Javier Duarte: los suegros también corren
Mussio Cárdenas Arellano/ Informe Rojo
Quien
nada debe nada teme, y yo no debo nada”, pregona Tony Macías, el suegro
incómodo, a su lado Yazmín Tubilla, la suegra de Javier Duarte. Pero se
amparan.
Tentados
a la fuga, a evadir el escándalo y la ley, los suegros no pudieron
volar. Los cercó la PGR. Les deslizó una “orden de alerta migratoria”
que les impide abandonar México.
Huye
Javier Duarte pero no su gente. O no todos. No alcanzan a irse. Y cunde
la angustia, el miedo a la cárcel, implicados los que adquirieron
viviendas en Woodlands, en Miami, en Nueva York, en Maricopa, en Bilbao.
A
las 7 de la mañana, el martes 18, se registró un movimiento intenso, no
inusual, en la casa de Tony Macías. Decenas de hombres, arma en mano,
circundaban el hogar, situado en la colonia Petrolera. Otros tipos, sin arma, simplemente estaban ahí.
Sacude
las redes una versión que luego Tony aclara. Corre que era un cateo
ejecutado por elementos de la Procuraduría General de la República en la
ostentosa vivienda del empresario, padre de Karime Macías
Tubilla, esposa del ex gobernador de Veracruz, pieza clave porque a
decir de un abogado fiscalista de identidad hasta ahora anónima que se
presentó voluntariamente a la PGR y reveló que fue prestanombre, era
ella quien determinaba a qué “empresa de papel” o LLC en Estados Unidos
se dirigían los millones de pesos para enmascarar el desvío de recursos
del erario público.
Al
día siguiente, el miércoles 19, Tony Macías lo refuta. Su casa, asegura
al periodista Federico Lagunes Peña, su máximo fan, el que presumía el
auto que le había obsequiado su mecenas, está abierta para los agentes
de la PGR. “La PGR para un servidor, siempre será bienvenida a mi casa”,
se ufana.
Bienvenida
la PGR o no, lo cierto es que el jueves 18 trasciende que el “suegro
incómodo” ha emprendido acciones legales para evitar que se le impida
abandonar el país. Y a la suegra incómoda igual.
Ante
el Juzgado Noveno del Décimo Circuito, con sede en Coatzacoalcos,
tramita un juicio de amparo para no ser privado de su libertad y contra
la “orden de alerta migratoria” que le impediría abandonar México.
Jesús
Antonio Macías Yazegey y su esposa María Virginia Yazmín Tubilla
Letayf, interpusieron sendos juicios de amparo el lunes 17 de octubre,
según da cuenta la página electrónica del Poder Judicial de la
Federación. Se les asignaron los números de expediente 1167/2016 y
1168/2016.
La presunta “orden
de alerta migratoria” habría sido emitida el 14 de octubre, dos días
después que Javier Duarte de Ochoa anunciara su separación del cargo y
tramitara la licencia por el resto su gestión, 48 días antes de concluir
su mandato, ante el Congreso de Veracruz.
En
el resumen del juicio de amparo se lee lo siguiente: “Actos Reclamados
Específicos: La orden de alerta migratoria que pretenden ejecutar en mi
contra limitando mi libertad de tránsito, deambulatorio y a la libertad
personal sin orden judicial y sin haber sido oído y vencido en juicio”.
El
acuerdo del Juzgado Noveno fue emitido este miércoles 19 y publicado
este jueves 20. Ahí mismo se establece que se le conmina a especificar
en un plazo de cinco días “su domicilio particular o lugar en que reside
actualmente, o en su defecto el lugar en que se pretenden ejecutar los
actos reclamados”.
En caso de
no hacerlo, cita el acuerdo, “se entenderá que su domicilio se encuentra
en el lugar de residencia de las autoridades responsables”, que en este
caso es el Ministerio Público de la Federación, y concretamente al
titular de la Agencia Segunda Investigadora CGI de la Unidad de
Investigación y Litigación de la PGR.
