RBC: Es hora de construir un Partido Revolucionario (Charu Mazumdar - 1967)
La Red de Blogs Comunistas continúa con su labor de dar voz al movimiento naxalita y al PCI (M) en
castellano, esta vez con la traducción del texto escrito en 1967 por
Charu Maxumdar, que a mediados de la década de 1960 organizó lel ala
izquierda del Partido Comunista de la India (Marxista) en el norte de
Bengala, y escribió, tras el levantamiento naxalita de 1967, ocho
artículos conocidos como "los históricos los ocho documentos" -
que han sido definidos como la base del fundamento ideológico del
naxalismo- El mismo año, Majumdar rompió con el PCI (marxista) y formó
el Comité de Coordinación de la India Todos los revolucionarios comunistas , que en 1969 se transformaría en el Partido Comunista de la India (Marxista-Leninista) -con Majumdar como su secretario general.
Tras
un proceso de fusiones, el PCI (M-L) daría lugar al actual PCI
(Maoísta), vanguardia de la revolución naxalita. El texto, traducido por
un blog miembro de RBC, Cultura Proletaria,
muestra el contexto de lucha contra el revisionismo en la India en el
que se produjeron el alzamiento naxalita y las rupturas de los
comunistas revolucionarios que convergerían en el PCI (M-L) y,
finalmente, en el PCI (Maoísta):
***
Es hora de construir un Partido Revolucionario (Charu Mazumdar - 1967)
El
Comité Central del Partido Comunista de la India (Marxista) ha adoptado
una línea política que es básicamente antirrevolucionaria, opuesta al
pensamiento del Presidente Mao Tse-Tung y al Marxismo-Leninismo y que
está basada en la colaboración de clase y en una ideología revisionista.
En su mitin en Madurai, el C.C. ha hecho una declaración en favor de la
transición pacífica al socialismo y ha escogido el camino de la
democracia parlamentaria para el progreso del país.
A
pesar de la gran polémica sobre las disputas ideológicas
internacionales, ha rechazado totalmente la postura ideológica del gran
Partido Chino y el Pensamiento del Presidente Mao. Al mismo tiempo que
calla sobre el avivamiento capitalista en la Unión Soviética, descarta
el postulado del último escrito del camarada Stalin, "Problemas económicos del socialismo en la URSS",
y se opone a la línea del gran Partido Chino declarando abiertamente
que la Unión Soviética sigue siendo miembro del campo socialista. Esto
implica prestar apoyo a la política revisionista soviética sobre la
cuestión de Vietnam en el ámbito internacional y descubrir el papel
progresivo de la "ayuda" económica soviética dándole la bienvenida a las
relaciones comerciales. Sobre el tema de las luchas campesinas, el C.C.
ha adoptado la línea política menchevique.
Naturalmente,
el mitin del C.C. en Madurai ha colocado al partido al nivel de un
partido revisionista y burgués. Por lo tanto, para los auténticos
Marxistas-Leninistas, no queda otra alternativa que oponerse a esta
política. Ahora que se ha adoptado la resolución de Madurai, es obvio
que el Comité Central no es un Comité revolucionario. De ahí que el
deber revolucionario de todo Marxista-Leninista sea declarar la guerra
contra este Comité Central. El motivo ulterior de la pomposa resolución
de la que formó parte la totalidad del C.C. no es otro que engañar a la
sección revolucionaria dentro del partido, y más aún, actuar en secreto y
estratégicamente para el interés imperialista de los EE.UU., el
revisionismo Soviético y las fuerzas reaccionarias indias.
El
único propósito que tienen los Marxistas-Leninistas detrás de todas las
discusiones ideológicas es cómo aplicar la ideología en las condiciones
objetivas existentes en sus propios países. Una discusión abstracta de
las cuestiones ideológicas como tal, no tiene significado
revolucionario, porque su verdad está sujeta a pruebas a través de su
aplicación en el contexto particular. El C.C. ha discutido las
cuestiones ideológicas internacionales como conceptos abstractos y lo
que ha hecho, concretamente a este respecto, es declarar abiertamente al
revisionismo soviético como el único camino para la India y, por lo
tanto, su oposición al gran partido de China.
