsable de la mayor parte de las
revelaciones, que están respaldadas por documentos oficiales de la
empresa Bechtel.
Silverman también fue atacado por
un "periodista" estadounidense que trabajó para Saakashvili, que como
ese presidente, tiene conexiones Bechtel, que, además mantiene un
laboratorio de Richard E. Lugar en Tbilisi por lo que ese laboratorio
podría ser es el posible origen del patógeno viral que ahora está
matando a la gente en el Cáucaso del Sur, Ucrania y la Federación rusa.
Kamens
afirma que existen vínculos entre esta instalación y los servicios de
inteligencia de Georgia, y que estos servicios trabajan directamente con
los grupos estadounidenses que respaldan al régimen de Kiev y que, como
se ha probado, han dotado de moderno armamento de todo tipo a los
terroristas de Al-Nusra e ISIS, con la justificación pueril de que
armaron a esos grupos “accidentalmente”.
Richard E.
Lugar tiene estrechos vínculos con el Hospital Militar de Estados Unidos
Walter Red que no es sólo una institución médica, sino que además tiene
un famoso perfil de investigaciones militares y que desarrolla
proyectos de armas biológicas en Fort Dix de la Universidad de Maryland.
En esas investigaciones, Estados Unidos ya pagó 300 millones de dólares
correspondientes al presupuesto de programas militares del Pentágono.
En ese laboratorio también opera la empresa Bechtel.
“También
sospechamos, dice Silverman, que lo que ocurre en Georgia ahora es
parte de un patrón regional, establecido a través de los intentos de
Estados Unidos para realizar ataques químicos e inculpar a Siria de
Bashar al Assad. Lo que está sucediendo ahora es consistente con otras
operaciones de la CIA que se remonta a por lo menos la década de 1950,
en la que ejecutó la Operación Paperclip, con la que EE.UU. importó
científicos nazis y japoneses para desarrollar enfermedades con cultivos
de laboratorio y otros patógenos que fueron lanzados posteriormente en
Rusia y Cuba.
Creemos que, después de haber llevado a
cabo su "investigación preliminar" por el tratamiento de la población
de Georgia como conejillos de indias, sin su conocimiento, los EE.UU.
está a punto de usar el laboratorio de Tibilisi para montar un producto
químico letal o la liberación biológica, que cubre una amplia zona, que
será de tal importancia que proporcionará a los EE.UU. suficiente excusa
para salir de Siria y Turquía. Las consecuencias pueden ser graves,
así, para la salud, las relaciones internacionales, el comercio, y
muchas otras cosas. Pero los EE.UU. sólo se preocupan por ser atrapado,
no es lo que hace a la gente, y eso no va a cambiar a menos que lo
hagamos, declara Silverman.
Estados Unidos
desarrolla diversos proyectos en biolaboratorios desperdigados por todo
el mundo para potencias los virus existentes o crear otros en base a
mutaciones genéticas o para obtener nuevos. Ya se demostró que Estados
Unidos “sembró” el mosquito aedes aegypti que, además, es portador del
dengue, dengue hemorrágico, chikungunya y el actual zika.
VIRUS DEL ZIKA ¿ES UN MOSQUITO MODIFICADO GENÉTICAMENTE EL CAUSANTE DE LA EPIDEMIA?
En
RT se sostiene que los críticos de Oxitec, la empresa británica que
modificó genéticamente al mosquito aedeses aegypti, hacen énfasis en que
la zona en la que fueron liberados en 2012 ese tipo de mosquitos es la
misma donde se inició la propagación del virus. Josue Decavele en
Reuters afirmaba que la dramática propagación del virus del Zika que
mantiene en vilo a todo el mundo, especialmente a las mujeres, debido a
los posibles daños que ocasiona en el feto durante el embarazo, podría
haber sido causada por la presencia -en Brasil- de mosquitos modificados
genéticamente (MMG).
Mientras expertos
internacionales en salud han sido convocados a Ginebra para discutir el
estallido y las posibles curas del virus zika, surgen preguntas sobre si
los MMG estarían detrás de una epidemia que en Colombia ya ha
contagiado a 20.000 personas.