Yazmín
Tubilla Letayf está señalada en la investigación criminal por lavado de
dinero y asociación delictuosa. Una vivienda a su nombre aparece en el
suburbio de Woodlands, Texas. Difunde el periódico El Financiero ella y
su hija Mónica tendrían ya orden de aprehensión. Excélsior afirma que la
PGR solicitará que Interpol emita ficha roja para la búsqueda del ex
gobernador en 190 países.
Mónica
detenta por lo menos seis propiedades: cuatro departamentos en Torre
Pelícano —uno a nombre de su esposo, José Armando Rodríguez Ayache—; una
casa en Residencial del Lago, en Xalapa, y una vivienda de lujo en
Woodlands, Texas.
Frente al
periodista Carlos Loret de Mola, en el noticiario Despierta, el 12 de
octubre, Javier Duarte negó tener casas en el extranjero. “Mis suegros
—dijo— desde hace muchos años tienen una casa ahí”.
Tony
Macías, padre de Karime, figura como beneficiario de una extensa
propiedad en Coatzacoalcos, dentro de lo que fue la reserva territorial
que se agenció el gobierno de Veracruz en un área de la familia Bringas
Burelo, denominándola Parque Tecnológico Puerto México. Esa y el resto
de la tierra la trató de dispersar el ex gobernador Fidel Herrera
Beltrán a través de ventas simuladas, vía fideicomisos, con
particulares, amigos y allegados, entre ellos Macías Yazegey; el
narcoempresario Francisco Colorado Cessa, procesado y sentenciado en
Estados Unidos a 20 años de cárcel por lavar dinero de Los Zetas, y
varias inmobiliarias, entre ellas Grupo Geo y Quintal.
Otra
referencia a Karime Macías, esposa del ex gobernador Javier Duarte
—sobre él ya existe orden de aprehensión por operaciones con recursos de
procedencia ilícita y asociación delictuosa que habría representado un
daño inicial de 940 millones de pesos pero que alcanzarían los 3 mil
millones—, se registra en un video en que el amigo y prestanombre del ex
mandatario, Moisés Mansur Cisneyros, señala que le otorgó una tarjeta
de crédito adicional a la suya para que realizara todo tipo de compras.
Ha trascendido que en un año gastó un millón 725 mil pesos, según el
periódico Noreste, de Poza Rica.
Igualmente
Karime Macías es mencionada en la declaración de un abogado fiscalista,
cuya identidad se mantiene en reserva pero que figura en la
investigación de la PGR, que le imputa ser quien determinaba a qué
empresa se canalizaban los dineros desviados del gobierno de Veracruz
para enmascararlos. Usaban “empresas papel” o LLC para adquirir
propiedades, entre ellas las de Woodlands, Miami y Nueva York, publicó
Reforma.
Este jueves 20, en la
página electrónica del Poder Judicial de la Federación se difunde la
solicitud de amparo de los padres de la ex primera dama de Veracruz,
esposa del prófugo de la justicia, Javier Duarte.
“Quien nada debe nada teme”, le había dicho Tony Macías al periodista Federico Lagunes peña. Y se amparó.
Sábese
de otros familiares que ya no duermen ante la escalada judicial. Una de
las primas de Karime Macías, Brenda Tubilla Muñoz, fue quien manejó los
mayores festivales y eventos del gobierno duartista. Por sus manos corrieron cientos
de millones de pesos por la contratación de artistas, confección de
escenarios, difusión. Entre los principales estuvo Cumbre Tajín, Fiestas
de la Candelaria y Festival Internacional de la Salsa.
Unos
más se implicaron con el duartismo por razones profesionales. Alejandra
González Anaya, dueña de la empresa de espectáculos Ánima Inc,
coreógrafa, “bailarina aérea” y directora artística, oriunda de
Coatzacoalcos y hermana del director de Petróleos Mexicanos, José
Antonio González Anaya, fue clave en el lucimiento de los Juegos
Centroamericanos y del Caribe, en Veracruz.
Así lo promueve en su sitio de internet:
“Fue
responsable de la Producción y la Dirección Artística de la Apertura y
Clausura de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Veracruz México,
en noviembre del 2014, espectáculo por el cuál fue nominada a los Emmy
Daytime Awards 2015 bajo la categoría ‘Mejor Dirección de Programa
Especial’ ”.
Toma tintes de
show la tragedia duartista. Uno de sus aliados, el senador Héctor Yunes
Landa, estira la mano traidora y lanza un obús. “Entrégate Javier”, le
expresa en un video que provocó más reacciones en contra que elogios.
“Javier
Duarte es mi jefe político”, le dijo en diversas ocasiones, cuando
Javier Duarte tenía poder y era su patrón, exaltando las capacidades
financieras del entonces gobernador. Pregonaba que lograría excelentes
resultados, la recuperación de Veracruz, el saneamiento de su economía.
Mal
pitoniso, Héctor Yunes no dio una. Javier Duarte desató una embestida
rapaz sobre los dineros estatales, saqueó las arcas, desvió partidas
federales de los municipios, quebró las finanzas y endeudó como nadie
antes a Veracruz.
“Javier
Duarte es mi jefe político”, presumía Héctor Yunes en los días de la
lisonja y el servilismo, quizá agradecido por haber sido líder estatal
del PRI en el inicio del duartismo, satisfecho con que lo haya dejado
ser senador.
Hoy reclama que
el prófugo se entregue a la justicia. Hoy recuerda que Javier Duarte le
haya ridiculizado obsequiándole una caña de pescar para capturar peces
azules en el Estero, municipio de Alvarado, donde Miguel Ángel Yunes
Linares, su primo, ya inminente gobernador de Veracruz, y sus hijos
habitan. Le devolvió la caña horas después porque no tuvo capacidad de
reacción inmediata. Héctor, el cámara lenta.
Y en las redes sociales lo detrozan. Le llaman oportunista, cómplice, corrupto, cínico.
Así
el vodevil del priismo. Unos huyen y otros se lanzan a destazar al
líder herido, la res que un día veneraron, a exigir que se entregue a la
autoridad.
Brenda
y Córsica, las primas de Karime; Jorge Fernando Ramírez Tubilla, primo
de la ex primera dama de Veracruz; los Mansur Cisneyros; los Mansur
Beltrán; los Janeiro; Bandin, esposa y suegra; Spinoso y
Carlota; Poo y Tavo Ruiz, El Pato Silva y Benítez, todos saben que es la
devolución de lo malhabido o su libertad.
Sus
suegros, en cambio, sólo quieren que no les apliquen la alerta
migratoria, que los dejen salir del país. Y por eso se amparan.
Si, los suegros también corren.
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Archivo muerto
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¿Cimbrará
Miguel Ángel Yunes Linares a México o la memoria electrónica tendrá que
esperar? Prometía Miyuli que el 1 de diciembre revelaría cómo la
corrupción sostuvo y encubrió a Javier Duarte, quiénes estarían
implicados, quiénes le arrancaron parte al erario, a quiénes y cómo les
habría pagado protección política. Ya es gobernador electo sin
impugnación que valga. Lo avaló el Tribunal Electoral del Poder Judicial
de la Federación. Desechó las endebles pruebas del PRI, el señalamiento
a la Iglesia católica de que había inducido el voto a favor de Yunes
azul, la carta de los obispos en que sutilmente condenada a un régimen
que no otorgó seguridad a la población. Refrendó el Trife a Yunes
Linares y confirmó la validez de la elección. Su primer mensaje, la
noche del miércoles 19 cuando el Trife emitió su resolución, agradeció y
punzó: “Tengo un compromiso contigo y no lo olvido, voy a sancionar a
los culpables de este quebranto, a los culpables de esta situación
terrible que vivimos y voy a recuperar lo que se robaron. Y en paralelo,
voy a trabajar para que vivamos seguros, para que vivamos con
certidumbre, para que tengas empleo, para que en la casa no falte el
alimento”. Insiste de nuevo Miyuli en hablar con Enrique Peña Nieto, que
es tanto como hablar con nadie, desprestigiado el presidente, acusado
de rata y criminal, por la Casa Blanca y el derroche de la familia real,
por Ayotzinapa y Tlatlaya y Apatzingán, por el fracaso de la economía,
el dólar en los cielos, las reformas estructurales sin éxito. Aún así,
Yunes Linares cumple el ritual. Envía una carta a Peña Nieto para
concertar una reunión “para plantearle de manera personal los problemas y
retos que enfrentamos los y las veracruzanos para así, y de manera
conjunta, establecer los acuerdos necesarios para resolver la profunda
crisis que en todos los órdenes vive nuestra entidad y generar las
condiciones para reestablecer la
estabilidad política, económica y social”. ¿Cimbrará Yunes Linares a
México, el 1 de diciembre? Su círculo cercano dice que sí… Todo cinismo,
fue Flavino Ríos a pedir su “ayudadita” de 11 mil millones de pesos.