Su
visión burguesa se revela en su posición sobre el tema del arsenal de
armas nucleares. No ha explicado el verdadero carácter del monopolio
nuclear conjunto de Estados Unidos y Rusia, sólo ha emitido un pequeño
gesto de crítica en este sentido:"¿Por qué la Unión Soviética no ha intercambiado con China el secreto de la ciencia nuclear?". El
arma nuclear se utiliza hoy como el arma más formidable en la lucha por
el poder en el ámbito internacional. En tales circunstancias, la
colaboración entre Estados Unidos y Rusia es en realidad una
colaboración para la dominación del mundo. Esta simple verdad ha sido
ocultada tras una falsificación muy pequeña. El C.C. ha ignorado un
acontecimiento como el intercambio de secretos nucleares entre Estados
Unidos y Rusia y así, la conclusión lógica a la que se llega no ha sido
alcanzada por él. La única razón es que considere la disputa ideológica
internacional como un conflicto de intereses nacionales que ocurre entre
los países burgueses y que, por lo tanto, no entienda su significado
real. Es decir, se niega a ver que esta lucha es, en verdad, una lucha
por preservar la pureza del Marxismo-Leninismo, una lucha entre la
ideología revolucionaria y la ideología contrarrevolucionaria.
Al negarse a referirse al carácter reaccionario del gobierno indio y al señalar que "el Congreso del Partido sigue teniendo una influencia política considerable entre el pueblo",
trata de embellecer al gobierno reaccionario indio ante el pueblo. Al
guardar silencio sobre el levantamiento masivo a nivel nacional, se
niega a dirigir estos movimientos de masas, y por su política de
continuar en los gobiernos U.F. apoya indirectamente cada paso dado para
suprimir los movimientos de masas, justificando estas actividades
anti-pueblo. Sin el menor intento de analizar el carácter de clase de
los diferentes socios de los gobiernos U.F., ha dado, sin vacilar, la
directriz de ganar a estos partidos constituyentes en favor del Programa
del Partido Comunista a través de la persuasión. Si esto no es
Gandhismo puro, ¿qué es? Palabras y frases tales como clases, interes de
clase, lucha de clases y así sucesivamente, no encuentran lugar en el
análisis del C.C. Es decir, descartando el punto de vista marxista e
insertando algunos términos marxistas, el C.C. ha rechazado por entero
la doctrina del Marxismo-Leninismo.
Aferrándose
al tema de que el Congreso aún conserva una base de masas, el C.C. ha
tratado de exagerar el poder de las fuerzas reaccionarias indias.
Encubren el hecho innegable de que la crisis económica de este gobierno
se está convirtiendo en una crisis política a través de los disturbios
en masa y, por lo tanto, subestiman la fuerza del pueblo. Como la
debilidad del Congreso del gobierno reaccionario se revela claramente
hasta para el hombre común, el C.C. está haciendo todo lo posible para
calmar al pueblo, magnificando la fuerza del gobierno en todas sus
proporciones. Esta descarada manifestación a favor del gobierno
reaccionario habría hecho incluso avergonzarse al Congreso. Incluso
cuando el imperialismo norteamericano y el revisionismo soviético, a
pesar de haber prestado toda la ayuda posible, no logran revivir la
confianza de la gente en el gobierno, el C.C., como un lacayo fiel, se
presenta en defensa de este gobierno reaccionario. El C.C. ha demostrado
ser aliado y amigo del imperialismo norteamericano, del revisionismo
soviético y del gobierno reaccionario indio.
El
C.C. está tratando de demostrar que no reconoce el liderazgo de ningún
otro Partido. La burguesía siempre ha dicho que los Partidos Comunistas
siguen la línea del Partido Soviético. El C.C. está tratando de
contrarrestar esta propaganda burguesa declarando que no acepta las
directivas o análisis de ningún otro Partido. Nosotros, los comunistas,
creemos en una sola doctrina científica, conocida como
Marxismo-Leninismo, el pensamiento de Mao Tse-tung. Si reconocemos la
verdad de la ciencia, debemos reconocer necesariamente la autoridad de
quienes la han desarrollado. Aquellos que hubieran deseado ser
marxistas, sin ser seguidores de Lenin, fueron arrojados finalmente a la
fosa de la historia. El pensamiento de Mao Tse-tung es hoy la forma más
alta de Marxismo-Leninismo y aquellos que se oponen a esta autoridad
marxista internacional están condenados a refugiarse en la doblez del
imperialismo.
