India.- La insoportable carga de ser campesinos: Fueron asesinados por pedir un alivio de sus deudas
por
CEPRID
Sushovan Dhar
CADTM
Un anodino distrito en el centro de este inmenso país se
ha convertido, de repente, en un destino muy buscado por los políticos y
los medios de comunicación. Lamentablemente, esta transformación tuvo
lugar a costa de vidas humanas. Los agricultores del estado indio de
Madhya Pradesh iniciaron sus protestas el 1 de junio, exigiendo unos
precios más elevados para sus cultivos y el alivio de sus deudas. No se
trataba de una novedad, puesto que las protestas populares del
campesinado habían estallado una y otra vez en diferentes partes del
país en demanda de mejores precios para las cosechas y el alivio de las
deudas, mientras el país se encontraba, y se encuentra, en una situación
de grave emergencia, con una cifra acumulada de más de 300.000
agricultores |1| que se quitaron la vida debido a la carga de sus
deudas. Sin embargo, a diferencia de otros casos anteriores, en éste la
agitación campesina se politizó y las autoridades declararon el toque de
queda para acallar las protestas. Al no lograrlo, la policía disparó
abiertamente contra los campesinos matando a cinco de ellos. Otro murió
durante una carga con lathi (porras). Otro dato ilustra la crueldad de
la respuesta: hubo 45 denuncias (y consecuentes investigaciones
registradas por la policía) contra los agricultores participantes en la
protesta, pero en cambio no hubo una sola contra los que asesinaron a
sangre fría a seis manifestantes. Los medios de comunicación denunciaron
también que se dieron instrucciones muy claras de actuar con la máxima
energía contra los agricultores más activistas.
Este incidente es un indicio del malestar más profundo
que afecta a la agricultura india. Entre 2001 y 2011, nueve millones de
agricultores abandonaron sus hogares ancestrales y emigraron a las
ciudades. Un estudio indica que más de 2.000 agricultores emigran a las
ciudades todos los días para ganarse la vida, |2| incorporándose a los
trabajos más precarios en el sector informal. Es una vergüenza que un
país abrumadoramente agrícola como la India no tenga una política
agrícola nacional apropiada. Las políticas neoliberales adoptadas por
los sucesivos gobiernos indios en las últimas dos décadas y media
impulsaron las fuerzas del mercado a una velocidad inigualable y
forzaron a la agricultura a ser algo meramente comercial y a integrarse
en los mercados mundiales. Las consecuencias fueron terribles para unos
agricultores sumidos en enormes deudas y enfrentados a situaciones
terribles que han dado lugar a múltiples problemas de todo tipo.
El grave desamparo causado por la caída estrepitosa de los precios agrícolas
En la región de Mandsaur, como en otras partes de Madhya Pradesh
occidental, los precios agrícolas cayeron en torno a un 60 por ciento
por debajo de los precios equivalentes del año anterior. En el estado de
Maharashtra, a principios de este año, «millones de agricultores indios
parecen estar dispuestos a abandonar los cultivos de leguminosas y
oleaginosas después de que una campaña gubernamental de aumento de la
producción fuera víctima de su propio éxito e inundara los mercados con
las cosechas.» |3| Esto mismo ha sucedido con la mayoría de los cultivos
cuyas cosechas fueron muy abundantes. Los precios locales de las
semillas oleaginosas disminuyeron alrededor del 40 por ciento entre
octubre de 2016 y marzo de 2017, mientras que las lentejas cayeron casi
un tercio durante el mismo período. La casi total retirada de la
contratación a precios mínimos de apoyo (MSP, por sus siglas en inglés)
resultó catastrófica. En este caso, el gobierno planea comprar unos
escasos 2 millones de toneladas de lentejas a precios MSP con una
cosecha récord de alrededor de 22 millones de toneladas en la campaña
agrícola 2016-17 (julio-junio), un 35 por ciento más que el año
anterior. |4| Por otra parte, el precio ofrecido por el gobierno es de
50.500 rupias frente a los precios promedio del año anterior de 110.000
rupias. Tradicionalmente, las crisis agrícolas se atribuyen a las malas
cosechas debidas a sequías, inundaciones u otras catástrofes naturales.
Sin embargo, se observa cada vez más que las grandes cosechas también
están provocando este tipo de crisis.
