Los tres campos de personas refugiadas de Tanzania necesitan más ayuda urgente
Los tres campos de Tanzania están abarrotados y ya no pueden satisfacer las necesidades de los casi 200.000 refugiados que allí malviven apiñados, señala Médicos Sin Fronteras. "Ante el flujo a gran escala de nuevas llegadas, urge la instalación de un cuarto campamento y una mayor respuesta humanitaria".Campo de Nduta.Louise Annaud/MSF
Unos 290.000 refugiados, cerca del 75% burundeses, se encuentran ‘apiñados’ en los campos de refugiados de Nyarugusu, Mtendeli y Nduta y sometidos a una gran presión.
Y es que en enero se registró la mayor entrada de refugiados en un solo mes en Tanzania desde mayo de 2015, con cerca de 19.000 personas, según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
"Existe el temor real de que presenciemos una crisis sanitaria si el abarrotamiento es mayor y las instalaciones son incapaces de satisfacer las necesidades de la gente que llega", explica nuestro coordinador general en Tanzania, David Nash.
El campamento de Nduta, ya lleno en noviembre de 2016, aloja ahora a 117.000 personas, más del doble de su capacidad inicial. Con unas llegadas previstas de entre 600 y mil personas cada día, se espera que aloje a unos 150.000 refugiados a mediados de abril.
Por ello, reiteramos nuestro llamamiento a favor de la instalación de un cuarto campamento y lamentamos que en este sentido “aún no se hayan visto acciones concretas”, denuncia Nash.
Peores condiciones, más enfermedades
“A pesar de que las agencias han empezado a aumentar la ayuda, la respuesta humanitaria no alcanza para responder el ritmo de llegadas. Con un alojamiento insuficiente, la gente se ve obligada a pasar más tiempo en refugios comunitarios abarrotados, donde el riesgo de enfermedades es mucho mayor”, ha relatado.
La malaria es una de las principales preocupaciones sanitarias en el campamento de Nduta, especialmente ante la llegada de la temporada de lluvias.
En enero, atendimos a cerca de 17.000 personas por esta enfermedad en Nuda y Nyarugusu. Asimismo, son frecuentes la diarrea, las infecciones respiratorias y las enfermedades cutáneas.
Desde abril de 2015, todos los burundeses que han llegado a Tanzania han recibido el estatus de refugiado, si bien las autoridades del país han decidido revocar esta decisión, lo que implica que las nuevas llegadas serán tratadas caso a caso.
“Tanzania ha acogido generosamente en los últimos años a cientos de miles de refugiados que huyen de graves crisis”, comenta Nash tras resaltar que “los donantes internacionales deben incrementar drásticamente su apoyo al Gobierno para garantizar tanto el respeto a las convenciones de los refugiados como un refugio seguro mientras la gente siga huyendo”.
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