La
India es un país semi-colonial, semifeudal. Así que la fuerza principal
que puede cambiar la condición colonial en este país es el campesinado y
su lucha anti-feudal. Ningún cambio es concebible en este país sin la
revolución agraria. Y es la revolución agraria la que demuestra ser el
único camino hacia la liberación de este país. El C.C. no sólo mantuvo
silencio sobre la cuestión de la revolución agraria, sino que está
decidido a oponerse a las luchas revolucionarias de los campesinos
dondequiera que sucedan. ¡Qué odio más intenso por los militantes
campesinos revolucionarios de Naxalbari! ¡Qué regocijo por el éxito
temporal de la política represiva de los reaccionarios de los gobiernos
U.F. se manifiesta en las palabras del portavoz del C.C.! Como es normal
en un fiel agente de la burguesía, insisten en una condición previa:
deben recibir la garantía del éxito antes de prestar su apoyo a la
lucha.
Hoy
en día, el deber de todos y cada uno de los Marxistas-Leninistas es
expulsar al C.C. desde el frente revolucionario. Sólo eso puede liberar
la marea que inunda los movimientos y allanar el camino hacia la
victoria final. Lejos de ser partidario de todo tipo de lucha
anti-imperialista y anticolonial, este C.C. revisionista y reaccionario,
es enemigo de esta. Solamente cortando todos los lazos con este C.C. y
su perversa ideología, un partido revolucionario puede crecer y
desarrollarse. El aplastamiento de esta ideología burguesa es la única
garantía para el crecimiento de la ideología revolucionaria. Sin acabar
con esta ideología reaccionaria, la revolución india no puede avanzar ni
siquiera un paso. Así pues, para todos los auténticos revolucionarios
sumisos del Partido y de este centralismo político, sólo puede
significar la aceptación de la autoridad burguesa. Por lo tanto, la
precondición primaria, sin la cual es imposible que un partido
revolucionario crezca, es desafiar el centralismo de este C.C.
La
primera tarea para construir un partido revolucionario es la
propagación y difusión de la ideología revolucionaria, es decir, la
propagación y difusión del Pensamiento de Mao Tse-tung. El único camino
para la revolución democrática popular es construir bases
revolucionarias en las zonas rurales, a través de la revolución agraria,
bajo el liderazgo proletario, y posteriormente rodear los centros
urbanos expandiendo estas bases revolucionarias; organizar las fuerzas
de liberación popular entre las guerrillas campesinas y conducir la
revolución a la victoria conquistando las ciudades, es decir, poner en
práctica la táctica de la guerra popular formulada por el presidente
Mao. Esta es la única línea marxista-leninista correcta para la
liberación de la India. Debe lanzarse una campaña enérgica a favor de
esta línea no sólo entre los miembros y simpatizantes del partido, sino
también entre los sectores más amplios de las masas. Sólo así pueden
crecer y desarrollarse las luchas revolucionarias y un partido
revolucionario. Sólo propagando esta línea de masas podemos hacer que el
pueblo conozca lo vacuo de los documentos reaccionarios burgueses del
C.C. y superar la influencia de este liderazgo reaccionario en las masas
que luchan. El presidente Mao nos enseña que debemos propagar sin cesar
esta línea de masas en todos los frentes. Esta enseñanza tiene un
significado especial para la India. Que hay un gran número de obreros
revolucionarios en el partido es cierto, pero es igual de cierto que el
partido ha estado durante un largo período de tiempo acostumbrado a la
rutina del revisionismo y del patrón burgués de actividades. Como
resultado, persisten entre los obreros partidarios de la revolución
viejos hábitos revisionistas que se reflejan en la tendencia del
economismo en todas las esferas, en la forma del funcionamiento
característico del economismo. La experiencia de nuestra zona ha
demostrado que, a pesar de su aceptación de la ideología revolucionaria,
los viejos organizadores del partido en el frente campesino o en los
sindicatos obreros vacilan a la hora de propagarla entre las masas y
cómo, ante una lucha revolucionaria, pierden toda confianza en las
masas, y en muchos casos incluso eligen el camino de la oposición
abierta. Esto no siempre toma la forma de oposición abierta, sino que se
refleja en su falta de confianza en el poder del pueblo y la
exageración del poder del enemigo. Los efectos nocivos de las acciones
de tales obreros del partido pueden ser superados siempre que haya una
campaña que sostenga esta línea masiva entre la mayor parte de las masas
militantes alrededor de estos obreros del partido. En tales casos, los
obreros que tienen en ellos un impulso revolucionario genuino, pueden
superar su debilidad.
Nos
enfrentaremos a tal situación en todos los ámbitos, pues los miembros
del partido aprecian muchas ideas revisionistas, ya que han estado
acostumbrados a este tipo de funcionamiento revisionista. No pueden
superarlos en un día o dos: sólo una práctica revolucionaria sostenida
puede permitirles hacerlo. La campaña a favor de esta línea masiva de
nuestro partido atraería en la doblez del partido a nuevos cuadros
revolucionarios de entre las vastas masas revolucionarias fuera del
partido. Estos cuadros, por su vigorosa conciencia revolucionaria,
eliminan la inercia dentro del partido e inculcan una energía
revolucionaria dinámica.
Sólo
a través de prolongadas y duras luchas se puede llevar a cabo la
exitosa culminación de la revolución india, ya que este vasto país de
cincuenta núcleos fuertes de población es una base fuerte de las
potencias imperialistas y el pilar del revisionismo soviético. Así, con
la victoriosa finalización de la revolución en India, el día del juicio
final del imperialismo y del revisionismo soviético llegaría
rápidamente. Por lo tanto, no es nada extraño o antinatural que se
apresuren a oponerse a la revolución en la India, la fortaleza de la
reacción mundial. En esta situación, pensar en una victoria fácil no es
más que una ilusión. Sin embargo, nuestra victoria es cierta, ya que
este país se extiende sobre una vasta área con una población en
cincuenta núcleos. Así que todo el poder de los imperialistas y
revisionistas no logrará detener la marea de la revolución en este país.
Pero
la revolución nunca podrá tener éxito sin un partido revolucionario, un
partido firmemente arraigado en el pensamiento del Presidente Mao
Tse-tung, un partido formado por millones de obreros, campesinos y
jóvenes de clase media inspirados en el ideal del sacrificio; un partido
que garantiza el pleno derecho democrático interno a la crítica y la
autocrítica y cuyos miembros se adhieren libre y voluntariamente a su
disciplina; un partido que permite a sus miembros actuar no sólo bajo
las órdenes de lo anterior, sino juzgar cada directiva con plena
libertad e incluso desafiar las directivas equivocadas en interés de la
revolución; un partido que garantiza la división voluntaria del trabajo a
todos los miembros que atribuyen la misma importancia a todo tipo de
puestos de trabajo que van de arriba abajo; un partido cuyos miembros
ponen en práctica los ideales marxista-leninistas en sus propias vidas
y, mediante la práctica de los propios ideales, inspiran a las masas a
hacer un mayor sacrificio y a tomar mayor iniciativa en las actividades
revolucionarias; un partido cuyos miembros nunca se desesperan bajo
ninguna circunstancia y no están intimidados por ninguna situación, pero
marchan resueltamente hacia adelante para superarla. Sólo un partido
como éste puede construir un frente unido de gente de diferentes clases,
teniendo diferentes puntos de vista en este país. Sólo un partido
revolucionario como este puede llevar la revolución india al éxito.
El
gran ideal que el Presidente Mao Tse-tung mantiene a la altura de todos
los Marxistas-Leninistas está destinado a realizarse. Sólo entonces
podremos crear una nueva India democrática y sólo entonces esta nueva
India democrática marchará decididamente hacia el socialismo.
Traducido de Marxists Internet Archive por Cultura Proletaria
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