Un
exjefe de la agencia exterior del Servicio de Inteligencia Secreto del
Reino Unido resalta la posición de Irán como el país más poderoso de
Oriente Medio.
Irán es “un país emergente que se está convirtiendo en el más poderoso de la región”
y, por tanto, es imprescindible introducir cambios en los enfoques
occidentales en Oriente Medio, subrayó el miércoles John Sawers, exjefe
de la agencia exterior de Inteligencia británica (MI6).En declaraciones formuladas en la conferencia anual de Herzliya, destinada para analizar los desafíos con los que se enfrenta Israel y la comunidad internacional, Sawers apuntó que Irán “goza de mejores perspectivas que Arabia Saudí” en la zona.
EE.UU. y la Unión Europea (UE), añadió, “no quieren comprometerse con un país que ha fallado en las reformas y mantiene problemas con Irán” mientras que este se está convirtiendo en un gran polo regional.
Y por todo esto, advirtió el exjefe de MI6 (2009-2014), Washington y el bloque europeo han de tener cuidado en sus planes para aliarse con Riad contra el país persa.
Irán es un país emergente que se está convirtiendo en el más poderoso de la región”, subraya John Sawers, exjefe de la agencia exterior del Servicio de Inteligencia Secreto del Reino Unido (MI6).Con la llegada al poder del presidente estadounidense, Donald Trump, y su énfasis en estrechar lazos con Arabia Saudí, el reino árabe hace lo imposible para ganar la confianza de EE.UU. y otros países occidentales a pesar de carecer de los criterios básicos de la libertad y los derechos humanos.
El logro y la implementación del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés) y la consiguiente apertura internacional hacia Irán aumentaron el odio saudí hacia Irán, circunstancia que se manifestó en las acusaciones antiraníes en torno a que el país persa interfiere en los asuntos internos de otros países.
Por otro lado, Riad, como uno de los principales patrocinadores del terrorismo en Oriente Medio, se siente fuertemente aislado por la gran alianza entre Irán, Rusia y otros países y organizaciones regionales en la lucha antiterrorista y sus considerables avances en ese sentido.
Ante todos estos hechos, el Gobierno de Teherán siempre ha rechazado los infundios saudíes en su contra, y ha invitado a Riad a dejar de lado su diplomacia de fantasía en la región y limitarse al mejoramiento de la lamentable situación en la que se encuentran sus propios ciudadanos.
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