A mediados de 2012, la
compañía de biotecnología británica Oxitec liberó insectos modificados
con el objetivo de reducir la población general del mosquito que propaga
el dengue, el virus zika y el chikungunya en el noreste de Brasil.
En
aquel momento surgieron preocupaciones sobre la liberación de estos
mosquitos modificados genéticamente sin haber realizado más estudios
sobre posibles efectos secundarios.
"Es un enfoque
muy experimental que aún no ha tenido éxito y puede causar más daño que
bien", advirtió en 2012 la doctora Helen Wallace, directora del
instituto GeneWatch, en declaraciones a 'The Guardian'.
Los
primeros casos de Zika en humanos fueron documentados en Brasil el
pasado mes de mayo, estimando que a día de hoy 1,5 millones de personas
estarían infectadas.
Los críticos de Oxitec
recuerdan que la zona en la que fueron liberados los MMG es la misma
donde se inició la propagación del virus. Un bloguero de Reddit incluso
publicó un par de mapas en los que se ve claramente esta coincidencia.
Silvia
Ribeiro, Investigadora del Grupo ETC escribía en La Jornada de México
sobre el negocio del zika y los mosquitos transgénicos. La investigadora
sostiene que loos datos en los que se basa la declaración de emergencia
internacional por el virus zika son sorprendentes. No por los riesgos
que la expansión que este virus implicaría, sino por la falta de
evidencias para motivar tan grandilocuente declaración por parte de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) ante una enfermedad leve, con muy
escasos indicios de conexión con dolencias más serias y sin pruebas
científicas de ello. Para suplir estas ausencias, agrega que como el
vector de la enfermedad –el mosquito Aedes aegypti– es también vector de
dengue y chikungunya, se está atacando las tres.
Este
contexto alarmista, enfocado en aspectos singulares –el ataque al
vector, aislado de sus causas– favorece enfoques estrechos, erróneos e
incluso peligrosos. Por ejemplo, la empresa Oxitec, que ha hecho
controvertidos experimentos con mosquitos transgénicos, los promueve
ahora como solución (en realidad como negocio) ante la expansión de
zika, obviamente sin mencionar los riesgos que conlleva y que los
mosquitos transgénicos podrían incluso empeorar la situación.
Oxitec
ya realizó experimentos de liberación de mosquitos transgénicos en
Islas Caymán, Malasia, Panamá y Brasil. Intentó hacerlo en Europa, que
no lo permitió por razones de bioseguridad y estudios de impacto
deficientes. Encontró regulaciones flexibles en Brasil, donde ha hecho
experimentos en el noreste, aunque no pudo conseguir la autorización de
Anvisa, autoridad sanitaria de ese país. Su técnica es producir Aedes
aegypti transgénicos manipulados con un gen letal condicional, que no se
expresa si se aplica el antibiótico tetraciclina, lo cual hacen durante
la cría. Luego los liberan para cruzarse con mosquitos silvestres, que
si no encuentran el antibiótico, producirían descendencia estéril.
Oxitec
reporta una reducción de 80-90 por ciento de la población de mosquitos
en las zonas de experimento. Pero según documentados informes de Edward
Hammond, Red del Tercer Mundo y de GeneWatch, la realidad es muy
distinta.
En un informe de 2015, GeneWatch explica
que la disminución de mosquitos no está probada, porque los mosquitos
silvestres se pueden haber sencillamente trasladado a zonas aledañas.
Los resultados de Islas Caymán sugieren que la técnica es muy ineficaz,
ya que usaron 2.8 millones de mosquitos por semana para combatir una
población silvestre de 20 mil mosquitos y de todas maneras, aunque
informaron una baja en la zona de liberación, hubo un aumento de la
población de mosquitos en zonas vecinas. Pero además, aunque
provisoriamente bajara la cantidad de mosquitos, no existe evidencia, en
ninguna parte del mundo, de que los mosquitos transgénicos hayan
reducido la incidencia de dengue ni otras enfermedades.
