Nosotros y lo que está en juego con Trump
El
asedio mediático al que está sometido Donald Trump, tiene muchos puntos
en común con los métodos que se utilizaron en la “guerra contra el
terror” de Bush Junior. El uso sistemático de la mentira por parte de la
CIA, la NSA y el FBI, transformó a esta agencias en una verdadera
policía secreta. La presidencia de Trump se ve ahora amenazada por
oponerse al programa que alimentó por décadas (con un gigantesco
presupuesto) a estas agencias de inteligencia y a las políticas
“neo-con” de hegemonía mundial en materia militar y de “seguridad
nacional”.
En la práctica, tanto la CIA como la NSA están
actuando como policía interna al esparcir falsas informaciones acerca de
las “conexiones” de Trump con Rusia. El plan es sencillo, utilizar los
medios de comunicación para obligar a Trump a dejar su cargo porque sus
“conexiones” serían una amenaza para la seguridad de los Estados Unidos.
Actuar abiertamente contra un presidente recién
elegido es un sorprendente acto de audacia que implica una enorme
confianza o, una gran desesperación de las agencias de inteligencia. En
la actualidad la CIA está cooperando abiertamente con la CNN en el
“tratamiento periodístico” de especulaciones irresponsables y sin
fundamentos. La cadena de televisión sostiene -como si es fuera un hecho
fundado- que Trump está bajo la influencia de Rusia. Su única prueba es
un “informe” producido por la CIA para el New York Times hace un par de semanas. http://www.informationclearinghouse.info/46476.htm
Es evidente que la CNN y la CIA consideran al pueblo estadounidense ingenuo y totalmente estúpido.
La siguiente es parte de una entrevista a Glenn
Greenwald, periodista y abogado constitucionalista que publico en The
Guardian las revelaciones Edward Snowden. La entrevista fue realizada
por Amy Goodman para el Canal de Televisión de “Democracy Now”.
Habla Glenn Greenwald :
"Aunque no hay una definición precisa del “Deep
State” (el estado profundo) esta noción esta referida a corporaciones de
inteligencia con poder permanente en Washington. Mientras los
presidentes elegidos van y vienen los agentes de inteligencia se
mantienen en el tiempo y disfrutan del mando real. Ejercen su poder en
secreto, en la oscuridad, y no están sujetos a ninguna responsabilidad
democrática,
La CIA, la NSA, y otros cuerpos de inteligencia,
fueron concebidos fundamentalmente para propagar mentiras, propaganda y
desinformación. Pero, sus actividades no se limitan a la manipulación,
también tienen un largo historial de atrocidades, torturas, escuadrones
de la muerte y crímenes de guerra.
Gente como el neoconservador Bill Kristol y,
también un montón de demócratas están empujando a las agencias del “Deep
State” para que actúen como oposición y contra-poder a las autoridades
políticas a las que deberían estar subordinadas.
Durante la campaña electoral, los principales
miembros de la comunidad de inteligencia, incluyendo a Mike Morell, jefe
de la CIA del presidente Obama, y Michael Hayden, mandamás de la NSA y
de la CIA con George W. Bush, se declararon abiertamente partidarios de
Hillary Clinton.
De hecho, Michael Morell se instaló en el equipo de dirección del New York Times,
y Michael Hayden ocupo el mismo lugar en el Washington Post. El
objetivo de ambos agentes era respaldar a Hillary Clinton y culpar a
Donald Trump “ porque había sido reclutado por Rusia”.
La CIA y la comunidad de inteligencia apoyaron con
vehemencia a Hillary Clinton y se opusieron vehementemente a Trump. ¿La
razón? Estaban comprometidos con la política exterior de Hillary
Clinton y se oponen sin descanso a la política de Donald Trump.
Durante los últimos cinco años una de las
principales prioridades de la CIA ha sido la guerra en Siria. Para
lograr la defenestración del régimen de Assad, Hillary Clinton fue muy
crítica con Obama porque no le permitió agravar el conflicto. Clinton
quería imponer una zona de exclusión aérea en Siria y enfrentar a los
rusos.
Donald Trump asumió exactamente el punto de vista
opuesto. Sostuvo, en campaña, que a “los Estados Unidos no le debe
importar quien gobierna en Siria”; incluso debe colaborar con los rusos
para terminar con el ISIS y al-Qaeda. Por tanto, la política exterior de
Trump, estaba en la antítesis de lo que pretendía la CIA. La CIA apoyo
incondicionalmente a Hillary Clinton porque ella quería exactamente lo
que la CIA demandaba.
En la campaña electoral las agencias de
inteligencia trataron de socavar a Trump por todos los medios. Una vez
que ganó, pretenden destruir su credibilidad con trascendidos sin
fundamento real . Además, al retener información de inteligencia (con el
argumento que el Presidente no es una persona de “confianza”) están
actuando de manera sediciosa. En los hechos las agencias de inteligencia
se arrogan la capacidad para imponer su propia política.
Ahora, que quede claro. yo creo que la presidencia
Trump es extremadamente peligrosa. Usted ,en su noticiero, acaba de
ofrecer muchos argumentos validos. Trump y sus políticas devastarán el
medio ambiente. Eliminarán las redes de seguridad pública. Beneficiarán a
los multimillonarios. Han puesto en marcha políticas intolerantes
contra inmigrantes y musulmanes.
Es muy importante resistir estas políticas. Y, hay
un montón de maneras de resistir. Es obligatorio contenerlos mediante
el activismo ciudadano. Pero también es muy importante que el Partido
Demócrata se haga una sería auto-crítica. Debe preguntarse, que puede
hacer para ser una fuerza política significativa después de haberse
derrumbado en todas partes”.
Sin embargo, el Partido Demócrata está muy lejos
de una autocritica. No está haciendo nada para promover la resistencia
popular. Lo que está haciendo es apoyar lo peor de Trump junto con
empujar al “Deep State” y la CIA ( con todas sus historias de
atrocidades) a participar en un golpe blando contra el presidente
electo. Esa política es extremadamente peligrosa.
Si usted cree (al igual que yo ) que la CIA y el
“Deep State”, por una parte, y la presidencia Trump, por la otra, son
extremadamente peligrosos, estoy de acuerdo pero hay una gran diferencia
entre estas opciones.
Trump fue elegido democráticamente y está sujeto a
controles democráticos, como lo han demostrado los tribunales y como lo
están demostrando los ciudadanos movilizados. La CIA y sus agentes
nunca han sido elegidos ni podrán ser elegidos por la gente. Y por tanto
no están sujetos a ningún control democrático.
Así que instar a la CIA y la comunidad de
inteligencia para que quebranten los poderes electos es un locura total.
Es una receta para la destrucción de la democracia, bajo el pretexto de
salvarla. Sin embargo, es lo que están haciendo los neoconservadores y
sus aliados liberales del Partido Demócrata. Es lo que están reclamando.
Su estrategia es increíblemente torcida y peligrosa“. Http://www.informationclearinghouse.info/46476.htm
Los Estados Unidos se encuentran en una extraña
situación; los llamados liberales progresistas están asociados con el
“Deep State”. Los liberales progresistas presionan para destituir a un
presidente que no ha cometido ningún delito censurable. Por su parte los
neoconservadores se han manifestado claramente por un golpe de estado
contra la democracia. Por eso los grandes medios de comunicación
mantienen un bombardeo diario de mentiras, insinuaciones y
desinformación. Mientras tanto la opinión pública despreocupada se
“chupa el dedo” .
¿Qué puede hacer Trump? Debe limpiar las agencias
de inteligencia y terminar las licencias concedidas a la CIA, por Bush y
Obama, para llevar a cabo actividades inconstitucionales. Además, puede
utilizar las leyes que prohíben los monopolios en los medios de
comunicación que Clinton permitió conformar.
Si Bush y Obama utilizaron la detención indefinida
a ciudadanos estadounidenses sin el debido proceso y si Obama ordenó
asesinar con drones, lo menos que puede hacer Trump es utilizar las
leyes de defensa de la competencia para poner fin a los grandes
conglomerados de medios que hablan, en su contra, con una sola voz,.
Trump no tiene más alternativa que luchar. Debe
acabar con el trabajo de policía secreta que están practicando las
agencias de inteligencia y debe terminar con los grandes conglomerados
de medios que han orquestado una campaña permanente de desinformación .
Descartar a Flynn fue un grave error. Trump
debería haber mantenido a Flynn y debería haber actuado contra las
“fugas información”. La NSA sabe quienes son los responsables de esas
filtraciones. Trump debe llevar a cabo una limpieza en la corrupta
gestión de la NSA y colocar a funcionarios que identifiquen los puntos
de fuga. Con esa información debería procesar a los “filtradores” con
todo el rigor de la ley.
Ningún presidente puede sobrevivir a organismos de
inteligencia que ejercen de policía secreta y que están decididos a
destruir su gobierno. Si los asesores de Trump no saben esto, Trump
necesita desesperadamente nuevos asesores”.
Global Research.
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