Acudió el gober espurio a la Secretaría de Hacienda del gobierno federal
y ahí, con toda frescura, planteó que con un salvavidas así Veracruz
aliviará sus males. Todo cinismo pues el falso gobernador emerge de la
pandilla delincuencial que saqueó al gobierno estatal, y con ese carnet
de identidad imagina que le será abierta la cartera, quizá para consumar
el atraco a los dineros públicos, llevarse lo último que llegue a las
arcas. Número dos en la banda, como lo definiera el gobernador electo
Miguel Ángel Yunes Linares, aduce que sólo con esa cantidad podrá
enfrentar la los compromisos de fin sexenio. Ajá. En todo caso, que
devuelvan lo robado, el producto del atraco, los miles de millones que
Javier Duarte y los 40 ladrones se llevaron condenando a Veracruz a la
pobreza y la falta de oportunidad. Esa sería la mejor “ayudadita”… No
era velorio pero ahí andaba Benita, suavizándole el lomo a
reporteros y columnistas, planchando con comida y trago porque dinero ya
no hay, en la víspera del arribo de Miguel Ángel Osorio Chong a
Coatzacoalcos. Es domingo 16 y reunidos en el hotel Enríquez, Benita
González va y viene, saluda a todos, se acerca a las mesas, bromea.
Lleva con ella a una amiguita que llegó tarde al fiestón del duartismo,
el banquete del saqueo. Ella es Irma Chesty Viveros, que días después
habría de asumir la Coordinación de Comunicación Social —o lo que queda
del desastre— del gobierno de Veracruz —o lo que queda de la debacle— y
que pululaba en cargos menores de prensa, en la SEV, por ejemplo, pero
siempre orejeando para Gina Domínguez Colío. Maicea en especie la Dama
de los Velorios, con rollo y comida, porque El Pato de Tuxpan, alias
Alberto Silva Ramos, se llevó hasta los chayotes de los textoservidores,
como era y seguirá siendo su costumbre. No hubo ni para
gafetes de prensa, sustituidos con calcomanías de un círculo en color
amarillo, de las que venden en Tony, que servirían como distintivo y
pase de acceso en la conferencia de prensa del secretario de
Gobernación, el lunes 17. Muy activa doña Benita, buscándole la cara a
Osorio Chong. Parecía chalana de Gina Domínguez, su patrona en Quadratín
Veracruz, y no lo que es, presidenta de la Comisión Estatal para la
Atención de Protección de los Periodistas, el mamotreto inventado por
Javier Duarte y Gina para simular que le preocupaba la suerte de los
periodistas, a los que luego llamó “manzanas podridas”, con récord
olímpico de 19 comunicadores asesinados en su sexenio. Le cuesta caro al
erario la Dama de los Velorios. Benita González, que de nada ha servido
al frente de la fallida CEAPP, gana más de 40 mil pesos al mes. Los
comisionados que la acompañan poco más de 20 mil. Y qué decir de la
burocracia de ese elefante blanco, un fraude para Veracruz. ¿O será que
Benita Vendidita quiere ser la nueva enlace de comunicación del gobierno
federal en Veracruz y ya se cuela en esos terrenos?…
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