Por
el contrario, una de las preocupaciones sobre los impactos de los
mosquitos transgénicos, particularmente en zonas endémicas, es que la
disminución temporal, pueda bajar la resistencia cruzada a varios
serotipos del dengue que existe en esas poblaciones, favoreciendo el
avance de formas más agresivas como dengue hemorrágico. Además, el
desplazamiento de Aedes aegypti puede favorecer la expansión de
trasmisores rivales, en el caso del dengue, del Aedes albopictus, que es
más difícil de erradicar.
GeneWatch nombra también
que Oxitec no ha presentado pruebas de que la proteína que expresan los
mosquitos transgénicos, llamada tTA, no tenga efectos alergénicos o
tóxicos en animales o humanos, pese a que ya se ha observado toxicidad y
neurotoxicidad en ratones.
Desde 2015 Oxitec pasó a
ser propiedad de Intrexon, empresa de biología sintética estadunidense,
por lo que podría estar considerando el uso de tecnologías de biología
sintética con mosquitos, más riesgosas, como el uso de conductores
genéticos (gene drives) que podrían modificar toda una población de
mosquitos en una o dos generaciones. Las consecuencias de modificar toda
una especie tendría implicaciones imprevisibles, incluyendo impactos
potenciales serios en el ecosistema y mutaciones en los agentes de las
enfermedades. Ya existen experimentos confinados de modificación de
insectos con esta técnica en universidades de Estados Unidos, lo que
motivó una alerta de científicos sobre los altos riesgos de esta
tecnología, incluso su potencial uso como arma biológica. (The
Independent, 2/8/15) Sin embargo, en términos de la emergencia por el
zika, aumentan la propaganda y presiones para usar esta tecnología.
Son
remiendos técnicos estrechos, concebidos más como negocio que para
enfrentar realmente los problemas. Además de los impactos que conllevan,
desvían la consideración de las causas y atrasan su atención real.
Según
datos oficiales al 2/2/16, se han confirmado 404 casos de microcefalia
en Brasil. Solamente 17 tenían el virus zika. Es apenas 4.2 por ciento
de los casos confirmados y sólo muestra que el virus estaba presente, no
que fuera causante de microcefalia, anomalía que tiene un amplio
espectro de causas posibles, como exposición durante el embarazo a
tóxicos, desnutrición y otras infecciones, todos factores de alta
incidencia entre la población pobre del noreste, donde están 98 por
ciento de los casos referidos.
La Asociación
Brasileña de Salud Colectiva publicó una excelente nota técnica y carta
abierta al pueblo, notando que el aumento de microcefalia se puede deber
al uso de insecticidas y larvicidas que se colocan en el agua potable
(¡!), cuya concentración aumentó en el noreste en el periodo en
cuestión, debido al racionamiento de agua por sequías inesperadamente
más intensas que lo normal. Exigen una consideración amplia de las
causas de microcefalia, en una estrategia decidida con la gente, desde
sus condiciones, que al contrario de esos enfoques técnicos de alto
riesgo, es la única forma efectiva de enfrentar las epidemias.
Como
se ve, en el caso del Zika, la empresa Oxitec del Reino Unido, ha
modificado genéticamente al mosquito aedes aegypti portador del virus.
Ahora vuelan por miles de miles de millones por todo el mundo para
inocular el virusa del sika, del dengue, dengue hemorrágico y
chikungunya, en unos casos para satisfacer las exigencias del inmoral e
indecente negocio que les permite incrementar sus ganancias en miles de
millones de dólares, sin que les importe las vidas humanas, y en otros,
como la empresa Bechtel con biolaboratorios en Georgia y en otras partes
del mundo, incluidos los Estados Unidos, que obtiene fabulosas
ganancias para incrementar el arsenal de la guerra
químico-bacteriológica que ya ha sido ilegal e ilegítimamente utilizado
en Medio Oriente o para lograr nuevos productos químico-bacteriológicos
para ser usados contra Rusia y sus aliados.
Nadie
puede olvidarse, ni por un instante, que Estados Unidos es el peor
enemigo de la humanidad, porque los seres humanos nada importan al
imperio, si de por medio está la satisfacción de sus objeticos de
dominación mundial.
Correo electrónico: tribunalpazecuador@yahoo.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario