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Rajoy y un grupo de corruptos de su confianza se hacen fuertes en los lavabos del Congreso

Toni

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Redacción/Rokambol/5.05.17

A primera hora de esta mañana, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha atrincherado en el baño de caballeros del Congreso de los Diputados junto con otros delincuentes, comida, agua, coñac, una Biblia y dos caballos de refresco.

El encierro se produce como consecuencia de la cascada de imputaciones por corrupción que no deja de caer ininterrumpidamente, día y noche, sobre las cabezas de los dirigentes del Partido Popular. El presidente ha tomado la decisión de encerrarse en los lavabos del Parlamento ante la posibilidad de que él mismo sea imputado como encubridor de las numerosas bandas de ladrones repeinados que están saqueando el país a golpe de corbata y centollo.

A Rajoy le acompañan Ojoperro, El Chino, Makoki, La Mantis y Rafael Hernando, quienes han atrancado las puertas de los retretes con 897.000 euros en billetes de cincuenta, no correlativos y sin marcar. “No saldremos de aquí hasta que se acabe la tontería esta de la justicia y las cosas vuelvan a la normalidad”, ha amenazado Hernando. Las condiciones del grupo atrincherado exigen concretamente que al menos un ochenta por ciento de los fiscales decentes se arrojen por un barranco y que a los jueces honestos se les extraiga la dignidad con herramientas de madera y gran prontitud.

Varios diputados con problemas de próstata han calificado la actitud de Rajoy como desproporcionada y cobarde, y han asegurado que no piensan utilizar los otros baños del bar de Congreso, no porque el color de los azulejos no sea de su agrado sino porque no llegarían a tiempo, según sus propias palabras.   Más en Rokambol