El período que siguió a la implementación de los planes
de ajuste estructural (PAE) fue testigo de la subida de los costes de
los insumos por un lado (aumentando los costes de producción) y la
disminución de lo que le pagan por sus productos por otro (la caída de
los precios de los productos agrícolas). La crisis comenzó a hacerse
evidente al planear el gobierno retirar las medidas introducidas
gradualmente desde 1947 hasta 1992-93 como salvaguarda para los
agricultores indios ante las fluctuaciones del mercado. Además, esta
retirada se realizó sin dar ningún periodo de adaptación a los
agricultores. Estos mecanismos proteccionistas, constituidos básicamente
por una combinación de subvenciones a los precios de los insumos y
apoyos a los precios de venta de los productos agrícolas, no siempre se
aplicaban perfectamente. Sin embargo, habían permitido al campesinado
indio dedicarse a la producción de diversos cultivos en un entorno de
precios relativamente estable. La implementación de los PAE no sólo hizo
que el Gobierno recortara las subvenciones a los principales insumos,
sino que también produjo la retirada del precio ya acordado al productor
y de la distribución de la producción agrícola. Posteriormente, con la
subida de los precios de los insumos agrícolas, los agentes privados
aprovecharon la situación y también subieron sus precios. Esto se agregó
al aumento de los tipos de interés en los créditos institucionales,
reduciéndose la posibilidad de acceso a estos créditos y obligando así a
sectores inmensos del campesinado a caer en manos de la usura privada.
Estos factores se han perpetuado por la incapacidad de los agricultores
de abandonar sus cultivos en ausencia de unos medios de vida
alternativos decentes.
Los impactos de la liberalización económica, con la
abolición de las subvenciones agrícolas y la apertura de la agricultura
india al mercado global, fueron muy graves. Los pequeños y medianos
agricultores se encuentran a menudo atrapados en un ciclo de deuda
insoportable, lo que lleva a muchos a suicidarse por pura desesperación.
Éste es actualmente un tema de derechos humanos de proporciones
trágicas en el país, y ha impactado al campesinado de manera profunda.
Las vidas de los pequeños y medianos campesinos están completamente
arruinadas. Su derecho a la vida, al agua, a la alimentación y a una
calidad de vida adecuada está siendo amenazado por las fuerzas del
mercado. Es escandaloso que el Gobierno no haya tomado medidas efectivas
y que las minúsculas medidas de socorro adoptadas no traten
efectivamente este asunto, ya que no hay ningún intento de abordar las
cuestiones estructurales más amplias que están en la raíz de este
desastre.
Además, el número de suicidios contabilizados no logra
reflejar la enormidad del problema, ya que categorías enteras de
agricultores quedan fuera de la lista oficial al no poseer títulos de
propiedad. Esto incluye principalmente a las mujeres, los dalits y los
pueblos indígenas. En el caso de Mandsaur y otras partes de Madhya
Pradesh occidental, la desmonetización y otras políticas fallidas, como
la importación de trigo y leguminosas, llevaron a este derrumbe de los
precios de los productos agrícolas a pesar de haberse logrado buenas
cosechas. Hay informaciones de que después de la desmonetización, los
comerciantes están pagando un dos por ciento menos en las transacciones
en efectivo a los agricultores en los mercados de cereales.
Cambiar a cultivos comerciales
El período posterior a la reforma también fue testigo
del cambio de la agricultura india a los cultivos comerciales. Ante la
demanda de éstos, como el algodón, en el mercado internacional una parte
importante de la agricultura india sufrió un cambio, promovido por el
Gobierno, a favor de dichos cultivos. Sin embargo, el exceso de
producción pronto produjo la caída de los precios, haciendo que los
cultivos comerciales perdieran viabilidad. Los costes de los insumos
aumentaron drásticamente a lo largo de los años desde entonces, a la vez
que el aumento de los precios de mercado quedaba rezagado a gran
distancia. Estos fenómenos, desde mediados a finales de los noventa,
produjeron un crecimiento a gran escala de los suicidios entre los
agricultores. Un informe del Center for Human Rights and Global Justice
(Centro de Derechos Humanos y Justicia Global, de Nueva York) observó:
«Desde hace mucho tiempo, se había alertado al Gobierno sobre la crisis
de suicidios entre los productores de algodón, pero éste ha hecho muy
poco para responder adecuadamente. El algodón ejemplifica el viraje
general de la India hacia los cultivos comerciales, un cambio que ha
contribuido significativamente a la vulnerabilidad de los agricultores,
como lo demuestra el hecho de que la mayoría de los suicidios se
producen entre los agricultores dedicados a los cultivos comerciales. El
sector del algodón, al igual que otros cultivos comerciales en la
India, está también dominado por multinacionales extranjeras que
promueven el uso de semillas modificadas genéticamente y ejercen un
control creciente sobre el coste, la calidad y la disponibilidad de los
insumos agrícolas.» |5|
El año pasado tuvo lugar una grave crisis agrícola en el
estado indio meridional de Karnataka. Las regiones costeras y Malnad
habían registrado excelentes resultados agrícolas durante las últimas
dos décadas. Sin embargo, «los agricultores se vieron sacudidos por una
fuerte caída en los precios de los tres principales cultivos comerciales
–nuez de betel, coco y café – que cayeron aproximadamente entre un 15 y
un 50 % de los máximos históricos de años anteriores. Mientras que
Karnataka es el mayor productor de nuez de betel y café en la India,
ocupa el tercer lugar en la producción de coco. La turbulencia del
mercado afectó a la nuez de betel o de areca y al coco, cuando los
suministros son más abundantes y los precios de los cereales están en
mínimos estacionales.» |6| El informe del citado Centro también observó
que «como resultado de las reformas económicas, los cultivadores indios
del algodón entraron en competencia con el mercado internacional,
haciéndolos extremadamente vulnerables a la volatilidad de los precios».
A medida que las nuevas políticas económicas integraban a la India en
el mercado mundial, «la devaluación resultante de la rupia india bajó
los precios y aumentó la demanda de productos agrícolas indios. Para
capitalizar esta fuente potencial de ingresos, el Gobierno indio instó a
los agricultores a dedicarse a los cultivos comerciales, y la India
rápidamente reconstruyó su sector agrícola dirigiéndolo hacia la
exportación. Los cultivos comerciales, como el algodón, pueden producir
beneficios en el ingreso a corto plazo, pero en última instancia están
sujetos a unos altos niveles de volatilidad de los precios. El repentino
viraje de la India hacia los cultivos comerciales condujo a una
saturación del mercado mundial con las exportaciones de algodón y, a su
vez, a una depresión de los precios del algodón para estos agricultores»
y «a pesar de estos problemas, el Gobierno indio continuó alentando a
los agricultores a cambiar a cultivos comerciales». Aunque la India es
actualmente uno de los principales productores y exportadores de algodón
del mundo, al igual que la mayoría de los mercados de productos
agrícolas, el mercado del algodón está dominado por un pequeño grupo de
empresas multinacionales que ejercen un control creciente sobre los
costes, la calidad y la disponibilidad de los insumos agrícolas. Además,
en un mercado como el del algodón en el que un intermediario
corporativo canaliza los productos de los agricultores al mercado
mundial, incluso cuando los agricultores registran un alto rendimiento
de sus cosechas éstos pueden no beneficiarse de los precios que
eventualmente alcanzan sus cosechas en el mercado. Por último, es
importante señalar que, si bien el enfoque se centra aquí en el algodón,
los problemas generales descritos siguen siendo una preocupación
importante de todos los agricultores indios dedicados a cultivos
comerciales para los cuales «la inversión en agricultura se ha
derrumbado» y ha conducido a «una comercialización depredadora del campo
indio.» ... |7|
A modo de conclusión
Ya es hora de que el gobierno declare una Política
Agrícola Nacional integral que ponga freno a la comercialización de la
agricultura. También debe implementar las recomendaciones de la Comisión
Nacional de Agricultores constituida oficialmente. La política agrícola
del país debería estar diseñada para colocar los derechos de los
agricultores a una vida y un sustento decentes en el centro de las
políticas y programas gubernamentales. De lo contrario, la deuda de los
agricultores aumentará sin obstáculos, pauperizando a una gran parte de
la población.
El acceso al crédito institucional para los campesinos
debe ser una prioridad de las facilidades extendidas a todos los
agricultores, incluyendo a las mujeres, los dalias y los pueblos
indígenas, independientemente de si tienen o no títulos de propiedad de
la tierra. El derecho al agua, incluido el riego, sigue siendo otro tema
vital. Éstos, junto con otros mecanismos de protección social, podrían
ser la única manera de salir de este endeudamiento insuperable que está
acosando al campesinado indio en proporciones tan trágicas.
Notas
|1| Estadísticas del National Crime Records Bureau: 318.528 campesinos se suicidaron entre 1995 y 2015.
|2| No necesitamos más Mandsaurs: http://www.livemint.com/Opinion/pDc...
|3| Off the pulse: India farmers switch crops as lentil
prices plunge [Los campesinos indios cambian sus cultivos debido al
hundimiento del precio de las lentejas):
http://www.reuters.com/article/us-i...
|4| Ibídem
|5| Center for Human Rights and Global Justice, Every
Thirty Minutes: Farmer Suicides, Human Rights, and the Agrarian Crisis
in India [Cada treinta minutes: suicidios de campesinos, derechos
humanos y crisis agraria en la India](New York: NYU School of Law,
2011).
|6| Steep fall in prices of cash crops to hurt K’taka’s
agri economy [El derrumbe de los precios de las cosechas para la
exportación perjudicó la economía agraria de Karnataka]:
http://timesofindia.indiatimes.com/...
|7| Op. cit., nota 5.
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